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Mujica, Nicolini y un fiscal: protagonistas
Libro sobre Lacalle
abrió polémica sobre el pasado

por Antonio Mercader

El ministro de Educación y Cultura, Antonio Mercader, presentó el libro "Lacalle con alma y vida", del periodista Atilio Garrido. Ante la presencia del doctor Lacalle y de los principales dirigentes del herrerismo, que desbordaron uno de los salones del Hotel Sheraton, el secretario de Estado realizó un comentario de los centros temáticos que aborda el libro. Por su parte el autor del libro dijo que el doctor Luis Alberto Lacalle fue el primer candidato del Partido Nacional, que ganó la Presidencia de la República por voto directo de la ciudadanía. Lo que sigue es parte de la polémica intervención que realizara el doctor Antonio Mercader.

Este libro constituye un aporte en un país poco acostumbrado a que hayan crónicas, relatos, balances de las gestiones presidenciales. En general de todas las presidencias del país, no hay una memoria, con la inmediatez y también con los peligros y la frescura que da el corto plazo de las gestiones presidenciales. En general nuestros presidentes han escrito poco y a veces ha costado mucho reconstruir como han sido las carreras políticas y los mandatos presidenciales. Este es un primer aporte que nos parece importante. Este libro va hacer de mucha utilidad para historiadores, cronistas, periodistas o la gente que quiera acercarse al Uruguay del siglo pasado, para saber qué es lo que pasó, como se gestó el gobierno de Lacalle.

Un segundo aporte es que este libro rompe tendencias a que estamos asistiendo en el Uruguay, donde sea un país en que solo escribe la izquierda, donde vemos ensalzar y auto ensalzar a figuras muy equivocadas años atrás. hoy aparentemente retomando por la buena senda, pero que no hacen sino que la apología de lo que hicieron. Es el caso de los libros de Rosencoff o Mujica, se convierten en best seller de biografías de Sendic. Está bien, estamos en un país democrático Cualquiera puede escribir lo que quiera, pero lo que nos parece es que estos libros faltan a la verdad por omisión. Se debe recordar que esta gente 30 años atrás secuestró, mató, robó, intentó llevarnos a todos a un sistema político por la fuerza, en una actitud típica de los fascismos, olvidándose de los métodos democráticos

Por eso cuando uno ve cierto dominio de esos libros en las librerías, este libro es una buena manera de compensar ese movimiento pernicioso. En tercer lugar este libro, tiene todos los riesgos y beneficios de trabajar con la historia contemporánea, beneficios porque la cercanía permite reconstruir mejor las trazas más frescas, por lo que se puede hacer reconstrucciones más completas.

Los defectos porque falta la perspectiva que solo da el tiempo, por algo los norteamericanos desclasifican 30 años después y los ingleses 50 años después. Porque es necesario tener toda la objetividad y tranquilidad que da el pasaje del tiempo y ver como uno reacciona y cómo se puede juzgar la vida de una persona pasado un tiempo.

Aún con esta desventaja que se le puede hacer, por la cercanía, lo que da es muy importante, porque hay (y me refiero al mismo fenómeno que mencionaba por que hay en librerías, espero que no, en nuestra enseñanza oficial como textos) manuales de historia, me refiero concretamente a Benjamín Nahum, donde hace un juicio, un balance del gobierno del Partido Nacional, 1990- 1995, donde en una carrilla resuelve todo y no precisamente con un balance positivo, omite el noventa por ciento de lo que se realizo y donde se menciona las cosas que son totalmente adjetivas. También este libro viene a compensar este tipo de fenómeno del libro de Nahum (que es el que yo conozco, pueden haber otros, este es bastante indignante)

En cuarto lugar este libro se inserta en una apetencia que el país tiene, que los lectores tienen, que es un fenómeno general el de volver a lo propio, el mirar para adentro, mirar a las raíces, hay un retorno a lo nacional en tiempos de internacionalismo, especialmente por el pasado inmediato.

Este es el libro de un partidario, no esperen encontrar aquí un relato de un cronista que con toda asepsia. Atilio (garrido) desde la primera página se confiesa partidario de Luis Alberto Lacalle y nos parece muy importante esto, ya que se ha dicho y yo comparto que las grandes biografías que se han hecho están escritas por partidarios y esto le da al libro cosas muy interesantes entre otras relatar la historia en tercera persona, pero de repente introducirse en la propia historia.

Esto le da un valor testimonial que le da riqueza y valor testimonial. Está hecho además por un periodista que tiene para este tipo de libro una gran virtud: el de un estilo ágil, muy documentado, las distintas etapas están en su contexto del Uruguay de fines del 50 cuando el Partido Nacional llega al poder - el 59, luego el 60, luego los complicados años 70 y los 80, el retorno al sistema democrático, una contextualización permanente que permite ver qué hace el personaje, cómo se mueve dentro de esas fuerzas antagónicas.

El libro no tiene una pretensión teorizante, ni de dar ninguna referencia de carácter general, pero sí es muy rico en conclusiones para los politólogos, porque tiene muchos datos sobre hechos vistos desde distintos ángulos. El autor ha seguido un criterio cronológico -si bien en algunos flashes vuelve atrás y luego hacia delante-, el libro sigue un criterio cronológico del personaje desde sus antecedentes familiares hasta el hoy, hasta el presente.

Primero está la etapa formativa, precedida por los antecedentes familiares. Hay un análisis de la figura del Dr. Luis Alberto de Herrera, es una referencia familiar, pero también es una referencia para entender a Luis Alberto Lacalle y esto para quienes lo conocemos sabemos que hay gestos y palabras que se pueden identificar con Herrera, porque lo bebió, porque le viene desde lo pequeño y en este sentido el autor del libro recoge bien el contexto familiar.

Se recogen expresiones interesantes del vínculo del nieto con el abuelo. Hay además desde el comienzo la predestinación de Lacalle a ser político, está la frase "serás político o no serás nada". Surgiendo desde los 16 años con su primer discurso en Gral. Flores e Industria, luego el discurso en Florida en la campaña electoral del '58 donde en el estrado Herrera lo "empuja" y le dice "Hable Ud. mi amigo". ¡Uno imagina lo que es una indicación de éste tipo, de Herrera, diciéndole esto a su nieto de 17 años!

Meses después el nieto estaba amortajando a su abuelo, pero ya había estado el empujón de Herrera, una carrera política ayudado por el apellido que tiene, por la familia, por el carisma de su abuelo, líder del partido durante 5 décadas; con esto uno diría que las cosas le podrían haber sido muy fácil, sin embargo en esta primera etapa de la carrera política de Lacalle las cosas no le fueron nada fácil. En el '66 cumplía 25 años, por lo que podía ser diputado y para asegurarse que iba a ser diputado se presentó en tres lugares distintos, en Treinta y Tres, Flores y Montevideo, pero no ganó. Hay un relato en el libro que volviendo en la Onda de regreso a Montevideo desde Treinta y Tres, se pone a llorar y el guarda de Onda lo consuela diciéndole "bueno espere a la próxima vez, ya saldrá", con lo cual los antecedentes familiares no le habían servido de mucho en esta triple derrota.

Luego vienen los años 60 tan complicados con Gestido, Pacheco, la irrupción de los Tupamaros y el ascenso de Wilson Ferreira y las elecciones de 1971, donde prueba nuevamente suerte y finalmente se entera que ha sido electo diputado. Esta etapa como diputado es interesante si uno la lee en el libro viendo las iniciativas que tuvo Lacalle. Estas iniciativas prefiguran lo que luego fue la gestión de gobierno. Uno ve allí causas y consecuencias; hago referencia a una, la apertura comercial con China en 1972, luego la apertura fue en el '86, luego viene la interpelación al ministro del Interior de la época, Alejandro Rovira y al Dr. Juan Carlos Blanco, todas estaban signadas por una actitud positiva como lo señala el autor del libro.

En el año 1973 para el joven diputado significó experiencias. Revolver en mano repartir panfletos, la clandestinidad para la que no estaba formado y en consecuencia la prisión, la capucha. En el libro hay una referencia donde dice "no saben lo complicado que es comer con la capucha". Se debe señalar que en esas condiciones cumple 32 años y Julia, su señora, espera un hijo.

Para ver hasta donde ha sido difícil esta vida, porque antes había tenido una bomba de los Tupamaros en su casa, pero esto no lo detuvo. Luego vino el trágico episodio del vino envenenado, que le es enviado a él (que no integraba el Triunvirato) para que lo distribuyera, con todo lo que esto significó: la muerte de la señora de Heber con todos estos aspectos trágicos donde Luis Alberto Lacalle tuvo que sortear todos estos aspectos y seguir adelante.

En el año 1980 aparece la posibilidad del plebiscito, se forma el Consejo Nacional Herrerista, está la concurrencia al plebiscito, luego las internas donde gana ACF que dirige Wilson Ferreira, pero por una decisión que es de Wilson al Herrerismo le permite fijar allí un perfil propio y por lo tanto a Luis Alberto Lacalle.

El detalle significativo en esos años difíciles para ganarse la vida Lacalle se presenta a un concurso de asesor letrado de IMPASA y allí hay una declaración del Dr. Polero, director de IMPASA. que le pregunta "¿Dígame Dr. Lacalle, su vocación es la política por lo que debemos asumir que cuando Ud. vuelva a la política perdimos al abogado y todo lo que invertimos con Ud?". La respuesta podía haber sido evasiva pero Lacalle responde "Sí, si la política vuelve yo dejo esto". Finalmente el Dr. Polero dice que lo contrataron por la sinceridad, ya que para el Dr. Polero la sinceridad era lo más valioso.

Luego al retorno de la democracia Lacalle vuelve al Parlamento como Senador. Posteriormente hay una segunda etapa con plena realización, con temas preanunciados donde entre otros aparece el MERCOSUR, la desmonopolización de Seguros y ANCAP, la idea desreguladora y liberadora; un candidato que llega a todo el país hasta un lugar como Topadores en Artigas, donde no había llegado ningún político.

Luego viene la campaña del 89 donde el Partido Nacional se prevalece de la división interna del Partido Colorado, aprovechando esta profunda división del Partido Colorado el Partido Nacional aparece unido en torno a un programa con un candidato que triunfa de punta a punta en las elecciones, una elección que fue conducida por el propio candidato.

El que hubiera hecho una buena campaña electoral no aseguraba que fuera un buen presidente. Había que ver la situación del país, basta recordar aquella carta de Ricardo Pázcale dando cuenta de la situación económica, donde habla de una inflación de tres dígitos y de un déficit de 6 puntos, y una situación en lo comercial y financiera amenazada, con un PIT-CNT que a las 48 horas de asumir el gobierno de Acalle le dijo "Ni un minuto de tregua con este gobierno" y una oposición nada condescendiente.

Un gobierno que con esta situación no tuvo otra opción que aplicar un duro ajuste fiscal que le costó la mitad de la popularidad de la que gozaba el Presidente. Más tarde aparece el término de "los 60 meses" que todos recordamos.

Luego el MERCOSUR en el Tratado de Asunción con una conducción muy firme y segura; el canje de la deuda externa que se criticó en su momento pero que uno ve hoy en perspectiva que fue muy bien negociado, pero en general con un balance positivo, con un crecimiento del producto interno acumulado de 3,3%, un índice de pobreza que baja del 12% al 6%. Algo distinto estaba pasando en el país, una mentalidad de cambios.

Resalto de aquellos años las reformas a las que hizo una oposición frontal, la de la seguridad social, la de las empresas públicas que fueron saboteadas por una oposición que lo que le importó fue sacar un rédito político. Luego vino el plebiscito donde sacamos un 28%, plebiscito que tanto daño le ha hecho al país hasta el día de hoy. Este es un punto de inflexión, donde se comprueba el liderazgo de Lacalle ya que quienes ocupamos cargos políticos se nos paga bien y se nos tiene bien, no para las circunstancias comunes, ya que esas se supone que las podemos afrontar bien, sino para las circunstancias difíciles, ya que el que no responde en las circunstancias difíciles no sirve y aquel momento difícil es donde se comprueba que Lacalle no rehuye responsabilidades.

Luego de esto viene la segunda etapa de gobierno, donde el gobierno llega a las elecciones nacionales ganándolas, ya que 40 días antes de las elecciones el Partido Nacional estaba al frente, luego las perdió y no vamos a entrar aquí en los motivos por lo cual las perdió, pero la tuvimos. Se debe resaltar que el Presidente era el "centro nervioso" del gobierno, como muy bien lo recoge el autor del libro.

Luego viene la embestida baguala -como en otra oportunidad también le habían hecho a Herrera inventando aquello de que era nazi-, donde el autor recogiendo las fechas, los nombres que comparándolo con el hoy para darse cuenta las diferencias y de las desigualdades que ha habido en el tratamiento, fue una época única para el Uruguay vista desde el ángulo de los abogados, nunca hubo en el Uruguay como en ese momento "jueces y fiscales estrellas". Hubo en ese momento y luego se apagaron, si ustedes recuerdan hacia atrás son dos o tres los personajes, que luego desaparecen. ¿Por qué vivieron dos o tres años y luego desaparecieron? Es una buena pregunta, hay que recordar aquella expresión de un fiscal, expresión capaz de ofender todo un país, no a una Partido, un fiscal que le dice a un ex Presidente "Ud. será el último Presidente Blanco", condenando definitivamente a ese hombre y a ese Partido. Esto es de una gravedad que todavía no se ha medido.

En este momento deseo recordar a alguien que sufrió por estos embates y que hoy está pasando muy mal: me refiero a Guillermo García Acosta que fue victima del ataque de un señor Nicolini, del que tampoco hoy se habla, pero que está enjuiciado. El Partido Nacional lo ha denunciado, se ha reiterado el pedido, pero el señor Nicolini que falsificó los faxes, que durante más de un año creó la expectativa de que iba a anunciar las cosas más terribles que el Uruguay pudiera escuchar, que le generó dolores de cabeza a muchos, entre ellos a García Acosta, por lo que sufre lo que hoy está sufriendo y que lo llevó a García Acosta a escribir en su defensa "Crónica de una infamia", pero que sin embargo este señor Nicolini anda por allí con total impunidad. Claro, hoy hasta los Ministros sabemos que tenemos impunidad, es algo nuevo, yo no sabía que teníamos impunidad.

Luego llegamos a las elecciones de 1999, el balotaje, el triunfo del Dr. Batlle, la historia la vamos a terminar acá; el balance que podemos hacer del libro es bueno, la moraleja que uno puede extraer es: qué linda que es la vida de un político profesional y qué bueno que haya políticos profesionales ya que a veces parece que fuera un insulto ser un político profesional dado que se distorsiona tanto este tema. El que se dedica a la política es una forma de pensar en los demás, en dar soluciones a los demás. Pensar en el conjunto, renunciar a una serie de cosas personales y sacrificarse. Esta es una vida signada por las bombas, por las capuchas, por las muertes, por los riesgos, por la calumnia, hechos que tiene toda la vida pública, no solo en el Uruguay.

Al libro quizás le faltaría más sobre la actividad internacional de la actuación de Lacalle, basta recordar la reunión en Guadalajara, la cumbre Iberoamericana donde Fidel Castro dijo que América había perdido 30 años. La mayoría de los presidentes asimilaron esas palabras de Fidel, no así Lacalle que fue el único, como está en las actas, que no le permitió decir que habíamos perdido el tiempo porque le recordó que en el Uruguay un grupo preparado y adiestrado en Cuba había provocado lo que provocó y que luego producto del voto, de la democracia, y a la creencia del pueblo uruguayo en el pluralismo se había salido adelante. Claro luego acá estas palabras merecieron las críticas del grupo afín a Fidel Castro. Pero el haber hecho mención a estos temas hubiera llevado a que el libro en lugar de 500 páginas tuviera mucho más.LA ONDA® DIGITAL

 

 

 

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