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Zapiola Opinión Pública
Sobre los errores de las encuestas

Prometimos escribir sobre si lo que cree una persona que dura un juicio laboral es poco, mucho o está bien. Pero en estos días surgió desde una serie de ámbitos una crítica a las encuestas en general que creo necesario contestar.

Es verdad que muchos pronósticos o resultados que se anuncian son equivocados.

Es probable que hasta la mayor parte de ellos lo sea.

Y es aquí dónde se debe enfatizar para que el gran público no sea engañado o inducido a error por la lectura que haga de un titular o hasta un análisis de una encuesta publicado.

Los que suelen equivocarse no son los números sino la forma de leerlos, los datos a los que se marca como más importantes, los cuadros que se eligen para mostrar, abandonando los que no cierran con la hipótesis que se está manejando.

Si partimos de la base que todas las encuestas son iguales, y los investigadores no se encargan de marcar las carencias y falencias que sus investigaciones pueden –tienen-, es totalmente válido afirmar que las encuestas se equivocan y mucho.

Pero hay encuestas que cumplen con todos los pasos metodológicos (elección del universo, diseño de la muestra, elaboración del cuestionario, ejecución o toma de datos respetando el marco muestral, crítica, ingreso, proceso, informe), es muy probable que lo único equivocado sea nada menos que el informe. Además podemos agregar errores en cualquiera de los otros pasos, por supuesto.

Aquí estamos hablando en teoría, no diciendo que Fulano marcó que ocurría tal cosa cuando pasaba todo lo contrario en determinado momento, sea por la razón que sea, valga la redundancia.

Aquí decimos que muchas veces no se lee que un candidato no se presenta aislado y así se lo mide y se lo hace competir con otro, sino que hay una ley de lemas que no permite separar voto al Senado del voto a diputado. Pero que puede no permitir ni siquiera separar voto presidencial de plancha de senadores y diputados.

Entonces no es lo mismo ver a un candidato de un partido que al candidato solo, libre e independiente.

Luego podemos entrar en otros terrenos. Hoy Kerry en EE.UU. está sorprendiendo, o ya sorprendió y ahora confirma que en verdad puede llegar a ser el candidato demócrata y hasta podría llegar a vencer a Bush, para que padre e hijo repitan la triste historia de lograr ambos, no ser reelectos.

Y de pronto nadie pensaba en él hace un mes atrás. Esto de que nadie pensara en él, es un error de análisis, puesto que no hay explicación lógica que nos llevara a pensar que podría presentarse un outsider total en dos internas seguidas y ganarlas.

Pero nos olvidamos cuánta gente vota normalmente en EE.UU, cuantos no votan, cuantos pueden decir que lo van a hacer en una interna y luego no lo hacen, y cuantos contestan lo primero que está en una lista que se lee por teléfono y luego hacen, porque decidieron cambiar o porque nunca habían razonado en verdad que era lo que iban a hacer, una cosa completamente diferente: votar a otro, no ir, votar en blanco o nulo.

Es aquí cuando el investigador se encuentra con una cantidad de indecisos, no sabe y no contesta, que por preguntas laterales cree que se van a comportar de determinada manera. Pero esto es nada más que una hipótesis de trabajo.

Como la información más fuerte es la de XXX gana en ... hacemos pronóstico y agregamos a los que nos contestaron, los que nos parece que van a comportarse de determinada manera. Y se da que muchas veces n siquiera los que nos contestaron un nombre, lo mantienen el día de la elección, ¿y las encuestas erran?. No . Erramos los que las hacemos, los que leemos, los que hacen pronósticos ( y aquí no me incluyo), los que “la tenemos tan clara que...”.

Por todo eso es que muchas, muchísimas veces terminan no creyéndose en las encuestas.

He escrito hasta ahora de Opinión Pública, que son encuestas contrastables contra los votos que finalmente se consiguen.

En Estudios de Mercado, salvo el cliente que sabe lo que vende, pero desconoce aunque crea que... cual es el mercado y en que porcentaje del mismo participa, si se le da un resultado parecido a su venta –mediante encuesta directa, en hogares o auditorías en hogares o comercios-, no tiene como saber si los números que se le pasan son o no correctos.

Si además en determinados departamentos o lugares no tiene venta o distribución que conozca, debe aceptar casi pasivamente lo que se le da como cierto.

Y luego, y es un gran capítulo del que aquí solo haremos una breve referencia, están las Mediciones de Audiencia de Medios. En las que depende el tipo de metodología elegido, el medio que se mide, y donde las encuestas entran en un tembladeral mayor.

Porque la oferta es muy grande y la cantidad de casos que se miden no alcanza, o porque se mide Montevideo y se deja el resto del país, o porque se usan métodos diferentes para los distintos medios, o... Demasiados o...

Y cuidado que estamos hablando de buena fe en todos los casos, aún en aquellos que parecen más disparatados metodológicamente.

Bueno. Ojalá que esto sirva para aclarar algo todo un tema, en el que a algunos nos va la vida y la comida de nuestras familias.

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