Los mayores
productores de transgénicos
no firman acuerdo- reglamento,
propuesto por la ONU
La
VII Conferencia Mundial sobre Diversidad Biológica organizada por la ONU
realizada en Kuala Lumpur que busca soluciones globales a la degradación
del planeta, se puede decir que es la continuidad de aquella reunión que
hace una década en Río de Janeiro, empezó la adopción de convenciones
sobre diversidad biológica, Los mismos problemas persisten y en muchos
casos se han agravado.
Representantes de Naciones Unidas de 188 países se reunieron en Kuala
Lumpur (Malasia) para encontrar soluciones buscando la convivencia entre
desarrollo económico y conservación de la naturaleza. El director
ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el
alemán Klaus Töpfer, reconoció la magnitud del problema declarando que
no se ha alcanzado el objetivo del acuerdo que se firmo en Río de
Janeiro en 1992.
"La pérdida de biodiversidad sigue dándose a gran escala. No podemos
contentarnos sólo con palabras y debemos hacer comprender a la gente que
la biodiversidad es importante para el desarrollo económico", agregó
Töpfer.
El avance de los alimentos transgénicos es otro de los temas que
abordarón los asistentes a la cumbre. Se repitió una vez mas en la
conferencia las disputas entre la Unión Europea y Estados Unidos sobre
este tema, originadas en el seno de la Organización Mundial del
Comercio.
La conferencia termino con la Declaración de Kuala Lumpur que firmarón
los ministros de Medio Ambiente asistentes al evento. Los mayores
exportadores de este tipo de Alimentos, Canadá, Estados Unidos y
Argentina no lo firmaron.
En Kuala Lumpur, los firmantes de un acuerdo de la ONU, culminaron cinco
de días de trabajo adoptando "un sistema riguroso" que establece normas
para el mantenimiento, transporte, empaque y la identificación de los
productos transgénicos, según el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente.
El texto, saludado como una victoria por los ecologistas, fue adoptado a
pesar de la oposición de Estados Unidos, principal productor de OGM en
el mundo, y de otros países exportadores.
Aplicable desde septiembre de 2003, este instrumento de la Convención
sobre la Biodiversidad Biológica de 1992 autoriza a un Estado a prohibir
la importación de OGM en virtud del principio de precaución.
Al terminar la conferencia, la organización ecologista de los Amigos de
la Tierra estimó que el acuerdo concluido en la capital de Malasia "hizo
fracasar las tentativas de Estados Unidos y de otros países exportadores
de OGM de debilitar" el protocolo de Cartagena.
Estados Unidos reaccionó diciendo comprender las inquietudes suscitadas
por las OGM en ciertos países, pero expresó sus dudas sobre el realismo
del nuevo acuerdo. "No creemos posible erigir barreras y procedimientos
reglamentarios que no se apoyan en la ciencia", declaró una portavoz
estadounidenses, Deborah Malac.
Según el nuevo sistema, las exportaciones de OGM para ser introducidos
directamente en el medio ambiente, como los peces y las semillas, deben
mencionar que está destinado a un uso en una zona delimitada, entregar
un contacto en caso de urgencia, identificar la naturaleza del riesgo y
la manera como el OGM deben ser utilizado, precisa un comunicado del
PNUE.
El etiquetado de productos transgénicos es un asunto tan fundamental que
la Conferencia decidió celebrar otra reunión el año próximo,
exclusivamente para cerrar al detalle este asunto. La identificación de
los OGM abarcará el año próximo, además de los alimentos vegetales, a
los microorganismos y animales modificados mediante la biotecnología.
México, encabezando a un grupo de naciones latinoamericanas y Canadá,
bloqueó el acuerdo durante buena parte de la negociación a causa de su
oposición a que este mecanismo entrara en vigor antes del año 2005.
Durante la última sesión, los estados miembros del Protocolo de
Cartagena sobre Biodiversidad decidieron implementar un sistema temporal
que servirá para regular el tráfico transfronterizo de organismos
genéticamente modificados (OGM) hasta el 2005.
Una de las sorpresas de esta reunión fue el anuncio echo por México de
que prohibirá la importación de algunas especies de maíz transgénico.
La decisión podría afectar de manera importante a sus exportaciones con
Estados Unidos, con los que además tiene firmado un acuerdo en materia
de medioambiente dentro del Tratado del Libre Comercio del Atlántico
Norte.
Otro de los pasos importantes dado en Kuala Lumpur en las últimas
sesiones es la creación de un régimen internacional de compensación por
daños. Las negociaciones sobre este nuevo régimen, que los países en
vías de desarrollo quieren ver fijado a través de un tratado
internacional, deben estar concluido antes del año 2008.
Los nombres comunes, científicos y comerciales del organismo y su código
de modificación genética deben ser precisados, así como los datos de los
intermediarios. Las reglas de mantenimiento y almacenaje también deben
ser claramente indicadas, la soya y el maíz, deben llevar una etiqueta
donde se explique que "pueden contener organismos vivos modificados. LA
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