El Dr. Julio Maria
Sanguinetti
retiró su candidatura y dio paso
a Guillermo Stirling
por Carlos Zapiola
Se lo dije la semana
pasada. Fue una jugada de ajedrez del Presidente Batlle, Sanguinetti
intentó un enroque pero le comieron la Dama y se entregó.
No le quedaba mucho espacio para pelear. Una pelea interna era lo único
que le faltaba, se sintió contra las cuerdas y por el bien de su Foro
Batllista, y sabiendo que de cualquier manera va a seguir siendo su jefe
natural, declinó ser el candidato en junio, aceptando por anticipado que
a todo el Partido le va a costar mucho llegar segundo en octubre.
El “Julio no te vayas”, no le erosionó el corazón, y cedió su lugar al
escribano Guillermo Stirling.
Pese a que hoy uno podría decir que a pesar del descalabro colorado, el
Partido Nacional no le lleva mucho más de cien mil votos, descontables
fácilmente entre los más de 250.000 indecisos que podrían tener
inclinación primaria por los Partidos Fundacionales, y en especial que
podría esperar como se define la interna blanca, donde una victoria del
Dr. Luis Alberto Lacalle no correría votos hacia el coloradismo, pero
una del Dr. Jorge Larrañaga podría volver a juntar a lacallistas y
colorados muy fácilmente.
Pero uno mira desde afuera y no está en la mente de un candidato dos
veces ganador, dos veces Presidente electo por la ciudadanía, algo
inédito en la historia nacional. ( José Batlle fue elegido de manera
indirecta, como lo mandaba la constitución de 1830).
La interna blanca, la más peleada por ahora, sin una clara definición
cercana, en la que no se le han visto las patas a la sota en las
encuestas aún, porque los valores que dan de concurrencia no sirven para
marcar ni tendencias, mientras alguna que circuló en los primeros días
de marzo, murió antes de nacer por problemas de consistencia.
Hay muchas cosas más que saldrán de junio. El complemento de la fórmula
colorada, lo que demostrará que Foro y 15 jueguen fuerte en pos de
llegar allí de la mejor manera.
Y además el vice también del Partido Nacional. Y ambos no son temas
menores. El mantener o perder las adhesiones logradas y como se lanzan
hacia octubre parte de allí.
La interna del EP-FA también puede ser interesante, y aunque alguien
crea que será el lema más votado por la enorme diferencia que le lleva a
los partidos tradicionales, eso también está por verse.
Y cuantificar si el MPP es la mayoría menor y quienes le siguen en los
diversos escalones que hoy uno ve como tendencia general, una elección
sin voto obligatorio puede llevar a descolocar a más de un analista, un
asesor o hasta un candidato o grupo político.
La publicidad será diferente si un partido tradicional triunfa
relativamente en junio como pasó en abril 99, pero toda la campaña
también será diferente según quienes sean los candidatos porque los
ciudadanos que hay que captar para ganar son distintos.
El EP – FA no debería perder en junio para demostrar que es el lógico
ganador de octubre. ¿Pero que es no perder?. Sacar la mitad más uno de
los votos válidos emitidos.
No sirve para nada. Salvo para el imaginario colectivo.
Es como la candidatura de Stirling en vez de la de Sanguinetti. Más allá
de las diferencias personales y de experiencias no hay distancias
ideológicas. Mas ya veremos a los publicistas mostrar a una figura
completamente diferente a la del ex presidente y a la del Ministro del
Interior.
Y si hay que retocar o cambiar, no se le eche la culpa a ninguno de los
dos. Son las reglas del juego de cualquier campaña publicitaria, donde
lo que hay que vender es un candidato.
LA
ONDA®
DIGITAL
|
|