Entrevista a Narcóticos Anónimos Esta entrevista busca acercar la realidad del otro, de un ser sufriente pero que ha decidido enfrentar su problema junto a los otros. Drogadicción, dependencia, marginación, aspectos y temas de una complejidad que, evidentemente, no acaban en esta nota sino que, apenas, comienzan a dibujarse. Por ello, por la seriedad de nuestro trabajo, que infiere el respeto para con nuestros entrevistados, iremos directamente a la nota. Posteriormente, en sucesivos números de La ONDA digital, iremos adentrándonos en la problemática en cuestión. He aquí un encuentro inusual pero dador de sentido humano, de cuánto la persona puede hacer por sí misma en una disyuntiva tan desgarradora como lo es la dependencia a una droga o serie de sustancias, al que ninguno de nosotros está, enteramente ajeno. - El sentido primero de la entrevista es el del respeto y el de no creerme que vengo a hacer un bien, primer error de un ser humano. Básicamente es conocerlos y darles la palabra para explicar cuál es el propósito y qué sentido tiene Narcóticos Anónimos, y a partir de ahí, lo que se dé de la conversación. -Narcóticos Anónimos es una confraternidad o asociación integrada por hombres y mujeres, para los cuales las drogas se convirtieron en un problema muy grave. Funciona a nivel mundial, en más de 100 países y se viene desempeñando como tal desde 1953. Justamente en julio estamos cumpliendo 51 años. Acá en Uruguay estamos funcionando desde hace unos 13 años. El principio en el que se basa el fin terapéutico es el del adicto que ayuda a otro adicto. Tenemos un ámbito esencial que son las reuniones, donde cada uno comparte su experiencia, su vida, lo que le está pasando y ese compartir se hace en forma de monólogo, en un tiempo que se especifica aproximadamente. Desde ese monólogo, esa forma de compartir, buscamos la semejanza. Tenemos una serie de tradiciones y principios que son los que aseguran el funcionamiento de nuestros grupos y de nuestra recuperación y también de nosotros hacia la sociedad. Entre ellos, que nosotros mismos financiamos, no aceptamos ningún tipo de contribución externa. La única autoridad que concebimos es la conciencia de grupo, un poder superior a nosotros, de la manera que cada uno lo quiera entender. No hay ninguna clase de orden jerárquico. El liderazgo lo tomamos como un tema de servidor de confianza, el líder no gobierna. Ese es el ámbito más esencial de los adictos, que se complementa después con otras partes que no son menos importantes, como que la recuperación sea guiada por otro adicto al que nosotros le depositamos nuestra confianza, un padrino. Con él trabajamos un programa de 12 pasos, más personal, más individual. Lo hacemos con ese padrino y otros compañeros lo hacen en grupo, en talleres que se llaman de paso, pero siempre guiados por un padrino. También está el tema de dar servicios, por ejemplo lo que hacemos en este momento, informar a la sociedad. Desde un individuo a un medio de prensa, a colectivos del tipo que sea: organizaciones barriales, escuelas, comisiones de fomento... O también el llevarle el mensaje a otros servicios como hospitales o instituciones. Llevamos el mensaje, cuando el adicto no puede venir a las reuniones, porque está privado de su libertad, internado en un hospital psiquiátrico o en otra institución como una cárcel, o que simplemente esté imposibilitado de venir a una reunión.
-Sea real o ficticio, me gustaría que tú dieras un nombre para
no inventarlo yo. Así yo lo recuerdo. -Yo soy Carlos, un adicto en recuperación. Es mi segundo servicio de este tipo, y entonces me cuesta un poco porque no tengo mucha experiencia. Pero el mensaje de NA básicamente es libre, es gratuito y funciona. La comprobación de que funciona es la cantidad de grupos que tenemos abiertos y la cantidad de adictos que llegan a las reuniones todos los días y que están parando de consumir. Es libre porque nosotros no tenemos ningún control sobre los adictos, si van, vienen, lo que hacen. Pueden ir y venir cuando quieran, pueden seguir en la reunión en la que están. Es gratuito porque nos financiamos nosotros mismos mediante canastas que se pasan en cada reunión, a la que llamamos séptima tradición, para que nuestro mensaje sea libre, no esté involucrado con ninguna organización o financiada por ningún sponsor; para ser independientes. Yo cuando consumía pensaba que estaba condenado a morirme consumiendo, porque no podía parar. Cuando llegué a una reunión de NA vi tantos adictos limpios, -me daba cuenta de que eran adictos porque hablaban del mismo dolor que yo sentía- y fue la primera esperanza que yo tuve de poder parar. Por eso me quedé y seguí viniendo. Funciona la experiencia compartida. Los compañeros que me fueron contando cómo hicieron para mantenerse limpios y así sucesivamente. Nosotros consideramos que la adicción no tiene cura, por eso tenemos que ir todos los días a una reunión, a mantenernos diariamente. -Yo soy Mario, adicto en proceso de recuperación. Gracias a NA estoy limpio hace 2 años, 9 meses y algunos días. Como comentaban los compañeros, NA es una confraternidad mundial, libre y gratuita, que funciona y creo que eso es lo más importante de todo. Mi experiencia personal es que también pensé que no había solución para mi vida en determinado momento. Y el mensaje que queremos pasar es ese. Que sí se puede, y que nosotros nos centramos en la identificación y la recuparación de la adicción, no en ningún tipo de droga en particular, no importa si es alcohol, marihuana, cocaína, o algún otro tipo de droga. El mensaje es sencillo: cualquier adicto, no importa qué cantidad de drogas haya consumido, ni qué de drogas ni en qué forma las consuma, puede parar de consumir, parar la obsesión por el consumo de drogas y obtener una mejor calidad de vida. Todo eso que nos pasaba, el despertarnos pensando cómo íbamos a consumir, de dónde íbamos a sacar la plata, eso en determinado momento desaparece y lleva a una mejor calidad de vida, libre. En NA no importa ni el sexo ni la edad ni la preferencia sexual, ni si alguno tiene una remisión. Nos incentivamos a creer en algo que no sea nosotros mismos. Por lo general, lo primero que se manifiesta es esa conciencia de grupo.
-¿Qué camino puede tomar si uno está leyendo esta nota, o algún
padre o madre para llegar a NA?
-Yo llamé a ese número y muy eficientemente me respondieron. Uno
deja mensaje, no atienden en el momento, pero en el día se
consigue un contacto. NA ¿funciona en Montevideo, en algunas
partes del interior? -El único requisito para ser miembro de NA es el deseo de dejar de consumir drogas. NA no hace prevención. Yo cuando fui a una reunión fue porque sentía que no podía más. Nadie se puede recuperar por mí, por eso no hacemos prevención. Yo tengo que tener el deseo de dejar de consumir y de quedarme en una reunión. -Yo, primero, soy adicto y leyéndolos a ustedes me doy cuenta de que no soy un no fumador, sino que soy un fumador que hace X años que no fuma. Uno percibe escuchándolos, leyendo testimonios y nutriéndose de algo que yo confieso desconocía, por falta de interés de acercarme al tema, que en este caso es la droga. Le tocó morder el polvo. Una vez que se levanta -no en el sentido ético, porque no es ese el tema, levanta porque tuvo una caída y se recupera- debe tener al tiempo que miedo de reincidir, gran respeto por sí mismo que va ganando poco a poco. Ustedes están en una experiencia muy fuerte, que la persona generalmente la enfrenta mucho más adelante: se están levantando entre ustedes mismos. ¿Son conscientes de eso? Carlos: -El tema es que acá estaría bueno compartir la experiencia de cada uno. Cómo llegamos a tomar la decisión de recuperarnos, incluso antes de sospechar o tener la idea de que realmente teníamos un problema que se evidenciaba a través del consumo. En mi caso la única manera de acceder a sentir el deseo o la necesidad de hacer algo con lo que a mí me pasaba, vino de la mano de sentir que realmente estaba hundido, tocando fondo, como decimos acá. Conozco NA, antes de eso había pasado por psicólogos, psiquiatras, centros de internación y de rehabilitación, en hospitales psiquiátricos, manteniendo una regularidad con la psiquiatría. Y mi vida era un desastre. Era incapaz de mantener cualquier cosa, ya fuera estudio o trabajo. Me era muy difícil relacionarme a nivel humano con cualquier persona, no podía mantener una relación mínimamente estable, ni de pareja ni de cualquier tipo. Todo me iba tirando hacia el consumo, cosa que personalmente yo defendía a ultranza. Había pasado por internaciones y detenciones; nunca fui procesado, sí detenido muchas veces, pero siempre pensaba que el consumo no era mi problema, que mis problemas eran otros. Creo que todo el mundo sabía cuál era mi problema menos yo. La cuestión es que empiezo la recuperación y como todas las cosas con las que me relacionaba en mi vida, lo hacía tendiendo a que todo se adaptara a mí y nunca yo adaptarme a las demás cosas. Acá en NA, por lo menos en mi caso, para poder recuperarme yo tuve que adaptarme. Hay que adaptarse día a día. No sólo eso, sino confiar en NA, en su programa. Lograr ese proceso a mí me llevó unos cuantos años, me costó recaídas, nuevos fondos en cada una de ellas, al punto de querer quitarme la vida, ya estando en NA. Me iba, volvía, en esa lucha permanente. El dejar de luchar con todo eso, confiar en NA que básicamente es confiar en los compañeros, en el proyecto, me va llevando a este presente que para mí no es poco. Puedo decir hoy día que estoy feliz de la vida que llevo. Tampoco creo que era algo que lo esperaba y sobre todo que me vengo dando cuenta de tomar las adversidades y las dificultades con gratitud en realidad. Son señales de crecimiento. Uno al tomarlas con gratitud, realmente acepta el desafío de seguir hacia adelante. Yo aseguro eso; personalmente siento gratitud de la vida que llevo, y sigo confiando. Mi experiencia es esa.
-Dame por favor una breve
referencia de cuándo comenzaste a actuar.
-Actualmente qué edad tenés?
-¿Qué fuerza, no? No es poca cosa. Es mucho. Porque lo que
parece haber en esta confraternidad es una asunción de
responsabilidad. Asunción humana. Porque uno puede volver a caer
y volver a levantarse. Deben ver la vida como que así se tengan
momentos de pánico, de miedo, ganarle un día a la vida hace ver
las cosas, a la gente y a uno mismo de otra manera. Quizás en su
vida estén tomando otros caminos, sea por el lado del estudio,
por el laburo, por el mero hecho de cómo respirar, caminar, de
otra manera.
Nuestra literatura habla de que la primera de nuestras tradiciones es la unidad. No quiere decir uniformidad. En nuestras reuniones hay gente de distintos estratos sociales, de distintas profesiones, y quizás una de las pruebas más cabales de que defendemos también el anonimato y nos consideramos unos a otros exactamente iguales, es que lo que eran las guías para escribir los 12 pasos, hoy por hoy se llaman guías para trabajar los pasos. Porque un conjunto de adictos se dieron cuenta de que puede existir un adicto analfabeto y que la recuperación tiene que estar al alcance de todos, no de algunos, y eso sería establecer una diferencia entre nosotros. Cuando tú hablabas de la fortaleza interior, yo en realidad lo que más agradezco es poder pasar lo más inadvertido posible ahí adentro y tener esa vida que vine a buscar. El parar de consumir y poder levantarme, tomar unos mates, trabajar... tener una vida. Dentro o desde NA es lo que se me viene ofreciendo. NA es la única opción que yo probé; jamás estuve internado, jamás estuve preso. Creo que no estuve internado porque no me agarraron, no estuve preso por circunstancias de la vida. En las reuniones de NA una de las primeras cosas que encontré y escuché fue "agarrate a las similitudes y no a las diferencias". Hay como un estigma. Yo mismo, siendo drogadicto y asumiéndome como tal en una época, pensaba que como yo consumía determinada droga de determinada forma, y no me andaba inyectando debajo de un puente, no era drogadicto. Hay como una preconcepción errónea, desinformación al respecto. Una vez más reitero: encaramos la enfermedad de la adicción y no una droga en particular.
-Claro, pueden ser psicofármacos... Haznos una breve referencia
de cómo arrancaste con la droga. Hay compañeros de distintas edades, más jóvenes y más adultos. No sé si te sirve algo para marcar algún padrón. Para mí era normal tomar una cerveza por fin de semana a los 13 años. Creo que para cualquiera. Eso es muy personal. No hay un adictómetro que diga "vos te tomaste tantas cervezas y sos, si vos consumiste tal droga sos o no sos". Eso es un autodiagnóstico en realidad. Yo cuando llegué a una reunión ya sabía que tenía mucho problema de droga. No creo que casi nadie llegue por casualidad.
-
Sienten ustedes algún tipo de discriminación, o temor a comentar
más allá de su núcleo de confraternidad el tema de la adicción
pero no ingesta...? Particularmente yo trato de conservar mi anonimato. En realidad cuando me siento seguro no tengo problema en exponerlo. Pero para mi cuidado, a veces lo he hecho mal. Apenas yo empecé a recuperarme sentía que todo el mundo tenía que descubrir NA y empecé a contarlo a todo el mundo. Sentía un vacío bárbaro, porque hay gente que no entiende, no quiere parar y a partir de ahí entré yo a cuidar mi anonimato. Hoy no tengo problema en que se sepa, pero no quiero tampoco andar con un altavoz diciendo que soy un adicto. No tengo problemas en romper el anonimato, en mi trabajo saben por ejemplo. Yo tenía un estigma. También se dio porque tenemos amistad y pude compartirlo. Es una cosa que cuido no andar diciendo que soy un adicto, por mi enfermedad misma. Yo siento que durante mucho tiempo fui "el pobrecito", entonces no quiero que la gente me vea de otra manera sino como uno más. -De todos modos, dentro de las tradiciones hay una que se encarga de preservar ese anonimato. Lo que hablamos solos en las reuniones es parte de material terapéutico simplemente nuestro y no andamos hablando por ahí lo que se dijo en una reunión porque no tiene mucho sentido. Lo del estigma y que se nos juzgue, es muy personal y NA no tiene opiniones en todo ese tipo de cosas. No entramos en controversias por nada. No tenemos opinión sobre nada que no sea la recuperación. Nos autofinanciamos para no depender de nadie. No aceptamos subvenciones de nadie. Lo que ofrece NA es simplemente lo que hablamos, el mensaje de que se puede, que funciona. En este momento en que estamos acá hay reuniones en más de 100 países, en 18 idiomas distintos. O sea que está probado y comprobado que funciona, aunque no hay estadísticas. Y los métodos para acceder a nosotros son el teléfono. Incluso está en la guía el teléfono de NA. Queremos hacer las mayores vías de comunicación posible. -Quisiera mostrar un aspecto más del tema del anonimato. La razón de nuestro anonimato está basada en anteponer los principios a las personalidades. Acá empezamos a funcionar como nosotros. También ese es un aspecto que dentro de NA es sumamente importante. Creo que lo que decían los compañeros que un poco es personal, el mostrarse como una suerte de víctima. Ahí uno abre una ventana donde se pone muy vulnerable. Tanto se pone vulnerable para con los demás como también uno puede manipular. En mi caso yo lo vivo un poco así. Y no soy diferente al resto o por lo menos a lo que él compartía desde los primeros tiempos o de repente juntar cada vez un tiempo y salir a hacerlo público. Incluso a veces a gente que no tenía ni idea de mi relación con las drogas. En realidad me voy dando cuenta de que me aísla, me hago mucho daño.
-¿Por qué? -Estudiando historia, una primera actitud a partir de la ilustración es la asunción de la madurez, que se entendía y se entiende como vivir el presente a plenitud. No quemarla sino estar consciente y elaborar en el presente para mañana. ¿Ustedes proyectan? Tú hablabas recién de preparar el mal momento de caída. Me recordaba al I-Ching. Porque cuando vos te girás el I-Ching no es para ver si salgo con Mendieta, o con la Pata o si saco la lotería, sino que uno va encontrando en el hi chin un mensaje de calma. Estás en la buena preparate para la mala, ampliá el círculo de los amigos, mirá más allá del éxito del instante. M hicieron acordar muy fuerte a eso junto a un psicólogo muy grande que hubo, muy buen tipo además, Carl Gustav Jung, impulsor de la psicología profunda y demás. Una vuelta lo fue a ver un periodista y le dice: "mire que yo soy normal". Entonces le dijo Jung: "Tráigame una persona anormal que yo la voy a curar como a usted". ¿Proyectás, más allá del hoy? -Es parte de mi enfermedad. Yo generalmente trato de no proyectar. Puedo planificar, pero no proyectar. Yo cuando consumía vivía proyectado. Mañana, cómo hacía si las situaciones eran diferentes, y no me ocupaba del hoy. Yo generalmente cuando me proyecto paso mal. Por eso trato de vivir el hoy y no proyectarme. Tengo una tendencia de que si me pongo a proyectar puedo pasar tres horas viajando y no hago lo que tengo que hacer en el momento. Considero que es parte de un proceso pero no estoy libre de proyectarme. -No pretendo hacer ninguna pregunta estúpida de esas que a veces se hacen. Me gustaría si ustedes quieren redondear porque no quiero ingresar en otros aspectos que no me corresponden y vulnerar lo que ustedes quieren preservar, me quedó clarísimo, como es la imagen de la confraternidad. Hay cosas que podrían responder en la personal, pero como están cuidando la general ... -Yo no entendí la pregunta del proyectar... -En nuestro lenguaje el proyectar es algo malo. -Puede ser una perfecta huida. Pero se trata del término a grandes rasgos, a grandes pinceladas. Yo me determino a hacer tal cosa, o a llegar a tal, una carrera, un viaje, aprender un instrumento... -El establecía muy claro la diferencia entre programar, marcarse un objetivo y proyectarse, vivir el tiempo futuro, que es una de las raíces de nuestra enfermedad: no vivir el aquí y el ahora... En NA el programa es de 24 horas. Por eso está el cliché del "sólo por hoy". Nosotros planteamos la vida nuestra de 24 horas. La suma de esas 24 horas son las que van haciendo el camino. Además porque es un programa netamente de acción. Acá evitamos el tema teórico. Nos comunicamos sobre las situaciones siempre orientándonos hacia la solución de las cosas. La apuesta de cada uno de nosotros es a invertir el vector de la vida nuestra, por ejemplo salir del estado de crisis permanente, no hablar de problemas sino de dificultades. En mi caso es ir aceptando que hasta determinado momento no supe vivir, admitir eso. La parte errónea está basada en la ignorancia, no saber vivir. Ahora es empezar a aprender a vivir, lo voy logrando a través de los compañeros, es desde ahí donde puedo empezar a caminar hacia objetivos. Por mis propios medios es imposible ir hacia objetivos. La objetividad la encuentro a través de cada uno de ellos. -Cuando uno de ustedes tiene un momento en la mala ¿tiene ese punto de contacto, una persona a la cual recurrir? Te la bancás vos mismo, pero hay que recurrir al teléfono, llamar a otro. -Quizás una de las cosas más importantes y profundas que he encarado dentro de NA es que ya no estoy solo, que por todos los medios debo salir del aislamiento, es una prioridad y es como una prueba también, el tema del padrino. Es el que sabe todo, le dije todas las cosas que se van a ir conmigo a la tumba. Tiene mucho que ver con el aprender a confiar. Yo confío en una persona todo, esa es la idea. El padrino es una herramienta más dentro de la recuperación. Es un adicto más, trasmite su propia experiencia, tiene su propio padrino y trabaja el mismo programa de recuperación. Cuando personalmente estoy mal cada día tengo una herramienta más para salir de ahí, ya no soy aquel "pobre hombre" que era antes. Puedo ser un hombre pobre, que son cosas distintas. Mi padrino es una herramienta, el programa en sí va enriqueciendo al adicto en recuperación. Estamos en eso, en recuperación. Y esos proyectos de que se hablaba hoy, que es distinto a estar proyectado, son una parte importante de nuestra recuperación, el re-cuperar. Yo terminé el liceo con 31 años. En realidad la primera vez que usé una droga estuve 4 años para terminar 6º de liceo. Yo no me di cuenta de que tenía problemas con drogas. En la recuperación empezamos un poco también a hacer eso. Nos alentamos a vivir. - Cuando un compañero llega a la comunidad le damos este directorio donde están todos los grupos y los horarios de reuniones. Los compañeros voluntariamente ponen el nombre y el teléfono, por si el compañero está en una situación en que no tiene un grupo cerca y está inquieto. Es una forma. Y a medida que se avanza en la recuperación se va haciendo de compañeros de confianza que son los que están ahí, en un momento en que se sienta aislado o en un momento de crisis. La herramienta fundamental son los grupos. En el grupo se siente que se llegó a casa. Pero en momentos en que no hay grupos puedo llamar a compañeros. - En la página hay una suerte de oración. ¿Es un texto que normalmente se lee entre ustedes? - Te refieres a "Sólo por hoy". Normalmente en los grupos manejamos una literatura muy básica que son introitos. En realidad, en lo que me es personal, son muy valiosos. - ¿Te puedo pedir que me expliques a grandes rasgos cómo es una reunión? - Hay diferentes formatos de reunión. Básicamente es lo que ya contamos. Las reuniones tienden a que encontremos la recuperación siempre desde la experiencia compartida y de la identificación. Hay dos tipos grandes de reunión. Una es cerrada, sólo para adictos y hay otro tipo que son abiertas, en las que puede ingresar gente de afuera, que no se identifiquen como adictos. Puede ser cualquier persona. En esas reuniones abiertas, los adictos son los que participan con la oratoria y la gente de afuera sólo puede permanecer escuchando. No se puede sacar fotos, ni grabar, ni nada de eso. Tratamos de que se respete lo más fielmente posible el anonimato. Dentro de las reuniones cerradas hay otros diferentes formatos; en algunos se comparte literatura, se habla sobre alguna literatura de NA en especial. Hay otro tipo de reuniones que se pueden celebrar, por ejemplo con oradores. Algunos compañeros que cuentan su experiencia o hablan de determinados temas. Hay un coordinador que es uno de nosotros, un servidor más que guía la reunión. Se habla por monólogo; el tiempo varía en los grupos, en algunos es de 5 minutos y en otros de 4. Todo está íntimamente ligado. Uno de los motivos básicos por los que se habla en monólogo, es para dejar de hablar como en el boliche, donde habla uno por encima de otro y nadie entiende nada. Hablar de todo: de nuestra recuperación y de nuestra revisación. Aprender a escuchar, a ser un poco más considerado. La duración de las reuniones es de una hora o una hora y media. En Montevideo hay reuniones que empiezan a toda hora en muchísimos barrios. Nos reunimos en algún Centro Comunal y que no se asuste alguien si ve que la dirección es en una iglesia o en una parroquia, porque en realidad en todos los lugares pagamos alquiler. Nuestra oficina está en una galería. Y el que nos reunamos en iglesias no quiere decir que éste sea un programa religioso. Es bueno aclararlo. Si bien nos ayudamos a creer en algo, a medida que vamos transitando nuestra recuperación empezamos a desarrollar cada uno sus propias creencias. En NA nadie está obligado a pagar nada, a prometer nada ni a creer en nada. Cada uno va haciendo su experiencia personal al respecto. LA ONDA® DIGITAL |
|
Un portal para y por uruguayos |
© Copyright |