Bolívar y “la
gran Colombia”
Chávez y sus diferencias con
la “Carta de Jamaica”
por el
profesor Bernardo Quagliotti De Bellis
Desde su destierro en la isla
de Jamaica, Simón Bolívar -el Libertador, como en
1813 lo designara el Ayuntamiento de Caracas- ante
de realizar una tercera revolución entre 1816 y 1819
que finalmente le permitió obtener el control de
Venezuela, le escribió desde Kingston a Henrry
Cullen el 6 de setiembre de 1815 la famosa
“Carta de Jamaica”, un
documento extraordinario que resume el ideario y los
proyectos de liberación de América. que tenías el
Libertador, título contrapuesto al de Conquistador
dado a los Cortés y los Pizarro. “Título propio del
hombre -señala Leopoldo Zea- que entregará su vida
a la de liberar pueblos a lo largo y lo ancho de
América, complementando la acción que, en este mismo
sentido habían hecho o venían haciendo los Morelos,
San Martín, Sucre, O´Higgins, Artigas y muchos
otros.
La Carta de Jamaica es un
documento profético, que posteriormente -el 15 de
febrero de 1819 lo pronuncia ante el Congreso
venezolano reunido en Angostura, completando su
agudo análisis sobre la situación de América de ese
entonces.
Para Iberoamérica y en
particular para Venezuela y Colombia, las “alianza
de civilizaciones”, las implicaciones de lo moderno
y lo conservador, deberían traducirse en un mensaje
de alianza para fortalecer respectivos regímenes
democráticos, sostener el desarrollo sostenibles,
valorar la justicia social y la paz, alentando a
los demás países sudamericanos -como lo quería
Simón Bolívar. Pero el presidente Hugo Chávez no
ha interpretado correctamente el pensamiento del
Libertador.
Su esquema gubernamental -
dictadura democrática - representa un
nuevo reto a los gobiernos seriamente constituidos
del mundo. Las democracias representativas son
basadas en la popularidad de sus “representantes”
electos libremente no de aquellos que se aprovechan
de las diferencias sociales, políticas o económicas
para manipular a los cándidos electores con
promesas mesiánicas que son, por lo general,
irrealizables.
Las relaciones entre Caracas y
Bogotá vienen sufriendo altibajos desde las últimas
décadas del siglo pasado. Tuvo su pico de
confrontación cuando el ejército colombiano
incautó el octubre del 2008 en un campamento de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
tres lanzacohetes antitanque AT4 que diez años antes
el gobierno de Suecia había vendido a Venezuela
antes que Chávez fuese elegido presidente por vez
primera.
Poco tiempo después estalló una
nueva crisis entre Venezuela y Colombia, a raíz de
que el gobierno de Bogotá anunciara que permitiría
el uso de cinco bases militares a las fuerzas de
Estados Unidos en la colaboración que Washington
ofreciera para la lucha contra el narcotráfico.
Para el presidente Chávez,
“esta nueva confrontación exhibe dos polos políticos
en América Latina,, conforme a cómo se relacionan
sus países con el gobierno de Estados Unidos y
lamentablemente para los esfuerzos de integración y
cooperación los latinoamericanos son compelidos a
identificarse con uno u otro”, replicando
enfáticamente “Se trata de una agresión contra
Venezuela. Nos están rodeando por nuestro flanco
izquierdo, ordenando “una revisión integral de las
relaciones con Colombia, reiterando de inmediato a
sus diplomáticos de Bogotá,” disponiendo además,
estudiar acciones de expropiación y cese de compras
a empresas colombianas.
En la reciente guerra de
declaraciones, si bien no se expresaron órdenes de
movilización militar, sí Chávez anunció nuevas
compras de armas, (total 4.400 millones de dólares)
con el propósito de duplicar el stock venezolano de
tanques de combate que le comprara a Rusia., a quien
le autorizó, además dentro e la “alianza
estratégica” usar algunos de sus aeropuertos
para sus aviones y helicópteros.
Para el dirigente oficialista
venezolano Juan Barretttom ha manifestado que
“Colombia se presenta como el Israel
latinoamericano”, con la sóla diferencia que ha
ofrecido bases para la otra potencia mundial ,
mientras Colombia recibe a tropas estadounidenses.
Brasil, Chile y España se
declararon preocupados con la instalación de tres
bases estadounidense en Colombia, lo que se tradujo
en un pedido de explicaciones a la administración
Barack Obama y un llamado a convocar al Consejo de
Defensa Sudamericanos, fijando fecha para el próximo
10 de agosto en la ciudad de Quito, en momentos en
que está prevista una reunión de la UNASUR (Unión de
Naciones Sudamericanas) La relación, por tanto, es
muy compleja.
Brasil cuida sus fronteras
El gobierno de Luis Inacio
Lula, a raíz de los conflictos que periódicamente
mantiene con algunos de sus pequeños vecinos
-Ecuador y Paraguay- se ha visto obligado de
defender a las multinacionales de su país , no solo
diplomáticamente sino también movilizando tropas
para proteger sus intereses de nación.
Los problemas entre empresas
brasileñas y el gobierno de Ecuador se iniciaron
hace un tiempo, con motivo que Petrobrás comenzara a
explotar un campo que mantuvo por un tiempo en
litigio con pueblos indígenas y que, finalmente tuvo
que abandonar.
Otro hecho que causó irritación
al gobierno de Quito se debió a la participación de
grandes consorcios -como Odebrecht- para la
construcción de megaproyectos alentados por IIIRSA
(Iniciativa para la infraestructura sudamericana)
para la construcción de los tan citados “corredores
bioceánicos”, por otros, denominados “corredores de
integración”.
Brasil tiene clara conciencia
que sus movimientos políticos y económicos son
complejos. En visita a Brasilia, el entonces
canciller Henry Kissinger le indicó al
“establishment” de Itamaraty; “donde vaya Brasil, va
América del Sur”. Sin embargo hay que tener en
cuenta, en base a un claro análisis geopolítico que
Brasil se divide en dos países, uno rico y el otro
pobre. La naturaleza de su crecimiento económico ha
resultado en una sociedad afluente y moderna sobre
impuesta a una sociedad pobre y tradicional. Resulta
entonces una paradoja: el país ni es un país
desarrollado ni un país subdesarrollado. Es una
combinación tenue y problemática de los dos. Bien le
cabe, aun, el calificativo de país emergente.
Estados Unidos mira mas fijo a
Iberoamérica
Esta situación ambivalente, en
una Iberoamérica acostumbrada a pensar en términos
de Norte y Sur, presenta problemas no solamente para
las relaciones domésticas y exteriores de Brasil,
sino también para el orden político y económico
internacional y regional. Tanto las relaciones
bilaterales como multilaterales se afectan y
presentan interrogantes respecto al tipo de
arreglos a los que se pueden y deben llegar. Por
ello, considero que el conflicto planteado entre
Venezuela y Colombia -vecinos amazónicos de
Brasil- debe tener relevancia en la agenda de
Itamaraty.
Seis meses antes del encuentro
Obama-Uribe, el presidente saliente George W. Bush,
concedió el mayor honor civil estadounidense -la
Medalla de la Libertad- al presidente de Ecuador
Álvaro Uribe , en principal receptor en América del
Sur de la asistencia militar estadounidense y
tercero mayor del mundo, ya que recibió más de 5.000
millones de dólares del Pentágonos para el Plan
Colombia que comenzó en el año 2000.
Durante más de 40 años,
Colombia viene empleando una implacable guerra de
contrainsurgencia contra las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y una guerra
dura contra sindicalistas, campesinos, indígenas y
otras organizaciones adiestradas y equipadas por los
Estados Unidos y con formaciones paramilitares.
Ligeras estadísticas indican que en este largo
enfrentamiento han sido asesinadas unas 40.000
personas en ambos bandos , a los que hay que sumar
aproximadamente unos 200.000 desplazados.
En 1995, durante el gobierno
de Belisario Betancur las FARC depusieron las armas
dispuestas a establecer un proceso de paz,
situación que permitió a la sociedad colombiana a
fundar la Unión Patriótica con el fin de participar
en normales procesos electorales y otras actividades
pacíficas. Lamentablemente, pasados algunos años,
los representantes de la Unión Patriótica, entre
ellos dos candidatos presidenciales (1989-1990)
fueron asesinados por las fuerzas de seguridad de
Colombia y las denominadas Autodefensas de Colombia
(AUC) lideradas por Carlos Castaño.
En 1998 el entonces presidente
Andrés Pastrana otorgó a las FARC (ex-Unión
Patriótica) poseer un refugio seguro de 16.000
millas cuadradas en el Departamento de Caqueta,
actitud que molestó a Estados Unidos que inició una
campaña de contrainsurgencia para destruir la
infraestructura de las FARC,
Plan Colombia y sus
repercusiones
El gobierno de Bill Clinton
otorgó al gobierno Pastrana una ayuda económica
de 1.300 millones de dólares para operaciones contra
el narcotráfico y dentro del Plan Colombia que ambos
mandatarios acordaron (1998), se buscó
simultáneamente acordar la paz con las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia, ayudas
económicas como actualmente lo hace con el gobierno
Uribe.
Con el Plan Colombia,
Washington aumentó la ayuda militar a dicho país más
de veinte veces en dos años -de 50 millones de
dólares en 1998 a más de 1.000 millones en el 2000;
además de sesenta helicópteros y fuerzas especiales
de contrainsurgencia. Este Plan en los 11 años que
ha cumplido no ha disminuido en lo más mínimo las
masacres abiertas y encubiertas , tanto del gobierno
actual de Uribe como de las fuerzas paramilitares,
Para muchos analistas, este PLAN, que era contra la
droga, tanto fuera como dentro de Colombia tuvieron
objetivos varios.
A finales del 2008, Bolivia
expulsó a los agentes de la DEA y poco tiempo
después anunció planes para comprar helicópteros
rusos. para operaciones anti-narcóticos.
Brasil viene reforzando la
defensa de su frontera amazónica.
Venezuela aumenta su potencial
militar, tanto terrestre como naval y aéreo con
tecnología rusa. Ecuador termina por rechazar la
renovación del acuerdo que mantenía con Estados
Unidos para el uso de su base militar en Manta.
Guyana comenzó a adiestrar sus fuerzas militares
con técnicos militares estadounidenses.
¿Quo vadis América del Sur?
*)
Secretario General Asociación Sudamericana de
Geopolítica
Presidente Academia Uruguay
de Geopolítica y Estrategia
LA
ONDA®
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