De la libertad a la angustia interfaz Bartleby, Sastre
Por la escritora y prof. Laiz Fraga * (Brasil)
“Bartleby, el escribiente: una historia de Wall Street” es un cuento corto de Herman Melville, autor de la conocida obra “Moby Dick”. La historia del cuento puede ser resumida en pocas lìneas. Un abogado de Wall Street, dueño de un escritorio de contabilidad, contrata a Bartleby como escribiente. El nuevo funcionario a pesar de conversar poco y parecer a sus colegas de trabajo una figura recluìda misteriosa, muestrase desde el inicio como yn empleado eficiente. Hasta que un dìa, sin ninguna explicación, Bartleby comienza a responder a los pedidos del jefe con la sencilla frase “Preferirìa no hacerlo”. Desde entonces Bartleby permanece detenido en su mesa de escritorio respondiendo a toda y cualquier solicitud con la enigmàtica frase que expresa su total inacciòn.
Durante todo el cuento acompañamos la tentativa del abogado, narrador de la historia, de comprender las razones que llevaron a la repentina mudanza de actitud de Bartleby, llevando al muchacho al estado de completa parálisis. El exitencialismo de Sartre favorece uno de los caminos posibles para comprender el enigma de la actitud de Bartleby. En su filosofìa de la libertad, Sartre muestra la angustia del hombre ante la existencia, de la inevitable libertad y de la responsabilidad que ella implica.
El existencialismo tiene como punto de partida una idea del hombre que choca con la idea propuesta por la religión y por algunos filòsofos anteriores. Para la religión y para algunas filosofìas, el hombre individual
No es nada a no ser en su realizaciòn en vida y en el dìa a dìa de una esencia creada por un Dios. Cada uno es solamente la expresión de esa naturaleza preestablecida y comùn a todos. Segùn esa manera de pensar, la esencia del hombre ya està dada y por eso precede a su existencia.
El existencialismo invierte la lògica de ese pensamiento y considera que la existencia precede a la esencia. El hombre para Sartre nada es fuera de su proyecto de vida. Cada uno es aquello que proyecta para sì mismo, aquello que hace, las decisiones que toma, las experiencias que vive, pudiendo definirse a sì mismo solamente en tanto surge en el mundo y se descubre.
O sea, en la medida que existe, el hombre se define a sì mismo, no habiendo nada preestablecido y anterior a su existencia que estè màs allà de las experiencias vividas y que pueda determinarnos como hombres.
El hombre sartriano es inicialmente un nadie que a lo largo de su existencia se crea a sì mismo. Sin embargo,esa idea sartriana del hombre trae consigo caras consecuencias.. No existiendo nada màs allà del hombre que le determine, el hombre se vuelve el ùnico responsable por aquello que èl es, percibièndose un ser libre y el ùnico capaz de hacer las opciones que determinaràn a sì mismo en cuanto hombre. La libertad no es un ideal que se persiga, por lo contrario, estamos todos obligados a ser libres; no tenemos otra opciòn que no ejercer a nuestra libertad. La libertad es un pesado compromiso que trae consigo la responsabilidad con el propio destino y de los otros a nuestro costo.
Para Sartre, cuando escogemos por nosotros mismos estamos escogiendo la imagen del hombre que juzgamos sea la màs apropiada. Al hacer opciones particulares, estamos al mismo tiempo representando la opciòn que consideramos buena para toda la humanidad. Asì la libertad de cada hombre liga cada hombre a toda la humanidad. Somos responsables por nosotros mismos y por los otros; al escoger que tipo de hombre se quiere ser se escoge tambièn como todos los hombres deben ser.
El sentimiento de responsabilidad ante las opciones propias traido por la libertad provoca en el hombre la angustia de percibirse inevitablemente el ùnico responsable por sì y, en la misma medida, por toda la humanidad. Lo que acompañamos al leer el cuento de Melville es a la angustia del escribiente ante su propia existencia y la tentativa de fuga de la propia libertad y de la responsabilidad que a ella està adjuntada. La angustia ante la libertad conduce a Bartleby a la inacciòn. El escribiente tenta abrir la mano de la libertad pretendiendo parar de ejercerla. Simplemente negando cualquier solicitud, Bartleby tenta eximirse de la necesidad de escoger impuesta por la libertad.
Al decidir no actuar, para Sartre, Bartleby no està abriendo la mano de la libertad. No actuar para Sartre es una forma de la acciòn,decidir no escoger es una opciòn que traerà tambièn responsabilidades. Al parar de actuar Bartleby precisò cargar con las consecuencias que esta opciòn le trajo. Esas consecuencias son notorias en el melancòlico final que Melville da al personaje.
El cuento de Melville es tan sencillo como espantoso. En pocas pàginas Melville crea una imagen eficiente de la angustia del hombre ante su propia existencia.
*Laiz Fraga (versiòn española de W. Benavides).
Mayo Del 2011. Montevideo)
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