¿Tomar o no tomar?
Por Ricardo Farrú* Especialmente escrito para LA ONDA digital
Mientras miro con sufrimiento el partido de Uruguay con Chile y me acompaña una buena chelita, cerveza en castellano, pienso en las cosas injustas de la vida, yo chupo mientras los otros 22 corren. Bueno es parte de la magia del deporte de la esférica, millones sufrimos lo que esos gladiadores aguerridos hacen en la cancha en nombre del país, del orgullo nacional, de la patria toda, por cuyas venas corre lo mejor de la tradición guerrera de este largo y angosto territorio de la bravía América del Sur.
Estas suelen ser algunas de las típicas frases pelotudas de los comentaristas deportivos para justificarse los sueldos, a fin de cuentas el fútbol es un deporte, mientras se juega por amor a él, lo que vemos por televisión o en el estadio, no es más que un monumental negocio que llena inmisericordemente los bolsillos de algunos a costa de nosotros, el resto.
Me declaro pelotero por antonomasia, juego domingo a domingo liga amateur, donde se ve muchas veces más pasión, garra y profesionalismo que en los “gladiadores y aguerridos defensores del honor patrio”.
Sigo mirando el partido, aún a cero, Chile mejor de lo que se esperaría después del terremoto del tontito Valdivia, que se ha empeñado en demostrar una y otra vez, que su extraordinaria habilidad futbolera es inversamente proporcional a lo que tiene debajo del pelo, y sus fieles mosqueteros a causa de un supuesto bautizo que termina en una tomatera de proporciones. Curioso que se me haya venido a la mente la palabra terremoto junto con tomatera, ya que en Chile uno de los tragos más de moda es justamente el Terremoto, vino pipeño, ron, helado de piña y un par de cositas tóxicas más, que al segundo o tercero a la gente la dejan como en la mitad de un sismo.
La diferencia en este terremoto futbolístico y aquellos que la naturaleza nos suele regalar de mala manera cada cierto tiempo, es que los últimos llegan de sopetón, sin aviso y de manera violenta. Lo de Valdivia, Beausejour, Jara y Vidal, (dejo de adrede afuera a Carmona) era exactamente lo contrario, más bien es, parafraseando al libro de García Márquez, crónica de una tontera anunciada, ya que los cuatro arrastraban un historial de indisciplinas, borracheras, partuzas y otras delicatesen por el estilo desde hace rato. Sin ir muy lejos, ya el 2007 Valdivia fue suspendido por muchas fechas por la ANFP por llegar curado, armar escándalo y tirarle los corridos a una camarera en el Hotel que estaban en Venezuela en pleno proceso de eliminatorias. (Mientras escribo esto, se va dando la lógica y Uruguay ya gana por 2 a 0, en el primer tiempo) y, hace poquito, en este proceso, antes del partido con Argentina, vieron a Valdivia y Beausejour llegar a las nueve de la mañana a una elegante cafetería de Santiago en calidad de tonel vitivinícola de alto octanaje, cocidos como trasero de guagua.
Por supuesto que lo negaron todo y dijeron que era una broma para despistar a la prensa. Borghi hizo tripas de corazón en función de no perder a sus jugadores y dijo que le satisfacían las explicaciones de los dos pastelitos. Obviamente que la prensa le dio como bombo en fiesta, ya que Chile no logra olvidar a Bielsa, su proyecto, su profesionalismo, sus resultados y la tremenda disciplina que impuso en los díscolos de la selección y, lo que menos se olvida, fue su abrupta salida junto al presidente de la ANFP, Mayne Nichols en base a burdas maniobras de clubes ligados a Sebastián Piñera y algunos de sus amigos. Borghi no es un mal entrenador, pero la gente no se queda con un artista del coro, después de haber escuchado cantar a Pavarotti. Lo acusan de ser más amigo que entrenador, más dado a las parrilladas que a la disciplina, en fin, no le queda mucho crédito en la cuenta.
Agréguenle a este panorama el hecho que los futbolistas cuestionados es gente que de la noche a la mañana se encontraron con los bolsillos llenos de dinero, fama, modelocas (modelitos de discoteques, todas rubias solo de la cabeza), cámaras de tv y contratos de marcas mundiales y eso los mareó y de mala manera, ya que el viejo dicho que la plata te da lujos, pero no te da cultura es en estos casos es dramático. Pierden el norte rapidito, si es que no tienen a alguien detrás que los guíe.
Lo curioso es que en sus clubes, todos importantes, se portan casi como monjes medioevales, ya que estarán mareados, pero no son tan tontos como para perder la billetera que los mantiene. Basta que se bajen del avión, para que la estupidez les comience a brotar por todos los poros y salgan a pasearse como pavos reales en sus autos de muchos millones para que todos vean que ellos son alguien. El resto es historia conocida, llegan 45 minutos tarde a la concentración, absolutamente borrachos y pasan derechitos a los dormitorios, cuando el DT los va a retar se hacen los machitos y son echados de inmediato y recriminados por todo el resto del plantel. GGGGOOOLLLLLL de Chile, 2 x 1. Anulado por off side, seguimos igual dos abajo.
Nunca calcularon que se les venía la noche. A la miér…cale, tercer gol de Uruguay, a la selección también se le vino la noche en Montevideo.
No entendieron, porque la azotea no les da para eso, que a Claudio Borghi ya se le habían acabado todas las posibilidades de maniobra y que si no los cortaba en ese minuto, aunque fuera justo antes de este partido que están perdiendo por goleada, era él el que tenía que dejar el puesto. La gente, tal vez, le perdonará la derrota con este equipo improvisado pocas horas atrás, pero no le hubiera dejado pasar en ningún caso otra indisciplina más. A lo mejor igual clasificamos, aunque acaba de caer el cuarto de Uruguay. Nada que hacer, nos están sacando la cresta a fuerza de buen fútbol.
El bochorno de esta tarde es que Uruguay, con un 20% de la población de Chile, tenga tanta gente buena para la pelotita, profesionales y disciplinados. Ojalá que los dirigentes de la ANFP saquen alguna conclusión y se pongan, de una vez por todas, serios con la formación integral de los futbolistas chilenos, que entiendan, como hace rato lo hicieron los charrúas, que la pura habilidad no sirve, que lo que vale es el profesionalismo, que por estos lados es un tema ampliamente desconocido.
Cierro este artículo con el convencimiento que los que se fueron, bien echados están y que no pueden ni deben volver, pero que para subir en el escalafón mundial, necesitamos copiar a nuestros amigos celestes y al maestro Tabárez.
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