Sobre Argentina y la columna de D.Chasquetti

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Lograr una mirada general sobre un suceso que describa y hasta lo “explique” es un asunto nada fácil. También puede resultar cómodo dedicarse a maltratar propuestas u opiniones parcialmente. Creo que está más que demostrado que romper es más fácil que construir.

Por tanto parto del respeto que me merece quien aborda el desafío de tener miradas generales sobre los procesos y en este caso sobre el resultado de las elecciones en Argentina.

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Dicho esto, aclaro que cuando la argumentación desliza adjetivos que descalifican otras miradas los argumentos pierden un poco de solidez.

No le agrega razón a las opiniones de nadie, decir tales aspectos deben ser considerados y otros, los que tienen otros son “ingenuos”.

Concordando con D.Chasquetti sobre varias de las contradicciones que estuvieron presentes en las recientes elecciones presidenciales argentinas y que él enuncia, sin embargo, le otorgo a varias de esas contradicciones valores distintos e inclusive niveles distintos de incidencia.

Mi primera observación parte de la base que la contradicción o conflicto, izquierda – derecha, estuvo y está más que presente sin que por ello mi opinión sea ingenua. Una amiga mía siempre me llama la atención sobre mi uso del lenguaje. Sostiene que hago un uso poco estricto del lenguaje y que muchas veces uso palabras que habilitan a definiciones que no corresponden a los que  se discute.

En este caso, siguiendo la línea argumental de Chasquetti, enumera una serie “contradicciones” que tuvieron un rol determinante.

Corrupción–transparencia, república–hegemonía, peronismo-antiperonismo.

Puedo también coincidir en la presencia e incidencia de esas contradicciones en el resultado final. Ahora bien, parece ser que en la enunciación de esos ¿pares de opuestos serian? que estas dualidades fueron las esenciales y la ingenua izquierda –derecha explicó el resultado.

No soy teórico, no tengo formación académica para ello, como lector fragmentado encuentro en el análisis cierto parangón con alguna definición marxista sobre unidad y lucha de contrarios y otra afirmación que dice que del juego de contradicciones que son muchas en un período hay unas que predominan sobre otras y en particular una es la preside el momento. Sería algo asi como la fundamental.

Imaginando ese esquema como válido creo que la contradicción izquierda-derecha estuvo más presente que nunca y polarizó muchísimo la elección.

Hay un mismo escenario que se repite en toda América y es que las elecciones se están definiendo en una franja electoral más bien pequeña, menos del 10%. En mi opinión, la inmensa mayoría del electorado tieneun enfoque  izquierdas –derechas, se ubican más bien en relación a sus intereses, si les son favorables o no. Habrá que precisar el alcance de esta afirmación. ¿Que es la izquierda?, ¿Qué es la derecha?, ¿progresismo?, ¿liberalismo?,¿no hay ideologías?. Pero la identificación  de acurdo a intereses y su correlato político existe claramente.

Si uno supera la obstáculo de “la ingenuidad”, podemos llegar a establecer fronteras bastante marcadas que le dieron a uno y otro candidato votos que superaron largamente el 40%  (casi nada). El apellido Macri, está históricamente asociado al poder, a uno de los grupos predominantes y más favorecidos de Argentina. No hay que recorrer mucho, para encontrar a la familia, favorecida en los procesos privatizadores del menemismo. De las decisiones empresarias de cerrar toda una planta de montaje en el país dejando a más de 5000 trabajadores en la calle, para correr detrás de las exoneraciones impositivas que le ofrecía Brasil en aquel momento. Son solo pinceladas de una larga serie de acciones.

Leyes de juego del sistema, un enfoque del ejercicio del poder (poder hacerlo, tener los recursos y las posibilidades). Valió como medida empresaria, mayor rentabilidad, menos costos. El éxito empresario lo hizo volver a brillar y provocó la idolatría de millones de hinchas de Boca que vieron bajo su conducción típicamente empresaria, que su club acumulaba logros deportivos y balances que permitían esos logros. Allí estuvo su plataforma de lanzamiento. Una vez más el modelo empresario eficaz, más ingresos que egresos, posicionamiento de la marca”Boca”. Hizo las delicias del pueblo boquense, ¿Qué tiene de malo esto? Gestionó como una empresa exitosa. ¿Qué colectivizó el buen Macri en su gestión? La alegría de millones que cada fin de semana tenían en el triunfo de su equipo la válvula de escape de sus problemas. ¿Qué privatizó Macri en su paso por Boca?, las ganancias, millones de dólares a privados, técnicos, jugadores, intermediarios, empresarios, grupos de personas que juntaban dinero y lo invertían comprando y vendiendo jugadores como quien especula con bonos del tesoro. El Estado argentino mientras tanto no recibía más que migajas de impuestos ya que se usaban vacíos legales para hacer puentes con las transferencias. A eso le llamo yo una mirada empresaria de la sociedad, de derecha. Todo gira en torno a negocios rentables o no.

Nuestro Macri gobernador de la provincia de Buenos Aires,¿mutó? ¿Piensa distinto, acciona distinto devenido en gobernante?

Para muestra basta un botón. Largo litigio tuvo el gobierno nacional con el provincial de Buenos Aires sobre la conducción de los subtes. El transporte siempre estuvo subsidiado, asisucedió con ómnibus, ferrocarriles y subtes  que fueron respaldados por el Estado argentino, siendo un factor de estabilidad y llegando a ser uno de los más baratos de América. Una sociedad que tiene cotidianamente millones de personas que se trasladan por largas distanciasvió protegida su economía por este subsidio. No pocos problemas tuvo el gobierno con las empresas que no vacilaron en trasladar los subsidios recibidos a las ganancias y retiros sin usar nada para mantener en estado flotas y caminos, generando más de una tragedia.

El largo litigio de los subtes se saldó a favor del gobierno  de la ciudad de Buenos Aires. El ahora presidente argentino resolvió rápidamente el hacinamiento en el que se viajaba. Costaba el subte, 1,10, lo subió a 3,25. De un saque, sin anestesia, fue instantáneo, los subtes tuvieron menos pasajeros. Esto es en mi opinión ideología, una manera de ver la vida y las soluciones posibles.

El kirchtnerismo, ¿fue populista? Si, sin dudas, dio a la fragmentación social rápidas respuestas, asistió a los sectores más humildes con innumerables planes, pero también declaró el default, el no pago de la deuda externa, la renegoció. Lo sectores nacionales del calzado, la vestimenta, recibieron un impacto directo de las medidas proteccionistas y la sociedad toda se reanimó. Venía de haber perdido hasta casi su moneda. Lecops, patacones y otras similares llegaron a ser monedas de distintas provincias, llegaron hasta casi la disolución del Estado.  Desde esas medidas políticas  y otras como el avance en las políticas de DDHH, fueron los aspectos distintivos que dieron la base social para ganar y consolidarse.

Las retenciones del gobierno a la producción agrícola, cuando este sector ganaba fortunas por buenos precios internacionales determinó enormes descontentos de estos sectores, confrontaron con gente en la calle, caceroleos, manifestaciones y cortes de ruta al gobierno kirchtnerista.

Eso polarizó la sociedad, marcó claramente según intereses las preferencias de los electores argentinos. O sea en mi opinión, si entiendo el conflicto de izquierda –derecha como disputa de intereses y políticas aplicadas en una u otra dirección, claro que fue determinante. Donde operaron fuertemente las contradicciones  que menciona Chasquetti,  como importantes y con lo que concuerdo es sobre ese 10% de la población permeable a los medios y con poca definición política. Alli si jugaron esas contradicciones.

Corrupción – transparencia, está claro que los escándalos por corrupción jugaron su papel en las definición electoral. Los medios fueron determinantes en ello. Sería tonto negarlo, ni voy a aplaudir su existencia, ahora bien ¿hubo realmente más corrupción en este período que en los gobiernos anteriores?

Los uruguayos parecemos sufrir de amnesia, nuestro sistema financiero fue durante mucho tiempo a través de nuestros bancos el lugar donde se escondió el dinero que evadía de impuestos y negocios poco claros. Si hasta podríamos recurrir al caso del allanamiento de una oficina en la ciudad vieja  que alquilaba un argentino donde se encontrar hasta lingotes de oro. La evasión la irregularidad fue la moneda corriente del estado neoliberal, si esto no se hubiera modificado el Estado Argentino simplemente no hubiera podido realizar muchas de “las medidas populistas”. Sostengo que si hablamos de corrupción institucionalizada no dudo que fue avanzando en el estado pero la derecha argentina abusó de la corrupción como forma de enriquecimiento durante décadas.

República-hegemonía. La república argentina vive quizás por su más largo tránsito de vida democrático conocido. Un país salpicado de golpes de Estado. Creo que hace al concepto República más que al de hegemonía.

Finalmente peronismo–antiperonismo. No podría negar su existencia en absoluto, también es cierto que es la segunda vez en relativo poco tiempo histórico, que se prueban otras formas de aglutinamiento que escapen al peronismo para llegar al gobierno. En Uruguay pasó casi un siglo para quebrar la predominancia blanco-colorada. No asegura la presencia de esas contradicciones la eternidad de las mismas sino un aspecto de nuevos tiempos, el ocaso tal vez, de algunas formas perimidas de organización política por otras sin que por ello definan cursos esenciales. Como se gobierna, con qué criterios y como se reparte.

Como resumen digo que la complejidad de las realidades políticas habilita a muchas lecturas y a necesarios debates. Sostengo también que es a veces tentador igualar categorías, situaciones y contradicciones cuando en realidad es necesario profundizar más. En Argentina en una división profunda y clara de bloques que superan el 40%, definió un segmento de la población relativamente pequeño de la población. Pero lo que determinará el curso general, los conflictos y sus soluciones serán esos bloques con posturas más marcadas y claras. Las capacidades que tengan de alianzas, de lucha política en los medios, en el marco legislativo determinará el rumbo de  Argentina.

Por Walter Martinez
Columnista uruguayo

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