No me excluyo, soy parte

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Sin dudas fue un año difícil para el Frente Amplio. Luego de ganar claramente las elecciones, casi sin espacio para el respiro, desde la asunción de Tabaré y su equipo de ministros para acá hemos juntado contratiempos, malos humores, hechos políticos adversos y recibido vientos que esta vez no son de cola. La retracción de los mercados,el avance de la derecha en el continente y nuestra propia capacidad para golpearnos nos han hecho desear que el 2015 termine ya.

Solo para cumplir con el rito de flagelarme un poco mencionaré las infelices palabras de nuestro Ministro de Defensa, tan infelices que fueron frenteamplistas los que le pidieron al presidente su renuncia. Nos quedamos sin presidenta del FA. Fue aplicación rigurosa del reglamento sin que pudiéramos resolver hasta hoy el problema. Como a falta de pan, buenas son las tortas, no vacilamos en crear troikas de presidencias donde hasta senadores en ejercicio la ocupan(motivo por el que terminó renunciando Mónica Xavier). El presupuesto con el necesario ajuste, nos amplificó y generó una buena dosis de conflictividad gremial que aumentaron nuestro mal humor.

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El longevo problema educativo creció a la luz de las asignaciones presupuestales. Algunos legisladores frenteamplistas, díscolos, libertarios, casi de cuchillas tomar, pusieron en jaque nuestras mayorías parlamentarias. Por si faltara algo, cuando por fin se termina la discusión sobre el presupuesto nacional nos sacude una oposición minoritaria en Montevideo cerrando el acceso a la creación del Fondo Capital. ¿Hasta donde es legítima esta zancadilla política?Tomaron de rehenes a los habitantes de Montevideo. Sin financiación no hay obras, el Fondo Capital es la herramienta que la Intendencia buscó, con direcciones específicas para las obras, ofreciendo control a la oposición para que fiscalice el cumplimiento de las obras, sin embargo aquí estamos, sin Fondo aprobado, sin dinero para obras necesarias. Me pregunto si concertantes, blancos y colorados pensarán sobre lo que pasará si reproducimos su conducta política en las Intendencias que gobiernan y que son varias, también con problemas de liquidez para obras.

Disgregué un poco hacia los de afuera pero esta es una lectura introspectiva. Andaba suspirando porque el almanaque trajera receso y zas, nos acomodaron con Ancap. Como si no fuera poco con el déficit, los problemas de gestión y los etc complementarios, nuestros líderes nos someten a un duelo epistolar donde, ¿se esfuerzan por imponer una idea más ingeniosa que otra para resolver el tema? ….no para nada, parece que todo pasa por ver quién es más responsable del lío.

No es fácil reponerse de esto. Nuestros prohombres, los que fuimos a aplaudir a los estrados, los que con una mano usaban micrófonos y con la otra tenían la bandera del FA y nos pedían el voto. Los que canalizan y dirigen corrientes de opinión nos someten a una discordia innecesaria. ¿Por qué innecesaria? Porque lo que no supieron resolver en un escritorio, o en gabinete de ministros o simplemente gestionando bien, ahora nos involucra a todos casi como obligándonos a posicionarnos detrás de alguno que tiene razón y el otro no. Mientras que el vicepresidente electo, que ¿acumuló méritos? justamente por la tan mentada gestión de Ancap sale a responder sobre acusaciones y a esgrimir respuestas. ¿Fuimos interpelados los frenteamplistas sobre cómo gestionar?, ¿algún concurso de ideas novedosas con premio con vales de combustible, para incorporar a la conducción del ente? No nada de eso.

Sin embargo aquí estamos, descubriendo datos, situaciones y conflictos, que no son expuestos como errores a corregir, o problemas a encarar con otras fórmulas, nuestros epistolares dirigentes nos sacuden de nuevo poniendo a prueba la unidad del FA.

Me hago cargo, vote al FA, convencido. La muestra que las audaces redes andan desplegando por ahí siguen retratando lo que el FA, efectivamente hizo. Me parece un profundo error discutir el ente ANCAP, la gestión de Ancap, su directorio, sin colocarla a la luz de un cuadro general. Es el ente más expuesto a los vaivenes del mercado internacional, no tenemos petróleo y hasta ayer nomás nuestro reconversión energética aún nos hacía dependientes del crudo muchísimo. Garantiza la refinación y distribución de combustible en todo el país, eso nos protege de las arbitrariedades de los privados, que a veces quiebran y se van, a veces realizan aumentos de precios de sus productos explicándolos desde la famosa rentabilidad de la empresa. Ancap es parte de la red de empresas que siendo un país pequeño nos da cierta independencia.

Miles de trabajadores tienen garantizado su salario por ser trabajadores del ente. También por eso defendimos a Ancap, como parte de nuestro patrimonio. Puede haberse excedido el gobierno frenteamplista anterior al dar rienda suelta a inversiones reactivadoras y modernizadoras. Pero es injusto socializarnos solo los conflictos, el FA es más de un millón de votos, es decenas de miles de frenteamplistas convencidos y miles de militantes que respaldan la acción gubernamental, pero ese capital hay que cuidarlo.

No creo en la fatalidad de los ciclos políticos, creo en los cambios, en las sociedades que se mueven al impulso de mujeres y los hombres audaces.
Me hago cargo, desde mi lugar de frenteamplista de a pie, sostengo que voy por el siglo de Frente Amplio del que habló Tabaré en su visita al secretariado del FA. Para ello creo que debemos abrir puertas y ventanas a los jóvenes, a nuevas miradas.

Creo que el FA, debe necesariamente facilitar el ingreso de nuevos grupos, recibir en su seno con grandeza e inteligencia todos los aportes.

Digo con claridad que no podemos, no debemos, ni siquiera en nuestras charlas informales avalar proyecciones de candidatos octogenarios, dicho con el mayor respeto. Justamente por respeto y confianza creo en los jóvenes políticos, economistas, educadores, confío en esos relevos.

La democracia en el continente obliga a la derecha a transitar por carriles democráticos, hábilmente instalan corrupción, abuso de poder y falta de libertades como paradigmas ajenos a sus conductas.
Sin embargo, es desde la izquierdadonde en los períodos más oscuros se levantó la rebeldíay la defensa de las libertades y desde la derecha se escribieron las páginas más horrendas en nuestra América.

Bienvenida la democracia que contiene luchas ideológicas,políticas y cambios en un marco de tolerancia.

Me hago cargo, soy responsable como uno más de todo lo que no nos salió bien, por mi silencio, o por mi ignorancia, quizás simplemente por no estar.

Soy responsable también y puedo empujar por esa continua lucha por que las cosas vayan en una dirección y no en otra.

Por Walter Martinez
Columnista uruguayo

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