El término justo de las cosas es muy difícil de alcanzar. El Frente Amplio en Montevideo tuvo un abultado triunfo. Quedó claramente marcado que los montevideanos siguieron apoyando al FA, luego de 5 gobiernos consecutivos. Sin embargo por estos días cuando se hizo necesario tener mayorías especiales para aprobar el Fondo Capital, iniciativa del gobierno departamental para realizar una batería importante de obras, nos encontramos con que no alcanzó el claro triunfo.
Para obtener las mayorías especiales requeridas en la Junta Departamental para su aprobación se necesitaban 21 votos, el FA tiene 18. Los partidos tradicionales, el Nacional y el nuevo híbrido, la Concertación, decidieron hacer“ su diciembre” marcando su rol opositor.
El Partido Nacional, de banderas rebeldes tomar, se expidió claramente por la negativa a la iniciativa. La oposición concertante, salvo alguna honrosa excepción que priorizó el interés de la población, se alineó detrás del nuevo líder emergente Novick, negando primero y condicionando después su apoyo.
De nada valieron las negociaciones en la Junta, hasta se le ofreció la mayoría de la Comisión que controlaría los fondos. Sin embargo, no. Firmes, no vacilaban en negarse tratando de que naufragara la política de obras del gobierno departamental.
Finalmente cuando los plazos expiraban, se negoció y acordó por un monto bastante menor y con obras que los concertantes apoyaron.No se aprobó el Fondo Capital, sino otro acuerdo que habilita a reunir noventa y ocho millones de dólares, concentrado en algunas áreas.
El líder emergente Novick tuvo su cuarto de hora mediático, en rueda de prensa informó en detalle a qué tipo de acuerdo daban sus votos explayándose en las obras aprobadas con esa financiación. Cualquier distraído podría pensar que sería el mismísimo Novick quien las realizaría. No, la IM, frenteamplista será la encargada de llevar adelante las obras, simplemente con picardía política hicieron valer esos tres votos faltantes para transformarse en árbitros del asunto.
Como nada es simple, comenzaron a oírse voces opositoras blancas que se vieron desplazados, algo así como “sin el pan y sin la torta”, de nada valió su cerril oposición porque finalmente se logró un acuerdo y además quedaron fuera de él, cosa que terminaron lamentando.
Novick el colorado, devenido en concertante y jefe de la novel bancada montevideana se anotó el triunfo opositor creció su visibilidad y el esfuerzo de dirigentes colorados y blancos para que su influencia no se extienda por el resto del país se vio golpeada por el acuerdo con el FA.
Asistimos a cambios singulares en la política. La falta de mayoría absoluta ha dado a las bancadas opositoras la posibilidad de bloquear iniciativas importantes. Asi mismo, la Concertación que nació como intento fallido de disputarle el gobierno departamental al Frente pergeñado por blancos y colorados, se transformó por aquello de “que no hay peor cuña que la del mismo palo” en un boomerang que amenaza primero a los partidos tradicionales.
Al Frente Amplio le dio una lección que me parece aprendimos rápidamente, la necesidad de negociar con flexibilidad. A los partidos tradicionales, la necesidad de poner sus barbas en remojo. No sea cosa que la máquina termine matando al inventor.
Novick aparece como una expresión típica de estos días, político moderno ejecutivo, desideologizado, donde lo que vale es la gestión eficaz. Para quienes compran estas fórmulas trasnacionales de la política, debería bastarles las primeras medidas en la vecina orilla, donde el electo Macri avanzó con decretos no bien asumió, que poco tienen de asepsia ideológica. Tiene mucho de contenido y de derecha.
Una buena lección que deberemos tener en cuenta
Ya que dé lecciones a tener en cuenta hablamos creo que a los frenteamplistas nos vendría bastante bien una dosis “los hermanos sean unidos,… etc, etc”. La policromía del FA, es notoria pero puede ser o fortaleza y acumulación de experiencia de viajar juntos o camino irremediable a la ruptura. Tirios y troyanos no usaré ni nombres de personas ni sectores deberán saber que el gobierno se ganó con todos los votos y todas las gestiones las buenas y las malas. Acostumbrarnos a lavarnos las manos de la conducción en el error y anotarnos en el éxito. Va en el sendero de la ruptura.
La historia de nuestro país detalla largos antecedentes para la formación de las dos primeras divisas, la blanca y la colorada. Avanzado el siglo, la crisis y el empobrecimiento sistemático de la sociedad abonaron la unidad de las izquierdas y los progresismos. Largo tiempo de acumulación nos llevó al gobierno. Desde el nacimiento de nuestro país hasta hoy solo 3 colectividades con vocación de acceso al gobierno hemos tenido. Menciono esto porque respetar el valor de las construcciones es recorrer caminos más cortos. Los frenteamplistas sabemos de desprendimientos y rupturas. Solo enlenteció nuestro camino y condenó a quienes se fueron.
Que las picardías políticas no contagien ni envenenen a la izquierda.
Por Walter Martinez
Columnista uruguayo
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