«Tener un proyecto no es suficiente…»

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 «Tener un proyecto no es suficiente: debemos efectivizarlo» ///  Ante los integrantes del Consejo Directivo Central (CDC), funcionarios, representantes de los órdenes y medios de prensa se presentó la propuesta de reestructura de la planta física del Hospital de Clínicas (HC). El rector Roberto Markarian expresó que la Universidad quiere lograr «el mejor hospital público del país». El proyecto de refuncionalización se generó enteramente dentro del ámbito universitario.

Hospital de ClínicasLa propuesta fue presentada por el rector, el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, y la presidenta de la Comisión Directiva del HC, Raquel Ballesté.

Markarian se refirió a todas las etapas que se cumplieron para la elaboración de un proyecto de refuncionalización del hospital universitario, primero a nivel de su gestión y luego en relación a su planta física, y a las instancias de cogobierno en que se analizaron y aprobaron, a través de «una discusión rica y polémica». Dijo que la Universidad quiere que el actual HC sea «el mejor hospital público del país», y que resulta de suma importancia cumplir con los plazos planteados para lograr su transformación real, «esto es urgente», enfatizó. La presentación de este martes servirá como insumo para la discusión del CDC, que analizará la propuesta el 29 de marzo. Si resulta aprobada, la Universidad comenzará una etapa de discusión acerca de sus posibilidades de financiación. Al respecto Markarian declaró que los fondos podrían provenir de fuentes diversas como la participación público privada o el BID, y parcialmente del propio presupuesto universitario. Adelantó que por parte del gobierno las propuestas de financiamiento se van a formular rápidamente.

Tomasina afirmó que la transformación del hospital era «impostergable», que a fines de 2014 era un objetivo y hoy un proyecto claro y bien definido, tendiente a lograr un hospital universitario distinto al que fue concebido piso a piso como «de Clínicas». Aclaró que es «mucho más que un proyecto arquitectónico», producto de un largo proceso de discusión que afortunadamente contó con la participación de lo más amplio del demos universitario. Implicó un debate «que a veces con miradas externas podía suponer instancias de crisis», en el que obviamente surgieron «distintas y legítimas posiciones» que se fueron saldando. Una de las cuestiones que se manejaron fue la disyuntiva entre «un hospital de alta tecnología o un hospital que tuviera además áreas de internación moderada, de cuidados de segundo y tercer nivel». El debate se fue laudando hasta concluir que era posible compatibilizar esos aspectos, que forman parte de escenarios docentes necesarios para la formación de profesionales y técnicos de la salud, relató. Tomasina agregó que al término de ese proceso se aprobó la necesaria transformación de la ordenanza del hospital, lo que implica cambiar su modelo de gestión.

En cuanto a la refuncionalización de la planta física del hospital, Tomasina valoró especialmente la recuperación de espacios para la enseñanza y de un área importante para el buen desarrollo de la investigación básico-clínica, que es «una de las razones por las cuales la Udelar necesita un hospital universitario».

En líneas generales el proyecto que se presentó este martes propone adaptar 16 plantas del edificio, desde el basamento hasta el piso 14, para ubicar todos los servicios que hoy funcionan en el hospital. Los pisos 15 a 20 tendrán como destino otras dependencias universitarias, aún no definidas. Se plantea compactar los servicios hospitalarios a partir de su «zonificación» y redistribución, optimizando la circulación de usuarios, estudiantes, docentes y funcionarios e incluso ampliando las áreas que así lo requieran. De los servicios del hospital, dos tercios serán reubicados y un tercio se mantendrá en su localización actual. En la elaboración del proyecto se procuró mantener las inversiones importantes ya realizadas en la planta física, siempre que ello no afecte el funcionamiento del modelo propuesto para cumplir con la asistencia, la enseñanza y la investigación en el hospital.

Compactar y zonificar

Se definieron cuatro áreas que responden a funcionalidades diferentes y que reflejan un nuevo modelo de hospital: se deja de lado la gestión de los espacios a partir de clínicas o cátedras para pasar a administrarlas en función de las necesidades del paciente y optimizando los recursos del hospital en su conjunto. En el proyecto se diferencian claramente las alas Este, Oeste y Sur; el ala Oeste fue elegida para albergar el Área Crítica desde el basamento hasta el piso 5. Allí se instalará una nueva Emergencia —ahora ubicada en el ala opuesta—, y los servicios a los que esta debe conectarse más rápidamente: Imagenología, Block Quirúrgico, Cuidados Intensivos, Obstetricia, CTI Neonatológico y Salas de nacer. Además permanecerán en esta área los servicios de Oncología y el Centro Cardiovascular.

Ballesté explicó que el Área de Cuidados Moderados, que ocupará los pisos sexto al noveno, será la que genere «mayor impacto en la realidad que hoy tenemos en el hospital universitario». Actualmente estos pisos se organizan en función de las diferentes cátedras médicas, quirúrgicas o especialidades, «eso hace a la compartimentación de la asistencia, estamos planteando generar un servicio de cuidados moderados que va a ser polivalente, que podrá tener áreas destinadas a determinados sectores según su complejidad, pero en líneas generales se plantea que un paciente pueda ser hospitalizado en un piso u otro independientemente de la patología en si misma», sea de carácter médica o quirúrgica, con la posibilidad de contar con salas específicas, como por ejemplo las destinadas a cuidados respiratorios.

Actualmente «un gran problema en el hospital» es que cada servicio maneja como propio un cierto número de camas, dijo Ballesté, «eso es lo que queremos cambiar, las salas de hospitalización son del hospital universitario con la asistencia de docentes en cuidados moderados, y son los recursos humanos los que se tienen que adaptar a esa asistencia». Estos pisos tendran capacidad para unas 250 camas, también contarán con espacios para enfermería, tisanería y cuarto médico, entre otros. Una modificación importante prevista para esta y otras áreas es la construcción de salas de internación dobles, cada una con un baño, en sustitución de las actuales.

Un elemento central en el proyecto es la mejora en la circulación: será restringida en el Área Crítica, en los pisos bajos del ala Oeste, mientras que los usuarios del Área Ambulatoria del hospital se dirigirán en su mayoría a los pisos más bajos del ala Este. Al llegar al edificio los cientos de estudiantes que aprenden en el hospital podrán dirigirse al piso 11, donde se concentrarán aulas para la enseñanza de grado, se habilitarán casilleros y espacios de uso común. Ese piso será parte del Área docente, junto con los espacios destinados a la investigación y a los departamentos académicos. La separación entre las áreas y la circulación dentro de ellas se verá apoyada por el uso diferencial de los ascensores, en total funcionarán 26.

La transformación física del hospital podría costar 120 millones de dólares, mientras que el equipamiento costará 10 a 15% de la inversión inicial. Las obras abarcan intervenciones sobre unos 100.000 m2. En coordinación con las autoridades del hospital, la dirección de este proyecto está a cargo de las arquitectas Ana Pertzel, asistente académica del rector, Ana Estévez, directora del Departamento de Arquitectura del Hospital de Clínicas, y Adriana Gorga, coordinadora del Plan de Obras de Mediano y Largo Plazo.

Informe

Fuente web de la UdelaR

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