El rescate de la historia en obras, lugares y espacios para toda la humanidad se integra a la actividad del turismo. Los arquitectos tenemos obligaciones adquiridas en este tema. La Universidad nos hizo profesionales para nuestro beneficio integrado a la sociedad y por extensión al país, la nación.
Dejé fuera del primer artículo Venecia y San Gimignano, ciudades en que los servicios al turismo son la actividad excluyente. Son un ejemplo extremo de comunidades que viven de su historia y sus realizaciones. Con ser extraordinarias, singulares por su implantación- una rodeada por agua y otra por una muralla- sus edificios, sus espacios públicos, sus obras de arte, representan para su población la historia alimentando el presente. Pregunté al hotelero de Venecia por un restorán del lugar, pero no turístico._ Aquí todo es turismo; me dijo _Yo soy turismo! Me genera dudas sobre las oportunidades que para sus hijos pueda aportar una ciudad volcada enteramente al servicio de los visitantes. Teniendo en cuenta que la interrelación con los mismos es fugaz, casi instantánea.
La seguridad
La histeria por los atentados se concentra en las medidas de seguridad de los aeropuertos .El absurdo se hace patente: pasamos por tres controles de identidad y equipaje antes de encerrarnos en el avión, cruzar el Atlántico y entrar custodiados a Carrasco. Allí los más de trescientos pasajeros hicimos cola más de una hora para un control exhaustivo… de identidad! Nadie bajó ni subió sobre el océano; tuvieron doce horas para verificar la lista de pasajeros desde Madrid y/o desde aquí. Como detalla Bauman en “Inseguridad líquida” las cada vez más sofisticadas e invasivas medidas retroalimentan la sensación de inseguridad. La seguridad no trabaja para nosotros; somos funcionales a ella. En las siete ciudades (que conocimos caminando con mi pareja) nos sentimos seguros. En la multitud o sin ella en los recorridos nocturnos, a veces perdidos en la urbe, ningún incidente alteró esa percepción. Debo adjudicar a la actitud de las comunidades locales habernos hecho sentir así todo el tiempo. Percibo que fundamentalmente el control social-complementado con el policial meramente visible- transmite seguridad.
Un baño de humildad
La inmensidad de los monumentos del pasado habla de sus autores más de lo que muestran, pues trascender implica alargar el pasaje del hombre sobre la tierra, más allá de sus obras. Y vaya si han trascendido, más de dos mil años, los romanos. La historia narrada en realizaciones físicas y sus espacios se extiende a otros aspectos de estas sociedades arcaicas, enseñando a la nuestra a construir el presente sin mezquindad, generoso con el futuro. Con ese espíritu comenzó en los años sesenta una transformación en Uruguay. Sin embargo, las aspiraciones personales del presente cuestionan nuestra vocación de futuro. No será hora de retomar la utopía como objetivo?
Galerías Vittorio Emanuelle, Milán
La cultura social, el papel político.
Vimos que en Europa un servidor público sospechado, inmediatamente renuncia. No sólo por respeto a sus pares, por respeto al país entero, a la nación. Así pasó, mientras estuve, con una jerarca del Estado en Italia y un primer Ministro en Islandia. Ayer mismo otro ministro en España. ¿Cuánto hace que no tenemos por aquí una renuncia significativa?
La pulcritud
Entre las cosas que hacen percibir bien un lugar extraño, nada como encontrarlo limpio.
Florencia
Con alguna excepción, los hoteles, los comercios, las plazas, las calles, la costa, los buses, el metro y el tren; todo aparece limpio la mayor parte del tiempo. En la noche la población deposita en los contenedores, diseminados y no muchos, y a la mañana está limpio.
Por el Arq. Luis Fabre
luisfabre@gmail.com
Foto: ntcdelmundo.blogspot
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