Glenn Greenwald, el periodista norteamericano de 46 años que ayudó a Edward Snowden a revelar el caso masivo de espionaje de la agencia NSA, estuvo en Madrid presentando su libro «Sin un lugar donde esconderse», de Ediciones B. Expresando que hoy; «El miedo de la prensa a desafiar al poder político es la gran crisis del periodismo»
Manifestó a la prensa que “cree que aún está por ver el verdadero impacto de las revelaciones, pero asegura que el sacrificio ha valido la pena por el debate internacional generado en torno al derecho a la privacidad y por el reciente proyecto de ley aprobado por el Senado de EE.UU. que limita las escuchas masivas. También cree que empresas tecnológicas como Google y Facebook se han dado cuenta de hasta qué punto su negocio puede verse perjudicado si siguen colaborando con la Agencia Nacional de Seguridad”.
Para Greenwald esta historia se inició cuando; “llevaba nueve meses colaborando con el diario británico The Guardian cuando el 1 de diciembre de 2012 recibió un email de un tal ‘Cincinnatus’. El hombre que se escondía tras el apodo de este gobernador de Roma -modelo de virtud cívica- le prometía un bombazo informativo: la mayor filtración de la historia de la Inteligencia norteamericana. Así empieza el relato de su último libro, Snowden. Sin un lugar donde esconderse, que presenta estos días en Madrid.
Cincinnatus se reveló meses después como un joven de 29 años, delgado, pálido y casi imberbe que, por contraseña, sostiene un cubo de Rubik en el lujoso hotel Mira de Hong Kong. Greenwald no podía creer que alguien tan joven fuera la fuente anónima que había demostrado hasta ahora unos conocimientos y una madurez pasmosa. Se quitó la piel de periodista y se puso la otra, la del abogado especialista en libertades civiles que fue, y le tomó declaración como si fuera un testigo. Comprobó que no mentía. Sus convicciones morales eran intachables. Las pruebas, incontestables. Y esta respuesta sobre los motivos para convertirse en un «chivato» terminó por convencerle:
«La verdadera medida del valor de una persona no es aquello en que dice que cree, sino lo que hace para defender esas creencias».
Durante los 11 días siguientes trabajaría con Snowden sin descanso para dar formar a una serie de exclusivas sobre cómo la Agencia Nacional de Seguridad se cuela en los ordenadores y teléfonos móviles de ciudadanos de todo el mundo en nombre de la Seguridad Nacional.
“Todo el mundo sabe que el gobierno tiene que vigilar y proteger al país, pero no puede haber una vigilancia en masa, indiscriminada, a toda la población como si todos fuéramos potenciales terroristas. Eso no tiene nada que ver con la seguridad nacional y hace más difícil encontrar a los verdaderos terroristas. Y EE.UU. lo sigue haciendo”, lamenta.
El periodista fue recibido por el Colegio de Abogados de Madrid que aprovechó la ocasión para condecorarle por la defensa de los intereses generales de los consumidores, las libertades públicas, su contribución a la transparencia internacional y la libertad de información.
Lo que se puede ver en el video que ofrecemos a continuación fue la conferencia de prensa que el Colegio y el eldiario.es organizaron al recibir Greenwald.
Por Glenn Greenwald
Periodista norteaméricano
La ONDA digital Nº674
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