Según mis recuerdos, nunca se ha conmemorado de una manera tan intensa y diversificada como este año el aniversario del golpe de Estado del 27 de junio de 1973 y de la gloriosa huelga general de la clase obrera que lo enfrentó desde la primera hora en la más completa unidad y junto con la juventud estudiantil que ocupó facultades y liceos del mismo modo que los obreros ocupaban las fábricas y talleres. Y es muy bueno que haya sido así. Sobre todo con destino a las jóvenes generaciones que no vivieron esos episodios, los cuales deben mantenerse presentes para siempre en la conciencia colectiva, reviviendo la consigna señera: “Nunca más dictadura; nunca más golpe de Estado”.
Fue ésta la primera vez en los 41 años transcurridos desde el golpe que se conmemoró el “Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia”, de acuerdo con una ley que lleva el Nº 19.211 y culminó su trámite en el Parlamento el pasado 6 de mayo, con la aprobación de todos los sectores políticos, siendo promulgada por el Poder Ejecutivo el 14 de mayo. La ley da nombre a la jornada y se propone “honrar la memoria de quienes defendieron la libertad y la plena vigencia del Estado de Derecho”; considera “de interés general que el sistema educativo proceda a divulgar el rol de los ciudadanos, partidos políticos y trabajadores uruguayos nucleados en la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) y otras organizaciones en oposición al golpe de Estado, en la convocatoria a la Huelga General”; encomienda a los órganos legislativos organizar actividades públicas para la evocación de estos hechos, lo cual se extiende asimismo a las emisoras del SODRE (Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos).
Todo esto se cumplió de manera exhaustiva y brillante en la jornada del pasado viernes 27 de junio. Se destaca en tal sentido la cadena nacional de radio y televisión concedida a la central obrera PIT-CNT y que se difundió a las 20 horas de la fecha señalada. Quiero destacar especialmente la calidad y el alto nivel de esta contribución de la central única dirigida a todo el país. En esos 7 minutos concentrados se reseñaron los hechos fundamentales y sus antecedentes, en particular el compromiso de la central obrera, a raíz del golpe de estado del 31 de marzo de 1964 en Brasil, de decretar la huelga general ante cualquier intento golpista en nuestro país. Con imágenes y conceptos de amplitud democrática fueron desfilando la reunión de Bordaberry con los mandos militares, el solitario respaldo de Pacheco Areco a los golpistas, la carátula de los diarios el día del golpe, la histórica sesión del Senado previa a la ocupación del Palacio Legislativo por las tropas al mando del Goyo Álvarez con los discursos de Wilson Ferreira, Hierro Gambardella, Enrique Rodríguez y otros, los presos del Cilindro Municipal, episodios de la huelga general, de las fábricas ocupadas y de la resistencia popular con fotografías de Aurelio González, y como corolario la frase del gran poeta español Antonio Machado: “En los trances duros los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera pero la compra con su sangre”.
En la misma fecha, el SODRE reprodujo un notable programa difundido el año pasado, en ocasión del 40º aniversario el golpe, con opiniones del dirigente de la central obrera en aquella época Wladimir Turiansky, de los historiadores Gerardo Caetano y Carlos Demasi, de los escritores Washington Benavides y Mario Delgado Aparain, del médico psicoanalista Marcelo Viñar, de la docente Varia Markarian, reapareciendo también las imágenes del oficial de la Armada Oscar Lebel en abierto desafío a los golpistas.
Asimismo, el PIT-CNT organizó en su sede central una mesa redonda bajo la consigna “Nunca más 1973”, con la participación de su dirigente Marcelo Abdala, de Wladimir Turiansky y del rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, en aquel entonces dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU).
Del mismo modo, en algunos centros de enseñanza se realizaron actividades recordando las acciones contra el golpe de Estado, según una normativa del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Por la tarde, varias organizaciones estudiantiles se concentraron en la Plaza Libertad para recordar la fecha y renovar el repudio al golpe de Estado.
Tanto en Montevideo como en Maldonado se instalaron en esta fecha nuevas Marcas de la Memoria para recordar hechos de la resistencia al golpe. En la capital, se ubicó la marca en la Cooperativa Mesa 2 de FUCVAM; y en Maldonado se inauguró la primera Marca de la Memoria en el departamento, en homenaje al desaparecido militante Horacio Gelós Bonilla.
Se registró asimismo otra actividad de alto valor simbólico en Montevideo: un conjunto de ex presas políticas de la dictadura visitaron la cárcel de Punta Rieles donde estuvieron recluidas y realizaron, por segunda vez, un acto bajo la consigna: “La historia no se olvida”, con la particularidad de que en el mismo participaron personas que actualmente están recluidas en ese centro penitenciario.
En esta fecha el decano e investigador Álvaro Rico señaló en entrevista radial que a 41 años del golpe se siguen presentando denuncias sobre detenidos desaparecidos en la época de la dictadura.
Estas son algunas de las actividades realizadas en esta fecha que hemos podido recoger, a las que se suman múltiples declaraciones de dirigentes políticos y sociales en las redes, todo lo cual justifica nuestra afirmación de que este año la conmemoración alcanzó niveles muy destacados y que ello marcará su sello en las jóvenes generaciones. Para que todos sepan lo que pasó, y no se olvide nunca.
Ha sido ésta además una ocasión para que cada uno rememore sus propias vivencias de aquellos días. Yo tengo varias que me han quedado prendidas en el recuerdo, para siempre. Quiero compartir con ustedes algunas de ellas.
La primera es la conferencia de prensa del ministro del Interior, coronel doctor Néstor J. Bolentini, en la mañana del golpe. Yo había estado hasta la madrugada en la sesión del Senado antes referida, en el despacho del senador Enrique Rodríguez. Fui convocado en mi carácter de redactor responsable de “El Popular”. Bolentini hizo una cínica justificación del golpe, y en particular del decreto que prohibía a los medios, bajo pena de clausura, “atribuir intenciones dictatoriales al Poder Ejecutivo”. Posteriormente supe que ese decreto era copia textual de una disposición de la dictadura de Gabriel Terra en ocasión del golpe de Estado del 31 de marzo de 1933. Me notifiqué del mismo conjuntamente con Daniel Rodríguez Larreta, redactor responsable del diario “El País”, que se transformó en vocero de la dictadura, conjuntamente con “El Día”.
Otro hecho que me queda en el recuerdo es el acto en el anfiteatro de la Facultad de Medicina, en los días de la huelga general y la ocupación de los centros de estudios, en que hablamos Aurelio González y yo. Aurelio dio a conocer un hecho sensacional, que acababa de ocurrir: los trabajadores de ANCAP, en medio de la huelga, habían logrado apagar la llama que está siempre prendida. Algunos estudiantes subieron a la planta alta y lo verificaron. Fue uno de los actos relevantes de resistencia a la dictadura, que tuvo enorme repercusión y levantó el ánimo de todos los huelguistas.
Pero los hechos más emotivos los vivimos en las fábricas textiles ocupadas de la Curva de Maroñas, que fuimos recorriendo en días sucesivos. Allí estaban ocupando las obreras textiles, acompañadas por sus hijos, y preparaban las grandes ollas de comida para todos, con los alimentos que proporcionaban los habitantes de la zona. La consustanciación de la población, de todo el vecindario, con los trabajadores huelguistas, era absoluta y total. Un hecho maravilloso, repetido en cada una de las fábricas. Esa solidaridad con los huelguistas se manifestó también cuando entraron las tropas a desalojar las fábricas: los vecinos rodearon a los trabajadores, evitando que fueran reprimidos, y los acompañaron cuando las fábricas se volvían a ocupar, como ocurrió a lo largo de esos 15 días hasta que se dio orden de replegarse en orden, conservando todas las fuerzas y pasando a otras formas de lucha, junto al movimiento popular y a los partidos y sectores políticos democráticos que en acción mancomunada habrían de poner fin a la dictadura. Para ello debieron transcurrir doce años, que fueron de sufrimiento pero a la vez de resistencia y de lucha permanente por la recuperación democrática.
Hay otros muchos hechos, pero selecciono éstos porque me parece que dan la tónica de aquellos días inolvidables que quedaron en la historia. Para que nunca se olviden y para que jamás se repitan.
Por Niko Schvarz
Periodista y escritor uruguayo
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