Hace algunas semanas atrás nos referimos, en la Junta Departamental y en esta misma columna, a lo que entiendo es una concentración de actividades y construcciones en el Parque Rodó de San José.
La semana pasada trascendió en prensa[i] que estaría todo listo para construir el estadio de Baby Fútbol. Otra vez en el parque. La noticia me inquietó, ya que además afirma que la licitación pública está adjudicada y pendiente del visto bueno del Tribunal de Cuentas. O sea ¿no hay marcha atrás?
La primera cuestión es si San José necesita un estadio de Baby Fútbol antes que otras instalaciones deportivas, como por ejemplo un polideportivo cerrado. En la misma nota de prensa se explica que esta obra sería pospuesta por “recortes” presupuestales. En la inversión de los dineros públicos se podría consultar a la ciudadanía en temas que tanto nos atañen; sobran ejemplos en las ciudades del país. Sin embargo, no voy a entrar en esta discusión ahora.
En segundo lugar, es preocupante la locación que se le dará al estadio, y aquí sí voy a polemizar. ¿Cómo se llega a definir que se ubique en el Parque Rodó? ¿Por qué motivos? ¿Quién/es lo decidieron?
Cualquier construcción de un espacio público nuevo, que tendrá diversas actividades y concentrará público, tiene un impacto en la ciudad a ser tenido en cuenta desde el punto de vista urbanístico. ¿No podría ser interesante para el Sur de la ciudad tener este estadio? Alrededor de un espacio público de esta naturaleza se generan comercios, se ilumina el barrio, se hacen vías de acceso que luego son usadas por toda la población. ¿No sería conveniente para una ciudad que crece como San José, contar con este estadio en una localización diferente y potenciar otra zona de la ciudad?
Volvamos al Parque Rodó: pista de kart vallada, canchas deportivas valladas, quinchos con parrilleros vallados y hostería que amplía su predio cada vez más, vallado. Ahora tendremos otro espacio más vallado en lo que representa el lugar natural de la ciudad, el pulmón donde sus habitantes se conectan (¿conectaban?) con la naturaleza.
Imagino que esté previsto en la obra dónde van a estacionar los autos que vayan a ese estadio. ¿Acaso ocuparán los caminos del parque y se subirán a los diferentes predios de césped?
Imaginemos que se juegan las finales de distintas categorías de baby fútbol y, en una estimación baja -porque es la final y va toda la familia de cada niño -, asisten 500 personas al evento. ¿Cómo será el tránsito dentro del parque en esos días? ¿Por dónde circulará la niña que está aprendiendo a andar en bicicleta o el jubilado que está haciendo su caminata diaria?
Creemos que los espacios públicos de las ciudades deben pensarse más y mejor. Teniendo en cuenta la participación e inclusión ciudadana, el desarrollo urbano de la ciudad y la convivencia con el medio ambiente. La ciudad es donde se desarrolla la vida cotidiana y convive -que quiere decir vive con- la población urbana y los espacios públicos son los lugares por excelencia donde los habitantes ejercen ciudadanía.
El departamento de San José tiene algo más que un parque en la ciudad capital. A otras ciudades con gran necesidad de espacios públicos (el baby fútbol se juega en todo el departamento), también les vendría muy bien una obra de estas características. Sería interesante que las autoridades del ejecutivo revisen las prioridades y alguna vez democratizaran las decisiones. En este tipo de ejemplos, apelar a los presupuestos participativos sería una política pública que coloca en el centro a la gente.
[1] Diario Primera Hora Lunes 27/03/2017
Por Ana Gabriela Fernández
Edila en la Junta Departamental de San José. Actriz egresada de la EMAD y Educadora Social. Doctoranda en estudios de Género en la Universidad de Oviedo. Docente e investigadora en el Programa Género y Cultura de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
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