“Las cosas importantes no son las que aparecen a primera vista y hay que buscarlas con mayor profundidad.(Claude Levi-Strauss)/
En la evolución de la sociedad humana sobre el globo, es necesario abordar lo relacionado con el salario desde el punto de vista de la vida toda, evadiendo los moldes culturales impuestos respecto al trabajo. Así el planteo de disminución de la jornada de 8 a 6 horas de trabajo, realizado por el PIT.CNT, histórico representante de la clase obrera en Uruguay, debe ser entendido en el desarrollo de la sociedad en su conjunto.
Navegando en la complejidad
Es de toda actualidad que con el continuado avance tecnológico, los bienes materiales son producidos en cantidad ( y calidad?) creciente, dando por terminado el mito del pleno empleo y la creciente escasez del mismo. Si el aumento de la producción es acompañado por una disminución relativa de tiempo de trabajo, es justo que el trabajador participe, en una visión más amplia, en la distribución de beneficios logrados por toda la humanidad, independientemente de empresarios y patrones.
Asimismo, como la tecnificación de los medios de producción escapa a la comprensión del ser humano que los maneja, produciendo una renovada alineación, ésta debe ser neutralizada por la participación de los individuos en un ámbito mayor que el del trabajo. La disminución en las jornadas del trabajo necesario a la creación de riquezas, promueve una mayor utilización de tiempo en el ocio, el entretenimiento, el deporte y toda tarea que equilibre y haga una vida más plena.
Aún desde una visión reducida, es también una medida hacia una sociedad solidaria en la distribución del trabajo disponible, dando oportunidades y cabida a otros en el mismo. Está claro que el libre albedrío en la utilización del mayor tiempo disponible incluye la elección de tomar más trabajo, de ahí la necesidad de una toma de conciencia social sobre la extensión solidaria de los beneficios de una medida como esta.
Habría que considerar, lo cual escapa a la profundidad de este artículo, el crecimiento simultáneo del trabajo social, que implica beneficios de realización personal a quien lo ejerce y una distorsión de los regímenes horarios de la actividad industrial por lo cual la disminución de la jornada de trabajo propuesta no debería generalizarse.
Un objetivo como sociedad
En el horizonte aparece la renta universal que leí por primera vez en el libro “Imperio” de Hardt y Negri y encuentro renacida en la acepción del premio Nobel Fernando Savater “como la renta básica de ciudadanía” argumentando: “por mas individual y personal que sea la iniciativa que enriquece a los unos, la creación misma de abundancia es un proceso social del que nadie debe verse plenamente descartado por sus circunstancias personales o por las exigencias del mercado.”(1)
“Heredarás la tierra”
La renta universal es el requisito para una sociedad sin excluidos. Pues los derechos humanos, más allá de cómo los concibe la ideología dominante, deben satisfacer necesidades y libertades inherentes a todos, sin contrapartida de obligaciones. Solo así se protegerá al más débil y se incluirá en la vida plena a todo ser humano por el mero hecho de haber nacido. Pero más aún, tendríamos todos, más allá del contexto en que asomamos a la vida, un mayor grado de libertad para realizarnos en el ámbito global de un mundo sin duda más solidario.
(1)“Los desafíos del nuevo milenio” Daniel Ulanovsky. Prólogo.Ed.Aguilar.
Por el Arquitecto Luis Fabre
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