Relación del psicoanálisis con la Filosofía

Tiempo de lectura: 3 minutos

Durante el desarrollo del ll Congreso Internacional de la Sociedad Filosófica del Uruguay, La ONDA digital dialogó con la Psicoanalista Raquel Capurro que intervino con la ponencia “Diga lo que se le vaya ocurriendo”. Lo que sigue son los aspectos salientes de ese diálogo.

– ¿Qué importancia tiene en un coloquio de Filosofía, relacionarla con el psicoanálisis?
– Quizás hay que situarse – a partir de la Filosofía –, no tanto como una disciplina ya constituida, sino en la historia de Occidente, el pensar los problemas centrales del ser humano. Las preguntas de siempre: ¿quién soy?, ¿cómo vivo con los demás?, ¿qué es este mundo que me rodea? Todo esto ha ocupado desde siempre, desde Grecia y desde ahí en adelante, a muchos seres humanos que se llamaron “filósofos”, “amigos de la sabiduría”. No creo que el psicoanálisis pueda ignorar todo ese movimiento que, si bien en el momento en que surge el psicoanálisis estaba rodeado de un ambiente positivista que sospechaba de la Filosofía (y esa fue, un poco, la actitud de Freud, más allá que igual estaba imbuido por las condiciones filosóficas de ese medio), creo que la Filosofía y los filósofos somos los tutores naturales de cualquiera que reflexiona sobre el ser humano. Y la práctica del psicoanálisis no está por fuera de eso.

– ¿O sea que usted hoy no le colocaría sujetos de trabajo distintos?
– Si, las prácticas son distintas. La práctica filosófica es, fundamentalmente, una práctica teórica. La práctica analítica es una práctica práctica, en el buen sentido fuerte de la palabra. Es una práctica con el otro, en base a una demanda de ser escuchado, de que se produzca el análisis y sobre esa práctica, el psicoanalista después piensa, reflexiona y escribe y después hace teoría. Pero hay una práctica específica del psicoanálisis.

FILOSOFIA

– ¿Cómo andamos los uruguayos con respecto al psicoanálisis?
– El psicoanálisis, en el Uruguay, entra en la década del 50, a través de una serie de figuras importantes que van a crear la Asociación Psicoanalítica del Uruguay. Eso marca toda una línea de trabajo, donde fue muy importante la influencia de Melanie Klein y donde se ha forjado un gran número de psicoanalistas de nuestro medio. En los años 70 y 80 irrumpe el pensamiento de Lacan, que – como se sabe – está en ruptura con la Asociación Psicoanalítica Internacional de la que fue expulsado como miembro (poniendo de su parte para ello con su original experiencia). Y, desde entonces, en Montevideo y en el Uruguay, existe un grupo de psicoanalistas, tanto en la Escuela Freudiana de Montevideo, como la Lacaniana (a la que yo pertenezco), que trabajamos con psicoanalistas en líneas distintas a las que se formaron, directamente, en la Asociación Psicoanalítica Internacional fundada por Freud.

– El psicoanálisis en relación a la parte terapéutica, ¿cómo lo recepciona la sociedad uruguaya?
– Yo he visto la evolución de la escasa demanda que había hace 30 años de tratamiento a hoy en día, en que es muy común la demanda de tratamiento o el malestar que hace que la gente busque ser ayudada.

– ¿Buscan más a los psicoanalistas o a los psicólogos?
– Depende. El psicoanálisis no es un tratamiento rápido y breve. Se supone que alguien que está mal, o que ha tocado fondo, o bien desea cuestionar a fondo su vida. Y eso tiene efectos terapéuticos. El que está apurado por definir síntomas, no va a psicoanalizarse. Quien está dispuesto a hacer un largo camino de interrogación y de encontrarse a sí mismo, puede que busque al analista. También está el hecho que para formarse como psicoanalista, hay que psicoanalizarse.

Raquel Capurro
Psicoanalista.

La ONDA digital Nº 686 (Síganos en Twitter y facebook)

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.

Otros artículos del mismo autor: