“Vine para que hagan mierda a Tabaré Vázquez” Palabras de Pedro el sin apellido, al coordinador programático del PN, ayer cuando quedaba consagrada la coalición de derecha para la segunda vuelta.
Mucho se analizará desde hoy, con resultados en la mesa. No cambió tanto el país, los uruguayos somos más bien lentos para eso, y si bien a veces no es bueno, cuando de lo que se trata es lo de refrendar caminos que han demostrado ser buenos para el país, es saludable.
En grandes trazos el bloque de pueblo que respalda al FA, se mantuvo. Creo además que la irrupción de pueblo movilizado y de miles de frenteamplistas, convencidos, politizados y sobre todo activos, fueron los grandes responsables de doblarle la mano a la derecha en su embestida final.
Estos miles de frenteamplistas dejaron mal paradas a todas las encuestas. “torcieron las tendencias” que los especialistas con gráficas multicolores se encargaron de exponer y….equivocarse.
Los cambios en la votación fueron muy pequeños. Me parece que eso mismo después de 10 años de gobierno es una clara aprobación de la mayoría de la sociedad. Mantener el voto es elegir “esto y no aquello”. Con el pequeño detalle que “aquello” es Lacalle-Bordaberry. Creo que las pocas cosas novedosas e importantes en mi opinión fueron 3.
En primer lugar, la derecha uruguaya nos trajo un caballo de Troya de regalo. Detrás de la inseguridad y el miedo envuelto, cuando no, en el vivir en paz, sometieron a plebiscito una propuesta mentirosa pero tentadora. Desde un problema sentido y no resuelto escondieron su manera de pensar, represión y cárcel. Con esto pretendieron hacer campaña, les fue mal, muy mal.
Como contracara y como aspecto realmente saliente, la juventud uruguaya encabezó la respuesta conceptual más audaz, inteligente y sobre todo reflexiva que hayamos visto. Escaparon al cepo sectorial, se permearon por toda la sociedad y desde una realidad muy adversa ayudaron a que toda la sociedad uruguaya pensara seriamente sobre que votar.
La voluntad soberana, fue profundamente pensada, la muchachada puso a pensar a todos los uruguayos. Nos obligaron a ser sensatos, realmente cambiaron la opinión de la mayoría. Esto en mi opinión fue el gran cambio.
El segundo aspecto que yo destaco es la irrupción de pueblo en las calles, la política abandonó los televisores, las gráficas, las tendencias de opinión y las mesas de los analistas y fue convicción de miles defendiendo sus ideas. Las sucesivas enormes demostraciones en las calles creo que inclinaron la balanza, las más de cincuenta mil personas en la marcha de NO A LA BAJA. Poco antes el paro con movilización del PIT CNT, con miles de trabajadores. El TRÉ, en la intendencia donde un jingle de campaña fue sonido de mil tambores y miles de voces. Como si faltara más, el pueblo frenteamplista se pintó la cara, sacó todas las banderas que faltaban y salió en el acto final. La pueblada en la rambla no dejó dudas. Estamos cambiando el país.
Finalmente y como aspecto nada menor creo que se está consagrando el alineamiento conceptual de la derecha, las viejas divisas están siendo una traba para su reagrupamiento y están dando pasos para su conformación. Las palabras de Pedro, son clarísimas, la coalición con la que nos disputarán Montevideo, los ensayos que hicieron en el interior para cerrarnos el camino a las intendencias se profundizará. Sobre todo ahora que los votos nos pusieron primeros en muchísimos departamentos del país.
Por Walter Martinez
Columnista uruguayo
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