La ruta 67 está regada de viñedos, fundamentalmente a la altura del km 30, paraje Canelón chico. Nos convocaba una movida de jóvenes colorados desencantados y olvidados por su partido. Jóvenes que tocaron puertas en busca de un lugar para sumar sus ganas de hacer algo por el país. Batllistas que no quieren renunciar a su condición de tal pero que necesitan hacerse oír y empujar a un proyecto de país del que su partido carece. Son jóvenes colorados y batllistas que apoyaron el Sí a la baja, pero a los que no se les cuestiona sino que se les acepta para compartir y trabajar en las coincidencias, discutir las discrepancias y construir el mejor proyecto de país posible. Ellos representan a muchos más que, buscando un lugar para hacerse oír, encontraron una puerta abierta para forjar un rincón de ideas propias con sentido colectivo fraternal y frenteamplista. Bienvenidos!
Son otros Sanguinettis…
Juri Sanguinetti tiene 32 años y es uno de los referentes de un conglomerado de jóvenes colorados desencantados con el rumbo que tomó el partido de Don José Batlle y Ordóñez. Muchachos que se cansaron de esperar respuestas -que nunca les dieron- y buscaron otro lugar donde expresarse. Tras una discusión interna, procesaron su decisión y optaron por el Espacio 609, donde encontraron un rincón de luz para poder forjar un camino propio sin renuncias ideológicas, pero con la consigna clara de empujar juntos un proyecto de país.
La convocatoria impresionaba, más de un centenar de asistentes daban una señal inequívoca de la representatividad de estos audaces colorados que se resistían a ser funcionales a un sistema que los ignoró siempre. Con la valentía que significa dar ese paso, mucho más para quienes lo hacen desde una estructura tradicional y conservadora, enfrentaron el desafío y concretaron su primer objetivo.
En la instancia los acompañaron referentes como Ernesto Agazzi, Eduardo Bonomi, el hoy intendente canario, Yamandú Orsi, y el electo diputado por Canelones, Nelson Larzábal.
A su turno, cada uno supo darles la bienvenida, destacando el gesto valiente de pujar el cambio y manifestar su apoyo explícito a Tabaré Vázquez así como a Yamandú Orsi en las departamentales de mayo de 2015.
Abriendo el acto, el propio Juri Sanguinetti expresó el porqué del paso y cómo fue recibido por quienes no les pidieron nada a cambio. A sabiendas que al hacerlo iban a encontrar resistencias de correligionarios que no aceptarían la decisión. Junto a un grupo de amigos, colorados como él, dijeron basta a una forma de hacer política que no les convencía. Así comenzaron a digerir una decisión que terminaría dando lugar a esta instancia.
Uno podría preguntarse las razones que impulsaron a estos jóvenes a dar tremendo salto político. La respuesta puede ser que se encontraron con otra forma de hacer política, donde prima el objetivo común antes que los cargos; donde está primero el proyecto país, ese que se comparte y por el que hacemos causa común todos los frenteamplistas.
El “flaco” Agazzi tuvo el honor de dar la bienvenida al grupo, y lo hizo con la humildad que y la sencillez expresiva lo caracteriza. “Si el FA creció fue porque sumó a uruguayos de todos los partidos, uruguayos como ustedes que creyeron en nuestro proyecto político… negarlo sería irreal”.
Al tiempo de Bonomi, este hizo referencia al apoyo al Sí a la baja de estos jóvenes colorados, y expresó que lejos de significar una diferencia irresoluble, sería un punto de análisis de alternativas en procura de una solución al tema. Son necesarias las visiones diferentes para encontrar el punto medio que nos acerque y nos de garantías de conformidad a la mayoría. Aún marcando la diferencia puntual con aquella campaña, se necesitan diferentes visiones para aportar a la solución.
Esa forma de aceptar al otro, esa manera de dar la acogida a quienes estaban -hasta ayer- en otras tiendas, marcan un diferencial de peso que explican que la fuerza política que se apresta a repetir gobierno por tercera vez, siga acumulando voluntades.
Pero claro que, también es cierto que hay un camino de certezas recorrido, un caudal de confianza generado por dos administraciones que revalidan crédito con una ciudadanía que les otorgó la mayoría nuevamente.
Con esas credenciales y esta forma de hacer política, hay una refundación inevitable que sigue acumulando uruguayos comprometidos a construir un país mejor…
el hombre abrió la puerta,
el perro ladró una bienvenida…
Por El Perro Gil
Columnista uruguaya
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