Ante un nuevo avance popular

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Falta poco. El próximo 1º de marzo Tabaré Vázquez asume la Presidencia de la República, que le será entregada por el actual presidente José Mujica. Este solo acto nos lleva a la reflexión y a recordar que hace 10 años la izquierda asumía por primera vez la Presidencia de la República. En esos años el país cambió y a la vez se consolidó como fuerza de progreso y de realizaciones. Es que muy lejos quedaron aquellas décadas de crisis, de retrocesos, de violencia y de dictadura.

Tres dirigentes del frenteamplismo fueron los grandes protagonistas de los cambios: Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori. Pero fundamentalmente detrás del accionar de estas tres personalidades está un pueblo que acumuló fuerzas desde la década del 60 donde confluyeron grandes movimientos sociales como sectores dispersos de la izquierda que muchas veces demoraron en encontrarse. Pero en 1971, un 5 de febrero, los dirigentes de la época encontraron un lenguaje unitario y dieron un paso adelante construyendo una fuerza política unitaria,, amplia, con capacidad para nuclear diversas vertientes del pensamiento y el accionar progresista. Fue así que nació el Frente Amplio bajo el liderazgo del general Líber Seregni, además de la presencia activa y comprometida de sectores desprendidos de los partidos tradicionales y de la Democracia Cristiana. La izq1uierda y el progresismo encontraron así una misma casa para participar, que multiplicó sus fuerzas desde la creación del Encuentro Progresista.

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Hoy esos tres dirigentes- Vázquez, Mujica y Astori- tienen la responsabilidad de continuar actuando con aquel pensamiento unitario, porque lo avanzado en los últimos 10 años solo va a sobrevivir en la medida que la pequeñez humana no termine fagocitando la recreación de aquellos años que permitieron construir las bases del futuro que se avecina.

La derecha ya está jugando fuerte, buscando profundizar las posibles diferencias existentes entre Vázquez y Mujica, intentando con ello dividir al Frente Amplio. Hasta ahora son solo gestos desesperados, mañana no lo sabemos. Pero lo que si sabemos es que la coalición de izquierda necesita de Tabaré y de Pepe, como de Danilo.

Es claro que las cuestiones de gobierno habrá que resolverlas con espíritu fraterno y unitario, pero es fundamental que ese mismo espíritu fraterno se refleje en el Frente Amplio, en cada uno de sus adherentes y militantes, para que se exprese un nuevo avance popular.

Por Raúl Legnani
Periodista y maestro uruguayo
Urumex80@gmail.com

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