Reunida en sesión extraordinaria el sábado 14 en su sede central en Quito, en la mitad del mundo, bajo la presidencia del canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa, la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) resolvió, por decisión unánime de sus 12 países integrantes, rechazar “la amenaza injerencista” contra Venezuela que significa el decreto ejecutivo del gobierno de los Estados Unidos del 9 de marzo y exigir “la derogación del citado decreto ejecutivo”. Tras dar lectura a la declaración final, Nin Novoa expresó que la misma refleja “la unión de los países de la región” ante la injerencia del gobierno de Barack Obama en los asuntos internos de Venezuela.
Al inicio de la sesión, el secretario general de UNASUR, el ex presidente colombiano Ernesto Samper, enfrentó directamente la decisión del presidente Obama, al declarar: “Los principios capitulares que dieron origen a la UNASUR son la preservación de esta región como una zona de paz, el fortalecimiento de la democracia y garantizar los derechos humanos. Todos los Estados miembros de UNASUR, sin excepción, en desarrollo del Tratado Constitutivo, rechazan cualquier intento de desestabilización de la democracia de orden externo o interno en el hermano país”.
Se trata en suma de una respuesta unitaria y contundente a la decisión injerencista y amenazadora del gobierno de Estados Unidos, y como tal ha sido valorada en el mundo entero. Responde al mismo espíritu que animó las grandes manifestaciones populares que desfilaron en estos días en Brasilia y otras ciudades brasileñas, en Buenos Aires, en La Paz, en Managua, en La Habana, y se extendieron hasta Madrid y Beijing, entre otras muchas.
La categórica declaración final, votada en forma unánime por los cancilleres de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, establece: “Los Estados miembros de la Unión de Naciones Suramericanas manifiestan su rechazo al Decreto Ejecutivo del gobierno de los Estados Unidos de América, aprobado el 9 de marzo de 2015, por cuanto constituye una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados. Los Estados miembros de UNASUR reafirman su compromiso con la plena vigencia del Derecho Internacional, la solución pacífica de controversias y el principio de no intervención, y reiteran su llamado a que los Gobiernos se abstengan de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que contravengan el Derecho Internacional”.
En el párrafo siguiente se solicita la derogación de la mencionada decisión del gobierno de EEUU, en los siguientes términos: “UNASUR reitera su llamado al gobierno de los Estados Unidos de América para que evalúe y ponga en práctica alternativas de diálogo con el gobierno de Venezuela, bajo los principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos. En consecuencia, solicita la derogación del citado Decreto Ejecutivo”.
En su activa participación en este cónclave, el secretario general de UNASUR tuvo además el mérito de ubicar el tema en el contexto actual del continente, en particular de la relación de Cuba con la región y de las perspectivas que abre la próxima Cumbre de las Américas a efectuarse el mes próximo en Panamá, así como de los esfuerzos efectuados precedentemente por los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador por abrir caminos de diálogo en Venezuela. Estas fueron sus palabras: “No es una buena señal que precisamente antes de la Cumbre de las Américas y cuando nos aprestábamos a celebrar el regreso de Cuba a este escenario, los Estados Unidos intervengan unilateralmente en los asuntos internos de Venezuela y descalifiquen los esfuerzos de la Comisión de Cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, quienes tras la visita del pasado viernes 6 de marzo abrieron camino al diálogo político que estaba cerrado hace más de un año. No es el camino del unilateralismo, la confrontación y la polarización mediática los que conseguirán que Venezuela salga adelante. Los venezolanos y solo ellos deben encontrar los caminos para salir de esta encrucijada sin poner en riesgo ni la paz ni la democracia”.
Hizo alusión asimismo a las próximas elecciones legislativas que tendrán lugar este año en Venezuela. En este punto fue particularmente enfático el presidente Nicolás Maduro, tanto en su alocución desde el Palacio de Miraflores como en su posterior comparecencia ante la Asamblea General legislativa, a la cual le solicitó una ley habilitante para hacer frente a las amenazas intervencionistas, logrando la autorización por casi las dos terceras partes de los votos. Samper expresó su esperanza de que las próximas elecciones legislativas en Venezuela lleguen a feliz término. “Creemos que es el mejor escenario –manifestó- para que se confronten las diferencias políticas y se diriman las controversias. Hacemos un llamado a la oposición para que ejerza a través del proceso democrático su legítimo derecho al disentimiento. Es esencial para UNASUR que las diferencias se tramiten de una manera democrática, pacífica y dentro de la Constitución y la ley”. La Comisión de los cancilleres señalados y el secretario general Ernesto Samper mantienen reuniones, a esos efectos, con el Consejo Electoral, el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía y los partidos políticos de oposición de Venezuela.
Calificadas personalidades condenan a EEUU
Las expresiones de condena a la actitud injerencista de EEUU se suceden a ritmo de avalancha. Veamos algunas de las más características. El presidente ecuatoriano Rafael Correa expresó: “¡Cómo no rechazar con indignación esta barbaridad! En la época de las dictaduras de los años 70 eran algo habitual, pero hoy, en pleno siglo XXI…! El derecho internacional existe. Se esté o no de acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro, la dignidad más elemental nos obliga, como latinoamericanos, a rechazar tanta arrogancia, tanto unilateralismo, tanto imperialismo. ¡Ya basta! ¡Qué vergüenza!”. El presidente boliviano Evo Morales exigió al presidente Barack Obama que presente sus excusas a América Latina.
Teólogos brasileños de la Liberación como el padre franciscano Leonardo Boff y el obispo Pedro Casaldáliga, el padre nicaragüense Miguel d’Escoto, ex secretario general de la ONU, así como el obispo Thomas Gumbleton y el ex Procurador General de Estados Unidos, Ramsey Clark, se dirigieron al presidente Obama para solicitarle que retire el decreto. “Calificamos su decreto como vergonzoso y profundamente hipócrita”, escriben. “Constituye a la vez una violación flagrante del derecho internacional en tanto amenaza con el uso de la fuerza a Venezuela y en tanto impulsa a sus agentes venezolanos para que continúen desestabilizando el país”.
Estas expresiones de condena se suman a las que desde la primera hora emitieron los gobiernos y fuerzas progresistas de prácticamente todos los países de la América Latina y caribeña y de naciones de otros continentes.
Una visión desde Europa.
Es interesante destacar que fuerzas políticas de la izquierda europea y sus órganos de difusión, que siguen muy de cerca y valoran ampliamente la evolución de la situación política en América Latina, en esta ocasión han subrayado la extraordinaria significación de la resolución de UNASUR y sus proyecciones de futuro.
Una de sus publicaciones titula: “Derrota de Obama: la totalidad de los gobiernos sudamericanos le reclama que retire su decreto contra Venezuela”. Comienza diciendo: “Derrota tremenda para Barack Obama y nuevo paso en la unidad y la soberanía latinoamericanas: todos los Estados miembros de la UNASUR reunidos en sesión extraordinaria en Quito manifestaron su rechazo unánime al decreto de Washington contra Venezuela porque ‘constituye una amenaza de injerencia y de violación de la soberanía y del principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados”. La extensa crónica detalla la intervención del canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa, y señala con agudeza que la declaración final, al subrayar la plena vigencia del derecho internacional, la solución pacífica de las controversias y el principio de no intervención, está aludiendo directamente a la posibilidad de un bloqueo económico o de una invasión militar contra Venezuela. En la nota se hace un resumen detallado de múltiples expresiones de solidaridad internacional con la revolución bolivariana ante la amenaza de agresión.
Maniobras militares defensivas
Este es precisamente hoy en día el centro de la cuestión. Entendiéndolo así, es que se desarrollaron el sábado 14 maniobras militares defensivas en todo el territorio venezolano, con participación de elementos civiles junto a la fuerza militar bolivariana. Dicen los titulares al respecto: “En alerta. Maniobras en medio de la tensión con EEUU. Venezuela muestra su fuerza con 100 mil hombres, jets y misiles rusos y blindados anfibios chinos”. El presidente Maduro siguió paso a paso el operativo y felicitó cálidamente a los participantes en las maniobras, que se extenderán a lo largo de diez días, abarcando a 80 mil militares y 20 mil civiles.
Leemos en una de las crónicas: “Desembarcos de infantería de marina en zonas de refinerías, prácticas de tiro de brigadas blindadas en el occidente, hacia la frontera con Colombia, y ejercicios con sofisticados sistemas antiaéreos conforman las maniobras, según informó el ministro de Defensa, general Vladimir Padrillo López”. También grupos de trabajadores de industrias básicas (siderúrgicas, refinerías, centrales eléctricas), organizadas en “unidades combatientes”, realizaron simulacros de defensa de sus sitios de trabajo y enfrentamientos a “saboteadores infiltrados”. Todo ello fue cubierto por la TV gubernamental.
El presidente Maduro declaró al respecto: “Felicito a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y al pueblo por los ejercicios conjuntos. Unión cívico-militar para seguir teniendo Patria y que nuestra tierra sagrada jamás sea tocada por la bota imperial”.
Por Niko Schvarz
Periodista y escritor
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