La muestra permanecerá abierta hasta el próximo 28 de junio en el Museo Picasso de Barcelona, acoge la exposición «Picasso/Dalí. Dalí/Picasso», la primera que explora la relación entre estos dos artistas, que reúne 78 obras, entre pinturas, dibujos, collages, esculturas y grabados, así como abundante documentación.
“Picasso es español; yo, también. Picasso es un genio;yo, también. Picasso tiene unos 72 años; yo, unos 48. Picasso es conocido mundialmente; yo, también. Picasso es comunista; yo, tampoco”. Un genial Salvador Dalí, en toda su plenitud, se dio un baño de masas (franquistas) en la desbordante conferencia que impartió en el Teatro María Guerro de Madrid en 1951 y se comparó con el gran Picasso, maestro y mentor al que le unía una relación compleja, de admiración, apoyo y rivalidad. Una relación llena de contradicciones (Picasso llegó a pagarle a él y a Gala su primer viaje a Nueva York) que la Guerra Civil tensó y que la dictadura acabaría dividiendo en dos bandos opuestos. (Vanessa Graell – El Mundo es)
Picasso y Dalí, dos genios cara a cara. “Franquista uno, icono de la II República el otro, Salvador Dalí y Pablo Picasso son tratados a menudo como figuras aisladas, sin ningún contacto y enfrentados por sus planteamientos políticos. Pero la primera gran exposición en el mundo que explora la relación entre ambos concluye que la realidad fue mucho más «amable» entre estos pintores y que el contacto entre ambos fue «significativo». Tanto, que los comisarios de la muestra ‘Picasso/Dalí. Dalí/Picasso’, del museo Picasso de Barcelona, afirman que la relación entre dos de los mayores genios de la pintura del siglo XX es uno de los «puntos de inflexión cruciales para la reciente historia del arte».
«Se estudia por primera vez la productiva relación que hubo entre estos dos gigantes y la exposición revela los momentos más ricos de su interacción sin esconder sus contradicciones», afirma el director del Museo Picasso de Barcelona, Bernardo Laniado-Romero. El primer contacto entre ambos creadores tuvo lugar en 1926, cuando el genio ampurdanés viajó a París para conocer a Picasso en su estudio de trabajo y se le abrió la mente al enfrentarse a un lenguaje tan nuevo como el cubismo.
El autor del ‘Guernica’ ayudó a Dalí durante los primeros años de la carrera del joven artista y, en la década de los treinta, uno y otro participaron en el proyecto surrealista. Los años en los que Dalí se instala en París, a finales de los veinte, representan una confluencia de los dos artistas, cuando los ambientes surrealistas son el escenario complejo de sus relaciones.
Según el director del museo barcelonés, entre ambos existió una historia de «admiración y acercamiento». Por razones de edad (Picasso era 23 años mayor), Dalí considera al genio malagueño como su «padre artístico», afirma. «Mantienen una relación asimétrica, consecuencia de la diferencia de edad. Es una relación llena de provocaciones y están muy pendientes uno del otro», afirma Montse Aguer, del centro de estudios dalinianos.
En este contexto, es célebre la conferencia que pronunció Dalí en 1951 en el Teatro María Guerrero de Madrid bajo el título «Picasso y yo». Acusó al malagueño de «matar la belleza del arte con su materialismo comunista», pero le pidió que regresara a España reconociéndole como «gloria de la pintura española, por encima de las ideologías divergentes». La respuesta de Picasso estuvo cargada de ironía: «Dalí tiene la mano tendida, pero yo sólo veo la falange».
Sus vidas se separan de manera casi definitiva tras la Guerra Civil, contienda que ambos retrataron: Dalí con la obra ‘Premonición de la Guerra Civil’ y Picasso con el ‘Guernica’, cuadro que en una ocasión el ampurdanés reconoció como la obra cumbre de la pintura, junto con la ‘Rendición de Breda’, de Velázquez. Tras la guerra, cada uno vive su particular exilio, en Francia Picasso y en Estados Unidos Dalí, y no hay constancia de que volvieran a verse, aunque según el comisario de la exposición, William Jeffett, del Museo Dalí de San Petersburgo (Florida), el ampurdanés siguió enviado cartas al malagueño. Eso sí, es posible que nunca obtuviera respuesta.
«El respeto humano y artístico se mantuvo, a pesar del distanciamiento político», señala Jeffett. “Existía una admiración mutua”, apunta. El comisario de la muestra mantiene que después de la Guerra Civil, Dalí referenció y homenajeó a Picasso a través de su obra. Y a partir de los años cincuenta, el trabajo de los dos artistas confluiría de nuevo en la confrontación con los grandes maestros de la historia del arte y con Velázquez en particular. Y es que, en esa época, ambos estaban ya pendientes de ocupar un lugar destacado en la historia del arte, de ahí su interés por el genio sevillano del siglo XVII.
Todas las etapas que relacionan a Dalí y Picasso tienen reflejo en la exposición a través de 78 obras. Son pinturas, dibujos, grabados y esculturas, procedentes de más de 25 museos. Destacan ‘La profanación de la hostia’, ‘Desnudo femenino’ y ‘Bañistas’, de Dalí, que por primera vez se exponen en Europa. Hay obras maestras de Picasso, como ‘Naturaleza muerta delante de una ventana’, ‘Grupo de desnudos femeninos’, ‘Saint-Raphaël’, ‘Copa de absenta’ o ‘Metamorfosis’. Los diálogos entre los dos artistas comparan sus versiones de ‘Las Meninas’, o los dibujos preparatorios del ‘Guernica’ y ‘Premonición de la Guerra Civil’”. (Cristian Reino para larioja com)
Por María Bustamante
En base a crónica de prensa y agencias
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