China entre 1978 y 2020 multiplicó su PBI en 8.600 %. No hay precedente en el mundo. Medido en paridad del poder adquisitivo pasó a ser la mayor economía mundial. China con 1400.000.000 de habitantes erradicó la pobreza, sacando de esa condición a 800.000.000, de los cuales 100.000.000 fue bajo la gestión de Xi Jinping, considerado como uno de los hechos más significativos en la historia de la civilización a nivel mundial.
La historia muestra, que a lo largo de su milenaria civilización, China no ha recurrido a la fuerza militar para agredir, invadir o forzar a otros países para someter los a sus intereses. Solo tuvo un suceso bélico, que fue cuando invadió Vietnam a fines de 1979, por la crisis en Camboya. Nunca más lo hizo y no lo piensa hacer.
EE.UU. principal enemigo de la humanidad, que si ha invadido países, apoyado golpes de Estado y cuanta dictadura hubo en América Latina; se ha encargado de sembrar la idea por medio de los medios de comunicación que controla directa o indirectamente, de que China es un país imperialista.
En realidad EE.UU. se resiste a perder la hegemonía mundial, y observa como China comienza a superarlo en economía, ciencia, tecnología y condiciones sociales para el pueblo. Ve como China utiliza cada vez más el yuan en desmedro del dólar.
China, al contrario que EE.UU. y sus laidos de la OTAN, no interviene en los asuntos internos ni en política exterior de los países con los que sostiene relaciones económicas, ni condiciona los acuerdos económicos a que los países adapten sus políticas a los intereses chinos. Esto en gran parte explica el aumento exponencial de las relaciones de China con cada vez más países del mundo, en particular los menos desarrollados.
En el XIX Congreso del PCCh, Xi Jinping aseguró. “No importa a qué etapa de desarrollo llegue, China nunca buscará la hegemonía.” Y yo le creo.
China es un país socialista con características propias. Predominan las empresas estatales. Es muy importante la relación de China con América latina y el Caribe a través de su sector estatal. Su política exterior es cualitativa y cuantitativamente diferente de todas las otras potencias económicas mundiales. La mayoría de las inversiones chinas son inversiones públicas directas o sea estatales.
No es lo mismo para un país latinoamericano tratar con empresas multinacionales privadas extranjeras que solo buscan la máxima tasa de ganancia, sin importarle los intereses de los países donde se radican, que tratar con el Estado Chino.
Con la RPCH se pueden hacer acuerdos marco que contemplen los intereses de ambos países. Depende de los gobiernos latinoamericanos lograr que tales acuerdos sean beneficiosos y aprovechar que China no recurre ni amenazas, ni a injerencias de ningún tipo para defender sus intereses.
China es socialista y antiimperialista.
Por el Prof. Gonzalo Alsina
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