¡Cristina inocente! ¡No hubo delito!

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El 16 de julio de 2021 Cristina Fernández hace su intervención en el juicio oral, donde se propone un incidente de nulidad, que los querellantes no querían que se hiciera y no se presentaron, lo mismo que la DAIA, sabedores que esta causa está totalmente carente de papeles. Es un verdadero disparate del punto de vista judicial, institucional y político.

Nosotros en un artículo anterior terminábamos diciendo: “Es absurdo que se quiera meter presa a una ex presidenta y acusarla de traición a la patria cuando el memorándum nunca entró en vigencia. Porque además tendrían que ir presos los integrantes del Congreso que lo aprobó. Las dos cosas son ridículas más allá de cualquier valoración.”

La causa conocida como memorándum con Irán, era la acusación presentada por el fiscal Nisman, contra Cristina Fernández y otros integrantes de su gobierno, acusados de encubrir a los autores del peor atentado en la historia de la Argentina. Acusados como traidores a la patria.

Encubridores serían aquellos que tienen vínculo con los autores del crimen.

En febrero de 2015, el prestigioso juez Rafecas, en primera instancia desestimó la denuncia presentada por Nisman, por no tener argumentos jurídicos válidos. Según Rafecas no hubo ningún delito por firmar el memorándum con Irán, y no hubo encubrimiento de ningún tipo. Esto pasó a en segunda instancia a un Tribunal de Apelaciones que confirmo el fallo del juez. Era cosa juzgada.

El gobierno de Macri de manera ilegal presionó para que se volviera hacer un segundo juicio por igual motivo. Se volvió a una primera instancia y empezó todo de nuevo. Se abrió lo que Cristina llamó una “causa melliza”.

No había ningún delito.

Primero porque el memorándum nunca entró en vigencia.

Segundo, porque las alertas rojas para detener a los responsables del atentado siempre estuvieron vigentes. Ronald Noble, jefe de Interpol, desmintió a Nisman en su momento  pero al juez Bonadio no se le ocurrió citarlo a declarar.

EL propio Nisman antes de su denuncia había dicho que no  estaba en vigencia el memorándum y que “no me afecta ni afectará” el mismo.

Como volvió a explicar Cristina, entre el 9 de noviembre y el 29 de diciembre de 2016 se sucedieron las reuniones en Olivos y Casa Rosada con Macri y su Mesa Judicial, de los jueces de casación  Gustavo Hornos- vinculado al barra brava de Boca, la 12, junto con el fiscal Stornelli- y Mariano Borinsky- el de la causa dólar futuro- que se reunieron en varias oportunidades con la cúpula de la DAIA para reabrir el caso; cosa que hicieron el 29 de diciembre de 2016.

Pusieron al juez Bonadio que se quedó con las dos causas, de Sala 4 y Sala 1 y en forma expeditiva ordenó la detención entre otros de Zannini, D’Elía y el canciller Timerman.

Cristina de manera contundente explicó como Mauricio Macri como presidente usó al Poder Judicial para perseguir opositores. Cristina fue sometida a una causa armada,  una gran operación para criminalizarla como traición a la patria cuando la Argentina no estaba en guerra con Irán.

Detrás de la causa memorándum estaba, que Macri pudiera ganar la elección y para ello se violaron todas las instancias legales con el objetivo de perseguir a opositores y a Cristina en particular. Detrás de la operación estaban los fondos buitres que habían sido perjudicados por el Kirchnerismo. Está probado que esos fondos hicieron campaña con la causa memorándum a nivel internacional.

No le perdonaban a Timerman que en la ONU hubiese logrado legislación de cómo se debía negociar deuda soberana. Con el 66% de los acreedores dispuestos a canje de los títulos y bonos  obligaba al resto. Los fondos buitres no lo podían permitir, de ahí los juicios que una minoría de acreedores le hizo al gobierno de Cristina. Ella de manera valiente y patriota se negó a pagarle cualquier cosa, defendiendo los intereses de la Argentina. Su gobierno entregó en 2015 una deuda que representaba el 37% del PBI, donde el 13% era en moneda dura. Con el gobierno de Mauricio Macri la deuda trepó al 72% del PBI en 2019, con vencimientos a corto plazo y de montos impagables. Macri pagó más que lo que reclamaban los propios fondos buitres. Y además endeudó a la Argentina tanto con tenedores privados como con el FMI, donde en una increíble timba financiera desaparecieron los 45.000.000.000 que le prestó el FMI para que ganara una nueva elección. No se invirtió en la Argentina ni un solo dólar.

Hoy la noticia es lo que se sabía que iba a pasar. La “causa melliza” en el tribunal de Apelaciones volvió a fallar: ¡no hubo delito! Por eso lo del título.

Por el Prof. Gonzalo Alsina

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