Muchas veces, dar un paso atrás, es positivo, para «ver toda la cancha» y tener un panorama más general del problema.
El que tiene encomendada la tarea de dirigir, debe contar con la mayor información posible.
Ahora, cuando ni siquiera se da el paso atrás, si no que «el jefe» que la tribu eligió, OLÍMICAMENTE, SE LAVA LAS MANOS, la situación cambia.
Lamentablemente, el presidente Lacalle Pou, ha repetido esta actitud en forma reiterada.
Crece la pobreza en 100.000 personas, el pueblo, los vecinos, los sindicatos se hacen cargo, creando cientos de ollas populares, ¿Y el presidente? AUSENTE.
En medio de la pandemia, se le sugiere una ayuda mínima para aquellos que están peor ¿Y el presidente? AUSENTE.
Se movilizan los sindicatos por rebaja salarial, despidos, contratos incumplidos. ¿Y el presidente? AUSENTE.
Ahora, incendios, nunca vistos en la historia, ¿Y el presidente? AUSENTE.
En el mismo momento, los vecinos, la Brigada Agustín Pedrosa del S.U.N.C.A, dejan la vida para ayudar.
¿El presidente? Ausente. Con un agregado, manda al ministro Heber con mala cara a «enseñar a los que saben«.
La larga educación solidaria de nuestro pueblo, la hidalguía de nuestros bomberos, que, en condiciones inhumanas de carencias de infraestructura, de personal, valientemente, pasan fin de año, lejos de su familia ¡intentando apagar el fuego!
¿Y el presidente? AUSENTE, pero con una frase ¡conmovedora, llegamos tarde!
Daría la impresión de que fue el último uruguayo en enterarse.
Sin duda es SU forma de «prescindir» y nuestro deber, tomar nota y apostar al sí, rosado.
Por Esteban Nuñez
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