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¡Disparó!.
En el mundo de los olvidados
despertó…
Solo, frío y sin aliento
escuchó retumbar el silencio.
La inmensidad es infinita…
Navega olas negras,
negras , lentas y densas…
En la neblina una fina mujer
con ametralladora en mano.
Dice que no viene amarlo
quiere matarlo pero besa…
¡Besa más y más!,
¡dispara más y más!.
Todavía no lastima la yugular
algo de amor queda.
Navega olas negras,
negras, lentas y eternas…
Una luz lejana y difusa los neutraliza.
El dolor desvanece.
Una escalera a la nada les llega.
La inmensidad nuevamente es infinita…
Por Andrés Legnani
La ONDA digital Nº 1033 (Síganos en Twitter y facebook)
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