El logro de tamaño número de firmas, como es natural, nos hizo sentir felices a quienes lo logramos.
No hay antecedentes, fue en medio de la pandemia, es histórico, fueron algunos de los comentarios efusivamente manifestados.
Estas valoraciones, no se pueden discutir, fue un acontecimiento en el que participamos miles .
Ahora bien, lo más importante (además del número), fue el logro de profundizar la democracia.
Referéndum = un o una uruguaya = un voto.
Los que apoyamos el SI, estamos orgullosos de haberlo conseguido.
Primero: Porque logramos poner en manos de la ciudadanía, la posibilidad de expresarse LIBREMENTE ante una Ley muy importante.
Aún, los que piensan votar NO, tienen una posibilidad directa de opinar e incidir.
Esto implica, además, al decir de don José Batlle y Ordoñez «La posibilidad de que la ciudadanía controle las acciones de los gobernantes»
¡Qué cosa más linda puede ocurrir para fortalecer la Democracia!!
Esto hace que el Pueblo se informe para decidir a conciencia, que está bien y qué está mal.
Pero, desgraciadamente, no todos lo vemos así. Resulta que quienes conducen la campaña del NO, lejos del regocijo democrático, han optado por ofender, difamar, personalizar, una contienda de estas características, que no ocurren todos los días.
Este triste comportamiento, hace que la ciudadanía, en lugar de informarse, se quede en muchos casos con la propaganda sesgada de los grandes medios, buscando que incida la posición del Gobierno.
Las opiniones por separado, pueden influir en los desinformados, en cambio el debate, da la opción de cotejar puntos de vista.
Habrá un debate entre Andrade y Mancini, que acaparará la audiencia, ¡qué mejor que TODAS Y TODOS LO VEAN!
Pues en una actitud, típica del totalitarismo, no sólo no lo pasarán ninguno de los canales abiertos, si no que Canal 5, el Canal oficial, es decir, de todos, tampoco lo hará.
Esta actitud sectaria y poco democrática nos muestra que: el papel del estado que debe ser imparcial, y juega descaradamente, para el No.
Es una lástima, que haya en algunos sectores, una posición reñida con nuestras mejores tradiciones republicanas y únicamente, apunte tozudamente, a SU propuesta, tirando por tierra la opinión de 800.000 personas, que abrieron el camino para que la Ciudadanía se exprese y amputando la posibilidad del voto ciudadano directo. Esta actitud no es contra el SI, es contra la libérrima Libertad de un pueblo que desea expresarse sin esta triste presión de un estado ¡que es de todos! Y al cuál se lo hace actuar en función de la «necesidad» de un partido.
Por Esteban Nuñez
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