«Vamos de paseo, pí pí pí; en un «Audi» feo, pí pí pí …»

Tiempo de lectura: 4 minutos

El principal enemigo de los narcotraficantes, el que lidera la «lucha frontal» contra los que lucran con la desgracia de miles de jóvenes uruguayos que padecen una adicción letal a las drogas, no ha tenido mejor idea para trasladarse que utilizar un vehículo incautado que perteneció nada menos que al narco más peligroso de este país. No importa si es un Audi Q5 del año 2011 con 140 mil kilómetros o un OKm… da lo mismo. Es el auto de un narco que se paseaba por el Cerro y al que todos conocen como «el auto del Betito»; lindo mensaje, no? ¿Austeridad? Ni un poco… ¿alguno puede imaginar cuánto cuesta un repuesto para un coche de alta gama como ese? Pero volviendo al líder de la lucha frontal contra el narcotráfico, ¿es sensato abandonar el uso de un coche blindado por utilizar uno sin esa seguridad? Salvo que nos estén mintiendo descaradamente y no haya tal lucha, cualquiera puede imaginar un mínimo escenario de riesgo para quien nos lo han vendido como el paladín de la guerra a las drogas en el Uruguay. Sabíamos que habían sacrificado la profesionalización de la Policía por poner a simpatizantes partidarios pero esto parece demasiado. ¿Todo eso por pasear en un Audi?

¿Lo asesora el enemigo?

Las amenazas a los responsables de la cartera de seguridad en el Uruguay no son cosa de otro país o región, lamentablemente fueron parte de una historia reciente de incremento de la violencia a nivel mundial. Más aún en una región como la nuestra que forma parte del continente más violento, según demuestran los datos de criminalidad. Dejamos de ser una isla hace tiempo, y aún a pesar de ello seguimos registrando índices notoriamente inferiores al resto de la región, pero no podemos bajar la guardia.

Amenazados por el crimen organizado fueron varias las autoridades que debieron incrementar su seguridad como forma de estar prevenidos a un escenario que prendía luces de alarma de forma acelerada. El extinto Julio Guarteche tenía una frase que lo distinguía para definir el escenario que predominaba en el Uruguay ante el advenimiento de esas formas de violencia desconocidas para nuestro entorno. La misma hacía referencia a la necesaria «percepción compartida de la amenaza» para poder entender y trabajar en conjunto contra el enemigo común. Una percepción que no pudo ser entendida y que -en cambio- se utilizó con fines electorales para acumular votos, pero que hoy está cobrándoles peaje de forma notoria.

Esa falta de empatía para entender la realidad que nos empezaba a golpear, (y de la que también daba cuenta el ex Fiscal de Corte – Dr. Jorge Díaz- quien dijo que algún día iba a llegar el sicariato al país, hasta que se instaló), es la determinante de una gestión que sigue de campaña electoral, no asume responsabilidades propias y atribuye a la anterior gestión la causa de errores propios.

Fueron sus decisiones las que repusieron en cargos a Policías que terminaron destituidos o denunciados ante la Justicia; fueron sus decisiones las que destituyeron a un Jefe de Montevideo por reunirse con una ex autoridad que le iba a aportar información de relevancia que desconocían; fueron sus decisiones las que han desarticulado un programa como el PADO que ya no es el mismo de antes y que la gente percibe como ausente de los barrios. Esos mismos barrios donde el aumento de la criminalidad empieza a derribar el blindaje mediático.

Pero, volvamos al Audi Q5 con 140 mil kilómetros… Me gustaría saber quién lo asesoró Ministro para abandonar los coches blindados y circular en un auto como ese sin defensas como las que tuvo hasta ahora. Porque si fue un Policía, es una muy mala señal por su falta de profesionalismo en un contexto como el que nos han venido pintando ustedes mismos (de lucha frontal contra el narcotráfico, y bla, bla, bla…). Y si no fue un Policía, también habla muy mal de la ausencia de una voz profesional que lo asesore en estos tiempos de violencia descontrolada (los fines de semana suman de 4 o 5 homicidios y este mes de Febrero ya superó la cifra del año pasado, con 18 homicidios en 14 días).

Desde el fallecido Jorge Larrañaga -amenazado por los narcotraficantes- por citar un ejemplo reciente, hasta los argumentos que utilizan hoy para justificar los homicidios (los mismos que antes le criticaban a Bonomi), son varias las razones que justifican tomar medidas de seguridad por parte de quienes están al frente de la línea de combate. Por ello es que no es para nada descabellado que entendamos que se prevean medidas de seguridad que los protejan. El escenario que nos vienen pintando cada vez que pueden es de un aumento de la violencia criminal, ajustes de cuentas por luchas de territorio y mercado de drogas; múltiples incautaciones que reducen la oferta al tiempo que incrementan la violencia para hacerse de la droga que se pueda, y etc, etc. Todos argumentos que lejos de pintar un escenario de pacífica convivencia nos llevan a tomar previsiones que no se condicen con la baja de guardia que implica andar en un coche sin blindaje… pero de alta gama, claro.

El que le asesoró para abandonar un coche blindado para subirse a un «Audi Q5 con 140 mil km», debería ser destituido de inmediato o separarlo de su entorno porque lo está exponiendo a un riesgo innecesario. ¿Acaso usted, Ministro, recomendaría a un Policía que no use su chaleco antibalas? Pues, eso mismo le han sugerido a Usted con esa medida.

Salvo que nos hayan vendido una mentira, que las 1.200 bocas de drogas cerradas sean una farsa, o que las incautaciones que tanto promocionan no sean tales, es plausible pensar que los damnificados por tanta «eficacia» no se quedarán quietos y menos sabiendo ahora -a partir de una increíble nota periodística- las debilidades en su seguridad, Ministro.

No me explico las razones que lo llevaron a tomar esa decisión, más aún sabiendo que violaba la normativa vigente de la propia LUC que dice defender, ya que bien sabe que las incautaciones como esa tienen otro destino y no el de servir de medio de transporte de un Ministro. Incluso muchas veces los coches incautados se utilizan para operaciones encubiertas, que no es el caso -obviamente- del traslado del Ministro del Interior, (por más que quisiera).

Es cierto que los gustos hay que dárselos en vida, pero piense Ministro que ese gusto lo expone a un riesgo innecesario dada su investidura. Un riesgo que no queremos que sufra nadie, pero mucho menos quien está encargado de darnos seguridad a todos los uruguayos.

el hombre recordó su infancia,
al perro se encerró en su casilla blindada…

Por Julio Fernando Gil Díaz – El Perro Gil

La ONDA digital Nº 1036 (Síganos en Twitter y facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.