Tiempo de lectura: 4 minutos

Palabras más o menos, hace cinco años escribí en este medio: La distribución de la riqueza, paradigma del gobierno progresista, tiene una cabal traducción en el otorgamiento de una mínima cantidad de dinero, que cubra la supervivencia, a todos los  habitantes del  País. La  idea, de lo que se conoce como Renta Básica viene a mi memoria con el nombre de salario universal expresada en el  libro “Imperio” de Hardth y Negri hace ya unos cuantos años. Se basa en la solidaridad social amparando el derecho a la vida de todos los seres humanos independientemente de su condición. Pero, más aún en mi opinión, habilita a los destinatarios a forjarse una  vida mejor, despegada de las necesidades primarias.

Proyecciones i(ni)maginables

Con una base igualitaria, todos los propósitos podrán ser logrados de acuerdo a las destrezas y habilidades, a las vocaciones  que hacen de la diversidad en la individualidad un componente único de la especie humana. Que hacen a algunos destacarse sobre la mayoría con logros materiales e intangibles que aportan al acervo social, a la acumulación de conocimiento y  de riquezas que precisamente retroalimentan  la distribución.

El delito, inescrutable resultante de las humanas miserias, seguirá existiendo, pero ya no impulsado por las necesidades básicas. Y, simultáneamente, no exonerado por esas mismas. Imagínese solo los beneficios que a la justicia puede acarrear, no verse limitada por eximentes  hoy ineludibles  a su  aplicación en una sociedad tan injusta.

Las políticas sociales elevarán sus metas con propósitos adecuados a la complejidad de la sociedad actual,  asistiendo en capacitación y adiestramientos acorde a  las vocaciones y   propósitos  individuales y colectivos. Igualando abajo, se igualarán  oportunidades  más arriba en la escala social.

Quienes por  herencia u otras razones tengan ingresos y patrimonio, también recibirán su cuota,  es congruente  con igualar abajo. Pero en esta línea de pensamiento  se podrá regular, con el fundamento  de la segura renta, las leyes de herencia que habilitan una  percepción de bienes  independiente de los méritos y necesidades de los herederos.

Consecuencias inmediatas

Se replanteará todo el sistema jubilatorio, abandonando al fin el paradigma del hombre máquina, de los ciclos activos e inactivos, contrarios a la integralidad  de la vida humana. Se terminará con el dogma de una edad para adiestrarse, otra para trabajar y otra para la inactividad. Todas las edades podrán ser para todo y toda actividad, remunerada o no, podrá ser realizada a cualquier edad!

Amparados por la renta básica, las personas podrán dejar  de trabajar solo para vivir y  para vivir mejor. Claro que podrán elegir no trabajar para vivir peor, volcados a una adicción. No tengo positiva respuesta para las consecuencias negativas de esta proyección.

         Más del Tema

Pero se verán menos obligados los niños a tener que trabajar. Los artistas desplegarán su vocación, los pensadores su capacidad de reflexión. El ocio creativo será revalorizado, menos discriminado, así como todas las actividades, acciones  individuales y sociales que hoy aparecen como no utilitarias.Y en el futuro, como pasó a lo largo de toda  la historia, mostrarán su aporte a una sociedad más versátil, más justa, rica en la diversidad, solidaria, inclusiva. Puedo ahorrarme parte del extenso listado de adjetivos que se me ocurren: una sociedad  más humana.

Año 2022. Definición y explicación de la idea.

De qué se trata

Asignar a cada ser humano una mínima cuota parte de la riqueza material o intangible acumulada por la sociedad sobre el planeta desde el más remoto pasado. Ninguno de sus miembros puede conseguir resultados materiales y culturales de su actividad vital sin integrarlos con las producciones colectivas y el aporte individual de sus congéneres, sin incorporar  insumos producidos por la humanidad y/o existentes en el planeta. Las enseñanzas del pasado, los ritos, las costumbres, los oficios, las producciones artísticas de toda índole y aún las religiones, son un bagaje que heredamos  todos del cual nos servimos al igual que de los bienes  naturales del globo. Añadida, como dedujo Carls Sagan, la colaboración, que desde el hombre de Cromagnon es el motor de todas las acciones individuales por brillante y capaz que sea el ejecutor. Agrego que es precisamente su incorporación a la sociedad  lo que da valor a las producciones de cualquier índole. De manera que es de toda justicia destinar una ínfima parte de su valor agregado a la participación de nuestros congéneres.

Con qué? Precisamente con la mayor herramienta de interacción inventada por antepasados y usada hasta la actualidad: el dinero.

Cómo? Con la participación activa de otro invento mayúsculo: el Estado-Nación  al servicio de los ciudadanos que lo integran.

Qué monto?   Con un mínimo establecido que en el territorio de cada Estado sea suficiente para cubrir las necesidades de supervivencia de un individuo.

De dónde  extraer?  De impuestos progresivos a los beneficios de las actividades.

Al capitulo 2. Los principios rectores;  universalidad,  incondicionalidad y  participación estatal serán por mi desarrollados en referencia a varios autores.

 

Por Luis Fabre

La ONDA digital N.º 1037 (Síganos en Twitter y Facebook )
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

 

 

 

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.