Luego de semanas de una abrumadora histeria psicopolítica, que aleja la información concreta y real sobre lo que sucede en Ucrania y el contexto europeo. El tema dio un nuevo giro el lunes por la noche cuando Rusia reconoció la independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania.
El presidente ruso Vladimir Putin pronunció un discurso que duró aproximadamente una hora donde fundamento profusamente los argumentos históricos y presentes, tras el cual reconoció la independencia de las “repúblicas populares” de Donetsk y Luhansk, que están gobernadas de origen ucranianos prorrusos.
Previo al discurso televisado, Putin y su equipo de gobierno mantuvo comunicación con el presidente francés Emmanuel Macron, al canciller alemán Olaf Scholz y otros líderes mundiales a quienes comunico su medida de reconocimiento de la independencia de las regiones.
Uno de las ideas fuerzas manejadas durante el último tiempo y reiterada este lunes en su discurso por Putin; fue que Ucrania en realidad es parte integral de la historia rusa agregando que el este de Ucrania en particular es un antiguo territorio ruso. A continuación, expresó su creencia de que el pueblo ruso respalda el reconocimiento de la independencia.
Un segundo argumento que manejo y que ha sido quizás el motivo de mayor peso de geopolítica de Putin, es la preocupación de Rusia por su seguridad, debido al persistente avance de la OTAN sobre los países que tienen fronteras con Rusia. La ampliación de la OTAN según el presidente ruso, no es un tema que Occidente haya tenido en cuenta en conversaciones y acuerdos. Esto se agravo con los intentos de la OTAN, a iniciativa de EE.UU. de instalar armamento nuclear en territorio ucraniano.
La precipitación de la decisión rusa de reconocer la independencia de las regiones de Donetsk y Luhansk aparece como una iniciativa estratégica ante una realidad insostenible para la gente de la región ante una serie de hechos bélicos en la zona. Los medios rusos informaron el lunes que más de 60.000 «evacuados» ya han huido de la región separatista a Rusia. Esto coincide con el ingreso miles de armas de variado tipo, enviadas por los países integrantes de la OTAN. Observadores europeos hablan de que Occidente y especialmente a iniciativa del presidente Biden, estaba creando un nuevo caso “Kosovo”, (conflicto armado en la región serbia de muy confuso desarrollo en el año 1998, donde también estuvo involucrada la OTAN) Estos observadores dicen que; “Rusia abortar un hecho parecido”.
El reconocimiento de los territorios separatistas como independientes conducirá al desmoronamiento del acuerdo de alto el fuego de 2014 en Minsk. El objetivo del acuerdo era detener los combates en el este de Ucrania. Rusia también puede transferir abiertamente tropas a áreas rebeldes.
El reconocimiento de la “independencia” genera “nuevas reglas de juego” restableciendo el camino de la diplomacia para resolver la crisis en Ucrania, iniciativa que EE.UU. venia obstaculizando en preferencia de un conflicto armada involucrado a Europa, a quien reprocha el mantenerse en “negociaciones permanentes” con Rusia. Esto permitiría ahora la realización de la cumbre prevista entre el presidente ruso y estadounidense, Joe Biden.
Después del reconocimiento de la independencia, el rublo comenzó a depreciarse, al igual que la Bolsa de Valores de Moscú. Entre otras cosas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg , condenó la acción de Putin. La Unión Europea ha advertido a Rusia de sanciones.
Según los medios rusos, se realizaron fuegos artificiales en la región prorrusa de Donetsk después de la declaración de independencia.
Por Yanina Ferrari
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