La novick….ología

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…”pero no me hagas caso, me pasa
que este mundo no lo entiendo”
Sin tu latido .Luis Eduardo Aute

Robar palabras o conceptos de un lugar para aplicarlos en otros, a veces, puede ser un ejercicio divertido. Simplemente reconocer en cosas ya dichas las conclusiones a las que arribo parece reafirmar aquello de nada nuevo bajo el sol…sin embargo… La política por estos días se caracteriza por los nombres propios. Nuestros dirigentes, referentes, hombres públicos, todos se singularizan, se individualizan y sus definiciones, dichos o decisiones se amplifican hasta la saturación.

El breve tiempo del nosotros, los partidos, las banderas simbólicas ¿se extingue con el fin de las elecciones? La irrupción del outsider de la política como candidato, Novick, parece ser un paso adelante en esta invasión de la singularidad individual, con su verde color esperanza, tapó el rojo tradicional de varios locales del PC (Partido Colorado). Sus consignas pedían el voto sin cuestionar ideologías. Su desparpajo individual fue tan grande que entró por la ventana de la Concertación.

La fórmula mágica que blancos y colorados pergeñaron para romper la hegemonía frenteamplista en Montevideo, que ya se extiende por un cuarto de siglo, no solo fracasó sino que se transformó en la plataforma de lanzamiento mediático del candidato – persona.

walter 640x480No comparto el desprecio sistemático por el rol de la academia, de quienes se forman en nuestra Universidad. Por estos días se escucha bastante las voces denigratorias, pero me parece que en el asunto de lo mediático, de dar opinión rápida, de contextualizar los sucesos que van apareciendo hay una especie de liviandad que no acompaña a la reflexión seria por parte de los especialistas.

A vuelo de pájaro, recorriendo la historia de nuestro país la formación de los partidos tiene profundas raíces. Las dos grandes colectividades de otrora largo tiempo gobernaron, Sufrieron mutaciones y cambios, pero absorbieron el pasaje de siglo y las grandes transformaciones del siglo XX sin necesidad de cuestionar su identidad.

Tuvo la izquierda uruguaya, con largo recorrido, que enriquecer y sintetizar su experiencia política para formar el Frente Amplio. Esa novedad política tuvo que confrontarse con la vida de manera más que dura para consolidarse.

Pasaron décadas hasta que finalmente ganara primero la Intendencia de Montevideo y luego el gobierno Nacional.

¿Fueron azarosos estos procesos? No, definitivamente no. El P. Nacional, vio conformada su identidad en torno a los intereses del campo, la producción ganadera, primera fuente de recursos del viejo Uruguay .La defensa de sus intereses se fue delineando con la fundación de la ARU(Asociación Rural del Uruguay) gremio que los nucleó y la divisa blanca de identificación guerrera fue corriéndose a partido que los representó.

El Partido Colorado es notoriamente “partido de ciudad” nació con el comercio, crece con los nucleamientos urbanos y con el incipiente desarrollo industrial del Uruguay. José Batlle con contundencia militar reafirma el Uruguay central y sobre todo a Montevideano dándole forma al nuevo estado. Pero más allá del enorme peso de las personalidades, éstas, en todos los casos fueron figuras de partido. El batllismo creció con el Uruguay moderno, en las ciudades y con el desarrollo industrial. O sea ambas colectividades fueron cauce de expresión de intereses económicos que le dieron sustento, construyeron simbología, conceptos que le fueron dando identidad y de ese modo fueron referenciando a la mayoría de la población.

En el viejo Uruguay, eras blanco o colorado, de Nacional o Peñarol. Sucedieron en el mundo y en el siglo XX enormes sucesos, económicos, sociales y políticos que nos impactaron.

De todos esos acontecimientos la izquierda uruguaya, su clase obrera, las capas medias, la intelectualidad buscó en nuevas formas e ideas para la representación más clara de sus intereses. Convergieron para la formación del Frente Amplio muchos factores, sectores sociales y experiencias de lucha diversas. Construyó fuertes lazos de identidad, tomó para si la mejor tradición artiguista, La bandera de Otorgues se despliega, flamea y miles se sienten convocados.

¿Qué digo con esto? Me parece un poco apresurado y liviano adjudicarle al nuevo candidato la trascendencia de “nuevo componente de la realidad uruguaya” . Quizás esté olvidado en el tiempo pero Bordaberry padre, el que tenía apellido, en junio de 1976 les propuso a los militares y a formaciones políticas nuevas, en dictadura, con las instituciones barridas apeló a una salida de “nuevo tipo” sin partidos tradicionales. Ni los militares golpistas y fascistas se la llevaron, aún ellos eran blancos y colorados.

¿Que dejó el proceso electoral? A Tabaré en la presidencia, pero con las banderas de Otorgues desplegadas, con miles de frenteamplistas que lo llevaron con su acción y voto a la presidencia. Las departamentales le dieron al P. Nacional le dieron doce intendencias, quedó claro que éste partido es la segunda fuerza y fiel a su origen en el interior mantiene plena vigencia.

¿Qué otros datos de la realidad podemos ver? Los colectivos importantes, tienen fuerza, voz e incidencia. ¿Alguien puede imaginar a los trabajadores mejorando los salarios y sus condiciones laborales sin gremios que los representen? Las patronales se expresan a través de las gremiales de su sector.

Por tanto creo que la Novickologìa deberá ser analizada con algunos ingredientes que me parece no están siendo tenidos en cuenta. El primero y bastante significativo es que ocupó un espacio en una herramienta que idearon blancos y colorados para disputarle al FA, Montevideo y para detener la tendencia a que en el interior aumenten las intendencias frenteamplistas.

En segundo lugar perdió. Parecerá de perogrullo pero las experiencias concertantes que funcionaron fueron el cruce de votos de un partido a otro. No un candidato extra partido. En el litoral le arrancaron dos intendencias al FA, (Paysandu, Salto , en las pasadas elecciones, Maldonado en ésta donde el corrimiento de votantes, organizado, de un partido a otro si funcionaron). El híbrido con color verde sin identidad fue tan desconcertante que hoy a la hora de buscar interlocutores políticos hay que preguntarse a quien representa Novick.

Otro dato nada menor para imaginar la experiencia concertante es que concertación sin blancos y colorados no tiene sentido. Si el P. Nacional que ganó doce intendencias, ¿le interesará aliarse en actitud concertante con un partido que ganó una sola intendencia en todo el país?

Para completar la interrogante habría que agregar que el novel candidato viene de antecedentes de participación política del P. Colorado.

El discurso desideologizado, no es nuevo en el continente, la derecha lo utiliza como intento de revertir el empuje progresista y de izquierda en el continente. En Uruguay, país de tendencias estables parece poco probable que la alternativa política al FA crezca desde la política escéptica. Creo que nos debemos respeto justamente por eso. Para que la ruptura del bipartidismo se concretara se desarrolló una singular experiencia: el Frente Amplio.

Este pequeño país con pocos habitantes es mirado como ejemplo y en muchos lugares del continente se reproduce el intento de frentes amplios como alternativa política posible.

Justamente por la existencia de componentes históricos tan marcados me parece que los analistas del fenómeno Novick tendrán que mirar con más detalle y en mi opinión quitarle el IVA a sus posibilidades.

Una vez más reafirmo que lo que sucedió electoralmente es que la derecha fue nítidamente derrotada, en sus candidatos tradicionales Lacalle y Bordaberry y también con la operación Novick, los discursos desideologizados son una forma política de la derecha en todo el mundo, aquí perdió.

Por Walter Martinez
Columnista uruguayo

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