EEUU condena por magnicidio haitiano

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El autor intelectual del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse en julio 2021, ha sido condenado a cadena perpetua por un juez de un tribunal federal de Florida, EEUU. Rodolphe Jaar, un empresario haitiano-chileno, conspiró con un grupo de mercenarios colombianos para asesinar a Moïse en su casa de Puerto Príncipe el 7 de julio de 2021. Los fiscales en su audiencia de sentencia en Miami dijeron que Jaar obtuvo las armas utilizadas en el operativo “estilo comando » que mató a Moïse, de 53 años, e hirió gravemente a su esposa.

Jaar, de 50 años, traficante de drogas convicto e informante del gobierno de EEUU, se declaró culpable en marzo de conspiración para cometer asesinato o secuestro fuera de EEUU, y proporcionar apoyo material con resultado de muerte.

Fue una de las 11 personas arrestadas y acusadas en los EE. UU. después de su extradición de la República Dominicana, y hasta ahora el único que admitió su culpabilidad. Está previsto que comience un juicio en Miami el próximo mes para los demás, pero es probable que se retrase, dijeron las autoridades.

La sentencia del juez federal José E Martínez fue la máxima que pudo recibir Jaar. Los documentos judiciales de su audiencia de declaración de culpabilidad indicaron que proporcionó personal y fondos para secuestrar a Moïse, pero el complot se convirtió en asesinato.

Parte del dinero se usó para comprar armas y sobornar a miembros del equipo de seguridad del presidente, dijeron los fiscales. Sus presuntos cómplices son una mezcla de políticos, empresarios y figuras militares, incluido el ex senador haitiano Joseph Joel John, el haitiano-estadounidense Joseph Vincent, el capitán retirado del ejército colombiano Germán Rivera, y Antonio Intriago, propietario venezolano de una empresa de seguridad privada en Miami. Rivera habría recibido 50.000 dólares por ayudar a tramar la operación, según la seguridad colombiana.

No fue explicitada la razón por la que la justicia de EEUU se declaró competente en el caso, orquestado y realizado fuera de su jurisdicción, y logró la extradición del ex senador haitiano Joseph Joel John de Jamaica.

El relato imperante responsabiliza al magnicidio de la actual crisis haitiana, en la que prevalece la violencia de las pandillas callejeras y los vigilantes, y las comunidades contraatacando en represalias sangrientas. “Frente a estas bandas armadas cada vez más violentas que se disputan el control de los barrios de la capital, con poca o ninguna presencia policial, algunos vecinos han comenzado a tomar el asunto en sus propias manos”, dijo en marzo la diplomática ecuatoriana María Isabel Salvador ante el consejo de seguridad de la ONU. “Estas dinámicas conducen indefectiblemente a la ruptura del tejido social con consecuencias impredecibles para toda la región”, afirmó; argumento que propicia la nueva intervención de una fuerza militar extranjera en el país que se procura desde hace ya un año pero que no termina de cuajar.

La oposición haitiana hace otra lectura de la situación, en la que las bandas armadas tratan de contener, en base a generalizar el terror, la protesta popular, y el magnicidio se inscribe en una disputa de poder que le es ajena.

Mesa de Prensa LOd.

 

 

 

 

 

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