Un medicamento utilizado para tratar a pacientes con de infección grave por COVID-19 puede haber provocado la aparición de virus SARS-CoV-2 con un patrón distinto de mutaciones, informaron investigadores el lunes en la publicación científica Nature. El nuevo documento plantea las preocupaciones sobre si el uso de molnupiravir podría conducir a la aparición de nuevas variantes peligrosas y extender la pandemia.
Molnupiravir, que se vende como Lagevrio, actúa mutando el SARS-CoV-2 y provocando cambios que deberían anular la funcionalidad del virus. Se supone que los virus mutados no se replican más, pero los investigadores, que observaron más de 15 millones de secuencias del genoma viral, descubrieron que surgió un patrón reconocible de mutaciones en 2022, cuando varios países comenzaron a usar el medicamento. Encontraron este patrón en secuencias de países que usaban molnupiravir y en los grupos de edad que probablemente habían usado el medicamento.
«Demostramos definitivamente que molnupiravir ha dado lugar a virus SARS-CoV-2 viables con un número significativo de mutaciones, en algunos casos con transmisión posterior de virus mutados», escribió Theo Sanderson, miembro del Instituto Francis Crick de Londres y uno de los autores del nuevo estudio.
Las nuevas cepas virales son una preocupación siempre presente y los expertos en salud pública temen continuamente que pueda evolucionar una variante de COVID más virulenta o infecciosa. Cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizó el uso de molnupiravir a finales de 2021, Michael Z. Lin, bioingeniero de Stanford, escribió un artículo de opinión en The Washington Post llamando al fármaco “ineficaz y peligroso”. Molnupiravir, argumentó, podría generar nuevas versiones del SARS-CoV-2 que evadan el sistema inmunológico y prolonguen la pandemia.
El nuevo estudio representa un golpe para un medicamento que parecía lograr la autorización federal. Un comité asesor de la FDA “respaldó por poco” el medicamento en noviembre de 2021, “a pesar de las dudas sobre su eficacia, seguridad y si ayudaría al virus a mutar en variantes aún más peligrosas”, informó CNBC en ese momento. La FDA autorizó el medicamento en diciembre, un día después de que también aprobara el paxlovid de Pfizer, otro antiviral COVID. Pero los datos mostraron que los dos medicamentos tenían niveles de eficacia muy diferentes. Los pacientes que tomaron molnupiravir tuvieron un 30 por ciento menos de riesgo de muerte u hospitalización, en comparación con un 89 por ciento menos de posibilidades para aquellos que tomaban el medicamento de Pfizer.
Por Carmen Marttel
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