El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el lunes el despliegue de una misión de seguridad multinacional encabezada por Kenia en Haití argumentando la necesidad de ayudar a la policía a combatir a las bandas armadas que han tomado el control de grandes zonas de la nación caribeña asolada por la crisis. La oposición haitiana rechaza esta posibilidad, que entiende se dirige a consolidar el poder cuasi colonial de Francia y EEUU, entre otros, a través de personeros que mantiene en el poder.
La resolución, escrita por Estados Unidos y Ecuador, llegó un año después de que el Primer Ministro haitiano designado por EEUU, Ariel Henry, pidiera el despliegue inmediato de una fuerza internacional para restaurar el orden, una solicitud divisiva dada la problemática historia de Haití de intervenciones extranjeras desestabilizadoras. Aún quedan por resolver detalles clave, incluido el tamaño de la misión, cuándo se desplegará, las reglas de enfrentamiento y la estrategia de salida.
Un borrador de la resolución obtenido por The Washington Post describe los planes para una fuerza que brindaría apoyo a la policía haitiana, incluso mediante la realización de operaciones de seguridad conjuntas contra las pandillas, y protegería “sitios de infraestructura crítica” como hospitales y puertos con el objetivo de establecer un nivel de seguridad “propicio para la celebración de elecciones libres y justas”.
El Consejo de Seguridad autorizó una misión de un año de duración, que será revisada al cabo de nueve meses. Se financiaría con contribuciones voluntarias de los estados miembros de la ONU. Estados Unidos, que pasó meses buscando un aliado que encabezara una misión que no quería encabezar él mismo, ha prometido al menos 100 millones de dólares, dependiendo de la aprobación del Congreso. El Departamento de Defensa también está dispuesto a contribuir con hasta 100 millones de dólares en apoyo.
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