La OTAN se fortalece en el norte de Europa

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Gran Bretaña encabeza una coalición supeditada a la OTAN de ocho países nórdicos integrantes de la coalición más Suiza, que, sin proclamarlo, abandonó de hecho la neutralidad que tenía desde noviembre de 1815, sin que se conozca fundamentación de la decisión. Lo hizo al integrarse a la reunión por temas bélicos de la Fuerza Expedicionaria Conjunta convocada por Londres en la isla sueca de Gotland la semana pasada.

El temario de la reunión era Ucrania, y su presidente Volodimyr Zelensky se hizo presente y se dirigió a esas diez cabezas de Estado el viernes, pero el temario se amplió a la situación de Israel con la Franja de Gaza. Lo que le encontraron en común a ambos temas (ver nota ‘OTAN unifica guerra de Ucrania y conflicto de Gaza en nombre del terrorismo’) es el terrorismo: el de Hamás y el de Vladimir Putin. Hasta ahora, no era el terrorismo el rasgo distintivo de los varios calificativos negativos de Occidente para con el presidente de la Federación Rusa, pero BBC analiza hoy “cómo Putin puede beneficiarse de la guerra entre Israel y Hamás”. La conclusión, sobre la que no aporta detalles, es que “Rusia tiene vínculos con Hamás y se ha convertido en un aliado cercano de Irán. Según Estados Unidos, Moscú y Teherán tienen ahora una asociación en defensa completamente desarrollada”.

En la reunión de Gotland, el primer ministro británico Rishi Sunak trazó la línea roja: “No debemos ser complacientes de modo que los vergonzosos fracasos de Putin en Ucrania envalentonen su comportamiento disruptivo en otros lugares”. Lo fundamentó afirmando que “los fracasos de Putin en Ucrania están alentando el comportamiento irresponsable de Rusia en otras partes de Europa. Si bien Putin ha perdido mucho terreno en Ucrania desde que lanzó su bárbara invasión, los aliados y socios no deberían dejarse llevar por una falsa sensación de seguridad. El Kremlin está reinvirtiendo en capacidad militar y recurriendo a un número cada vez menor de socios malévolos y marginados para intentar reconstruir su fuerza y socavar la estabilidad global”.

Sunak no ilustró su afirmación con ejemplos. Su advertencia se produjo después de que se detectaran daños en dos oleoductos entre Estonia y Finlandia, y de que el HMS Queen Elizabeth se viera obligado a lanzar jets rápidos desde su cubierta en el Ártico la semana pasada para escoltar a los aviones de patrulla marítima rusos que volaban cerca del Carrier Strike Group que operaba en la región.

El primer ministro prometió intensificar la presencia del Reino Unido en el norte de Europa, profundizar la cooperación para abordar las amenazas híbridas y proteger la infraestructura nacional crítica junto a los socios de la Fuerza Expedicionaria Conjunta. En ese sentido, anunció que en 2024 “más de 20.000 tropas británicas serán desplegadas en la región, lo cual es vital para la protección de la infraestructura nacional crítica, a medida que se acelera la explotación de actividades híbridas y la competencia estratégica en el área”.

La colaboración de los diez países (Dinamarca, Finlandia, Estonia, Islandia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Suecia y Noruega, además de Gran Bretaña y Suiza) será tanto en el terreno militar como en una mayor cooperación en materia industrial. Sunak destacó que acelerar la cooperación industrial de defensa dentro de Europa y a través del Atlántico era vital para garantizar que las naciones mantuvieran una ventaja tecnológica sobre Rusia y protegieran a sus socios de los ataques rusos durante las generaciones venideras.

El tema de Suiza abandonando la neutralidad reclama mayor información de contexto. Los suizos la llaman (o llamaban) “la neutralidad perpetua”, es (o era) política oficial y se refiere a mantenerse neutral en conflictos armados como garantía de integridad e inviolabilidad de su territorio. Los suizos supieron mantenerse ajenos a conflictos armados desde 1815, superada la invasión francesa de 1798, y venderle armas a los bandos en pugna. La neutralidad que permite la venta de armas a las partes en conflicto era también la base de la neutralidad sueca hasta su solicitud de ingreso a la OTAN; trámite todavía pendiente.

 

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