Nuestra Historia patria
Expoliados los campos naturales con ganadería y agricultura intensiva se sigue exportando carne y lana sin ninguna elaboración. Y, aprobada hace más de 30 años la Ley Forestal con sus beneficios, también los árboles cosechados y con mínimo aserrado.
En la actualidad, usando semillas transgénicas y fertilizantes focalizados, priman la soja solo cosechada y celulosa con mínima preparación. Para estos enormes volúmenes y otros posibles que se preparan, además de su tierra y agua el país ofrece energía barata, producida luego del cambio energético hecho por el Estado. Todo el país es ofrecido marketineramente tentando la demanda de inversores y empresas extranjeros detallando subsidios, exoneraciones impositivas e insumos básicos muy rebajados integrando ventajas a empresas de todo el planeta.
Los mayores medios locales de comunicación con periodistas privados y estatales destacan diariamente esos beneficios y su relación con el marco legal y normativo de operaciones financieras y todo el amparo de las prestaciones sociales. Sin ninguna referencia a derechos satisfechos conseguidos en décadas de acciones gremiales, pero eso sí, detallando beneficios para empleadores y empleados.
Funciona desde tiempo atrás
Los mayores exponentes avalados por el Estado, receptores de este despilfarro disfrazado de incentivos, son las zonas francas. De ellas y desde los puertos de ultramar, cientos y miles de toneladas de productos emanados de la fauna terrestre e ictícola y agricultura, la mayoría sin manufacturar o con mínimo valor agregado se exportan beneficiando a operadores de puertos y barcos también privados…y extranjeros.
Por si les parece poco
Los resultados financieros para el país se rebajan aún mas con el daño y degradación de los bienes naturales, tierra, agua y aire, otrora puros, polucionados y degradados por la sobrexplotación dado el estado en que quedan durante o después de la misma. Sobran las pruebas humanas al respecto y los continuados avisos de la naturaleza.
Subsidios disfrazados
El gobierno actual acaba de tomar un préstamo de U$S 300 millones para obras de infraestruc tura , puentes y carreteras…que servirán a circuitos viales de árboles talados, celulosa y soja.
De acuerdo a lo leído todos los ciudadanos pagaremos durante 30 años lo que la mayoría no vamos a usar. Conste que no soy economista. No es necesario para deducir muchas verdades y no hacerse trampas al solitario: extranjerizan bienes naturales, su extracción, la mínima elaboración y sus ganancias…pero nacionalizan sus costos. Que pagamos nosotros y el medio ambiente.
Arq. Luis Fabre
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