«China se yergue en un mundo dominado por EEUU»

Tiempo de lectura: 4 minutos

Estados Unidos va hacia una guerra con China y debe cambiar seriamente de rumbo en su política exterior para evitarla, afirma el académico Stephen Kotkin. La tarea de Kotkin en esta vida es tener visión estratégica y abrir temas como éste a la discusión en esferas influyentes. Sus conferencias y charlas suelen estar en youtube, para mayor difusión.

Kotkin es historiador y académico senior –esto es, del grado máximo– de Stanford Hoover Institution y de la Princeton University. Su planteo parte de examinar los conflictos bélicos y de poder en curso y argumentar que son menores en importancia a lo que debe ser el centro de atención, a poner en China.

El conflicto en curso en Medio Oriente tiene como protagonista a Iran y no a Israel, en congruencia con la lectura del Departamento de Estado. «Es horrible, sangriento y más, pero no tiene implicancias globales». Sin mencionar la guerra de Ucrania, descalifica ese esfuerzo en tanto Rusia «tiene capacidades únicas, pero carece de esfera de influencia». A su criterio, el fin del mundo de bienestar para un sector pudiente del mundo occidental se puede producir con el conflicto con China: «Sus carteras de acciones se incinerarán –le dice al público–, los fondos de retiro desaparecerán, y hoy negamos ese peligro. Podría no suceder, pero dependerá del liderazgo político que conduzca la situación».

Como fundamento de su afirmación, describe la situación de China y la compara con EEUU. Así, China tiene 200.000 barcos mercantes, una cifra de gran importancia estratégica en su razonamiento. El G7 llegó a estar a un punto del 70% del PIB mundial, y hoy está en 47%. «Somos más ricos, mucho más ricos, y eso se llama éxito. Pero también hay que medir la participación en el mundo».

En 1979, China tenía un PIB equivalente al 25% del de EEUU, y hoy es el número uno en manufactura, exportación y consumo de petróleo, vehículos, smartphones y más. «Mientras, EEUU no sabe cómo abrirle oportunidades económicas y sociales a su clase media y clase media baja; no sabemos cómo defender la democracia. El problema nuestro es el éxito: el resto del mundo parecía caminar hacia el mundo que queríamos. El comunismo llegó a su fin y China fue hacia una economía de mercado, si bien leninista. La población china está por cierto mucho mejor»,

El territorio chino tiene fronteras terrestres con 14 países, y marítimas con otros seis, mientras que EEUU tiene una mejor posición geográfica para una gran potencia, afirmó: Canada, Mexico, y a ambos costados, peces y peces, Y China no tiene una California, lo cual es su gran debilidad estratégica. El PIB per cápita de EEUU es significativamente mayor que el de China: 80.000 dólares versus 17.000; pero es no explica el peso específico que se tiene en el mundo. El comando de la situación mundial sigue estando a cargo de EEUU, si bien con un marcado deterioro en los últimos 15 años.

Kotkin muestra un planisferio con muchos puntos marcados: son las 800 bases militares de EEUU que él dice que hay, y les suma estaciones de radar y puestos de escucha. «Nunca, en la historia del mundo, hubo una fuerza militar así, claro reflejo de nuestra concepción global. Y la tenemos por unos pocos puntos de nuestro PIB.»

Una diferencia sustancial, plantea Kotkin, es que la fuerza militar de EEUU es móvil; se desplaza rápidamente. La de China no lo es: es el Hulk de estilo soviético que rompe todo a su paso. Hoy, China se está proyectando hacia una fuerza militar móvil, procurando la proyección de su poder desde la distancia. EEUU ya tiene eso, y más.

Kotkin proyecta nuevamente el planisferio con las bases militares de EEUU, y sobre él, la ubicación de los puertos comerciales parcial o totalmente chinos, privados y con la construcción en marcha. Según otra fuente de información, CSIS.org, son 60 puertos. «En su mayoría, tienen a China a cargo de la parte operativa, y además, parte de ellos son de uso dual: puertos mercantes transformables en militares, con capacidad de albergar naves de gran porte. Lo cual es completamente lógico».

El pensamiento rector de Kotkin es que el desarrollo comercial chino está cada vez más cerca de transformarse en desarrollo militar. Parte de esa capacidad es que China es el principal socio comercial de 43 países, mientras que EEUU lo es sólo de 32.

Y a continuación, Kotkin pasa a lo que China califica de «interés central»: el mar por el que China llega y recibe al mundo, y que tiene tantos nombres como intereses hay en dominarlo: Nan Hai, o Mar del Sur de China; Bien Dong, o Mar del Este para Vietnam, y desde 2015 Mar del Este de Filipinas, como manera de reafirmar la soberanía sobre islas que Manila reclama. Hasta el siglo XV era el Mar de Champa, por el reino de Champa, ubicado en el centro de lo que hoy es Vietnam.

«Y que sea de ‘interés central’ para China, lo equipara a Taiwan e implica que están dispuestos a ir a la guerra en ambos casos por ese interés; que no se dude». Hoy, China reclama el 95% de esas aguas al sur de su territorio, y construyó siete islas sobre arreecifes de coral en violación del derecho internacional, apunta Kotkin, y es cierto. Una de ellas, la de Subi, se hizo en dos años; es más grande que Pearl Harbor y tiene una poderosa pista de aterrizaje. La conclusión de Kotkin es terminante: «China se yergue en un mundo dominado por EEUU».

Dada esta descripción de la situación, Kotkin examina alternativas: conservar o no las actuales alianzas. Edificar nuevas estructuras de alianzas. ¿Sólo acomodarnos? China quiere el sureste asiático, Rusia quiere eurasia e Iran quiere el golfo. Eso es lo que quieren y procuran. «Podemos contenerlos, si rehacemos la fota de 350 barcos de guerra. La decisión es entre si hay un equilibrio posible en la región o habrá confrontación; ésas son las opciones. ¿Podremos encontrar contención y cooperación si calibramos en forma delicada? Fuerza y diplomacia ante los valores de los otros mientras procuramos los propios».

Y finalmente, Kotkin lanza el hilo ideológico que mucho puede justificar. Las antiguas y grandes culturas que tuvieron Rusia, Irán y China, argumenta, les da títulos para alegar las ofensas históricas en nombre de lo que pretenden. Este resentimiento, quejas y aspiraciones fundadas en el pasado

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.