Me convencí de que comenzó una etapa – Primero apareció la página Recuperar la memoria histórica de los comunistas. Ya es suficientemente conocida con más de 5300 miembros. Hace muy poco tiempo se formó el grupo yo fui de la UJC de uruguay que ya se acerca a los 2000 integrantes. En un país tan chico, son números importantes. Sin embargo es mucho más importante cruzar las puertas que se han abierto. Estamos recorriendo juntos un territorio que parece conocido, pero que es absolutamente nuevo en su dimensión, en su afectividad, en la maduración que nos muestra. Memoria es ideología. Olvido y tergiversación es igual a engaño y falsificación. Para tener memoria hay que haber vivido. Puede no haber memoria. Puede haber memoria oficial.
Esta memoria es original– Es original porque es masiva. Miles de protagonistas recordando, colgando fotos, riendo, llorando, reviviendo, reencontrando. Es memoria trabajada como nos gustaba la política, porque es hecha por miles, no por iluminados. No hay acuerdos secretos. Cada cual escribe de acuerdo a su propia memoria, de acuerdo a su personalidad. Nada tiene importancia en forma aislada. Nos conmovió porque apareció en su enorme magnificencia la política llevada adelante con el pellejo de decenas de miles, de antes y de siempre. Los dos demonios retroceden ante el recuerdo majestuoso de los pueblos libres. Pueblo es todo lo que no es oligarquía. Recordamos ahora que nos habíamos impuesto un enorme objetivo, ganar para nuestras ideas a la mayoría del pueblo, una política para convencer a más de un millón de personas. Hoy podemos decir que la memoria es otro factor de acumulación de fuerzas.
Nunca nos sentimos refundadores de la Nación. Continuábamos la gesta contra los malos europeos y peores americanos. Fuimos y somos artiguistas buscando la segunda y definitiva independencia. En las fotos volvemos a vernos siendo siempre muchos, en las jornadas estudiantiles, en la zafra de azúcar en Cuba, en los viajes a la URSS, en las pintadas contra el imperialismo, en los sepelios de Líber, Susana, Chávez Sosa, los mártires de la veinte, Hugo, Peré, Feldman, en los homenajes a los desaparecidos y asesinados por la dictadura, en los muros tomados por la Brigada Líber Arce antes del golpe y en los pintados después de la dictadura por la nueva Brigada, en las asambleas estudiantiles, en el sepelio en Nicaragua de Altesor. Todos coincidimos en que fue enorme el aprendizaje que tuvimos, fue escuela de militancia, de fraternidad, de solidaridad. Todo lo volcamos en las herramientas unitarias de hoy, estemos donde estemos. Filtramos lo negativo, también transformado en experiencia.
Dimos todo – Dimos tanto que aun estando al borde del precipicio, no perdimos de vista «la luz puntual que nos espera». Llegamos al gobierno a pesar de las heridas y las enormes pérdidas. Si habrá sido fuerte la convicción que aún seguimos hablando de lograr la «unión de pueblos y gobiernos», consigna de Arismendi de hace más o menos 30 años.
Explotó la memoria de los comunistas – La novedad de las redes sociales nos proporcionó la herramienta. Aparecieron en corto período miles y miles de testimonios. La memoria está viva. Lo hecho está presente. Nada quedó atrás. Es la fusión de la experiencia de varias generaciones, fusión imposible de imaginar hace unos años. Entre todos hacemos la síntesis. Nos conocemos y nos reconocemos en esa memoria que palpita y nos devuelve una imagen de nosotros mismos que nos conmueve hasta la última fibra de nuestro ser.
La lucha ideológica dejó de esconderse – Durante decenas de años no quisimos hablar de nosotros. No solo porque nos parecía de mal gusto. Es parte de nuestra formación. Formación que tomamos de la experiencia política, y que devolvimos y seguimos devolviendo al pueblo en forma de herramientas unitarias. Durante decenas de años no encontramos la manera de lidiar con las visiones personalistas de la historia o con visiones falsificadoras como la de Sanguinetti negando que hubiese niños robados. Por si fuera poco nos comimos la instalación de la teoría de los dos demonios, por parte de la derecha y de algunos compañeros de ruta. Teoría que no nos da siquiera el lugar de espectadores de la historia.
La lucha de clases no se detiene en las puertas de facebook – El Éxodo del pueblo oriental fue la mayor proeza de masas de nuestra historia fundadora. La huelga general contra el golpe de estado estuvo al mismo nivel de aquella pueblada. Decenas de miles de patriotas de todas las edades y todos los pueblos del Uruguay resistimos. Perdimos muchas veces, pero ganamos la épica, la leyenda. Fuimos y somos un pueblo construyendo nuestra historia, y entre ellos los comunistas de todos los tiempos en las ideas y en el protagonismo.
Empezamos a relatar de a poco. Muy lentamente. Cuando parecía que ya no encontrábamos lugar, y que lo hecho quedaba para historiadores del futuro, la vida o la picardía de la dialéctica, nos dio lo inesperado. Facebook sirvió para juntar miles de pedacitos. Somos nosotros mismos contando nuestra historia que es parte inalienable de la historia de nuestro país.
Ahora si podemos decir; nada se ha perdido, todo está en la memoria.
Por Andrés Gesto
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