Sin rumbo, barco de Dilma navega con viento opositor

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“Carreteras abiertas a los gringos: gobierno va a retirar la exigencia de que empresas nacionales encabecen consorcios” en las licitaciones para nuevas construcciones, como estaba previsto. Así abría su sección económica, la semana pasada, el conservador diario “O Globo”, el más importante de Rio de Janeiro.

A esto se sumaba la propuesta del senador José Serra, del también conservador Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), cuya figura más destacada es el expresidente Fernando Henrique Cardoso. Serra proponía eliminar la exigencia de que Petrobrás tuviera una participación mínima de 30% en todas las inversiones de las enormes reservas del pré-sal, en las costas brasileñas.

Gilberto-Lopes-248x300Con el gobierno debilitado por el estancamiento económico y por los escándalos de corrupción, el vacío político ha sido ocupado por la oposición y por los grupos más conservadores de la amplia coalición armada por el gobierno en el congreso.

En medio de una crisis, que lo ha dejado sin sustentación en la Cámara de Diputados, cuyo presidente, Eduardo Cunha, se ha transformado en líder opositor, el gobierno ha encontrado apoyo en el presidente del Senado, Renan Calheiros.

Miembro del mismo partido de Cunha –ambos son del PMDB, un conglomerado electoral que agrupa los más diversos intereses– e incluidos ambos en las listas de los beneficiados con los escándalos de corrupción que afectan a los principales grupos políticos del país, Calheiros puso sobre la mesa un programa de cerca de 30 medidas que le dio aire a negociaciones con un gobierno, que está acosado por Cunha. Empeñado en descarrilar los necesarios esfuerzos de poner orden en el gasto público, Cunha ha insinuado también disposición para facilitar la votación del impeachment de la presidente, que podría ocurrir si no se aprueban las cuentas de la campaña electoral del Partido de los Trabajadores (PT).

Pero el programa de Calheiros solo contribuye a alinear el gobierno con un proyecto privatizador al que se suma la desregulación de las inversiones en tierras costeras, territorios indígenas y áreas históricas, entre otras medidas.

Por Gilberto Lopes en Rio de Janeiro / escritor y politólogo.
gclopes@racsa.co.cr

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