La ganadería como vital impulso al desarrollo, desde los tiempos de la colonización hasta el presente, es la propuesta temática de “Campos: breve historia de una discusión tecnológica”, de la antropóloga María Fernanda de Torres Álvarez, que acaba de publicar Editorial Trilce.
Este libro -que es fruto de una profusa investigación de acento académico- visualiza el ángulo histórico, económico y social de un tema siempre convocante por su indudable interés, en un país de raigambre eminentemente ganadera.
No en vano, desde bastante antes de su fundación, nuestro Uruguay ha sido eminentemente agropecuario, en función de las peculiares características de su territorio y particularmente de su clima, propicio para la expansión y el desarrollo de los productos del denominado sector primario.
En ese contexto, la ganadería es bastante más que un rubro de explotación productiva con valor económico. Es sí un fenómeno que tiene fuertes repercusiones sociales y hasta sociológicas, en la medida que contribuyó a la construcción de la nación como entidad política soberana.
Por supuesto, un personaje clave de la génesis y la conformación de esta riqueza en el cono sur fue Hernando Arias de Saavedra, un criollo que, hace más de cuatro siglos, se desempeñó como gobernador del Río de la Plata y el Paraguay. Este personaje fue, a la sazón, el pionero que introdujo la ganadería en nuestro territorio.
Esa singular impronta que caracteriza a nuestro país ha devenido en un permanente esquema de dependencia, particularmente de la exportación de alimentos y el siempre potente desarrollo de industrias derivadas primordialmente de la ganadería y la agricultura.
Por supuesto, esta particular coyuntura conformó, a menudo, un cuadro de inmovilismo y estancamiento, que contemporáneamente viene siendo superado por la creciente diversificación de la matriz productiva y la multiplicación de mercados y destinos.
Ello derivó, por ejemplo, en el colapso del modelo agro-exportador a mediados de la década del cincuenta del siglo pasado bajo la égida del ya declinante Estado de Bienestar del segundo batllismo, que inició una prolongada crisis económica cuya eclosión se registró en la década del sesenta, con su correspondiente correlato de agitación social, represión estatal y ulterior ruptura institucional.
Empero, ese no es precisamente el tema vertebral de esta trabajo, sino apenas una mera referencia histórica que permite insertar a este tópico en un determinado espacio temporal mediante una visión de contexto.
Por el contrario, “Campos” es una mixtura entre la investigación con alto rigor científico y el ensayo, en el entendido que todas las temáticas macro requieren una mirada amplia y que exceda a los parámetros de lo meramente epidérmico.
A diferencia de lo que suele suceder en trabajos de esta naturaleza, el centro de las reflexiones no es el ser humano en sí mismo, en tanto actor y arquitecto de la historia, sino la naturaleza que lo rodea y en la cual por supuesto interactúa.
Sin perder la referencia de que es realmente el paisaje el que cobija a ese homo sapiens depredador por antonomasia, la autora indaga en torno a modelos y concepciones innovadoras con respecto a la explotación de los recursos naturales.
En ese contexto, la investigadora plantea el tema desde una visión que se entronca con las sucesivas mutaciones civilizatorias que han permitido avanzar hacia nuevos estadios de desarrollo social, económico y humano.
Este libro es, ante todo, un tratado que aborda todo lo relativo al mundo vivo no humano, conformado por la vastedad y complejidad de los ecosistemas, con todo lo que ello supone desde ángulos eminentemente reflexivos.
En ese marco, la especialista no soslaya las controversias en torno a la propiedad de la tierra y los modelos de desarrollo productivo, casi siempre cruzados por la tensión originada por la lucha de intereses sectoriales vinculados a la extracción y la acumulación de la renta agropecuaria.
Al respecto, los más potentes núcleos de interés de este trabajo son la explotación ganadera en su modalidad extensiva, la ingeniería agronómica y las políticas públicas de innovación.
“Campos” es una investigación profunda, minuciosa y de alto valor didáctico, que está construida desde una perspectiva que privilegia las ciencias sociales, desestimando la visión generalizada que la ganadería es una suerte de arcaísmo tecnológico.
La abarcadora mirada, que carece de explícitas referencias políticas o visiones sesgadas, contribuye a la comprensión de un fenómeno intrínseco a nuestra condición de país productivo.
Por Hugo Acevedo
Periodista y crítico literario
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