Las normas creadas en función de contextos históricos, con mentalidad y modos de construir devenidos primordialmente de la colonización europea, han perdido razón de ser. La utilización de nuevos materiales, industrialmente creados, equipamiento mecánico y electrónico informatizado imponen a su vez nuevas técnicas y sistemas constructivos. Asimismo con ellos, apegada a las apetencias de la sociedad actual, la vivienda adquirió inéditas funcionalidades de confort y seguridad incluyendo servicios y acondicionamientos controlados a distancia. Desde las Instituciones con competencia en la edificación para habitar, nuevas normas deben contemplar estos logros.
El nuevo paradigma
Cuestionada la utilización indiscriminada de la tecnología del confort, basada en consumo de energías con efecto degradantes sobre el medio ambiente y recursos naturales que hoy sabemos finitos, nos proponemos actuar en función de una creciente conciencia ecológica resumida en términos como sustentabilidad. En esa tesitura, desde los gobiernos deben incluirse regulaciones, que en algunos casos lleguen a indicación de dispositivos, y alentar la optimización de insumos como el agua y la electricidad. En el caso del agua, para disminuir su consumo y con la electricidad para incluso generarla en instalaciones domésticas. El ideal buscado es conseguir un balance cero entre consumo y producción, una vivienda autosustentable.
La generación de normas
En el marco del derecho, las normas devienen de las costumbres, del consenso social, en este caso sobre cómo habitar el espacio. Ahora el privado extendido al público dada la creciente interconexión e incidencia de las construcciones singulares con la urbe, con el territorio.
Las legislaciones departamentales están tomando conciencia de la necesidad de actualizar, adaptándose al contexto actual, mientras se verifican, en los últimos años, disparidades entre exigencias para emprendimientos como los que el Ministerio de Vivienda realiza a nivel nacional. Es de hacer notar que éste, el de Industria y la Intendencia de Montevideo están trabajando en estos temas, a los que pretende sumarse este aporte. Es claro que el asesoramiento al legislador resulta imprescindible en este contexto, para lo cual la Academia, sus profesionales y organizaciones afines tienen el derecho y la obligación de participar. Es de hacer notar que se ha producido una sutil superposición por las especialidades, pero también sustitución de los derechos profesionales por parte de instituciones públicas y privadas. Nuestra organización gremial agrega a sus objetivos históricos una permanente tarea de seguimiento de estos procesos.
Las Instituciones deben fijar parámetros de seguridad, higiene y confort para que el profesional ejerza con libertad su función. Nuestro conocimiento técnico, adquirido en la Facultad, no debe ser sustituido por especificaciones impuestas a nuestra discrecionalidad. Son en este contexto asimismo discutibles, en muchos casos cuestionables, las certificaciones externas superpuestas a la evaluación de los proyectos.
En tanto el producto construido vivienda mantiene la esencial condición de ser una articulación del espacio, integrado al medio ambiente, los arquitectos renovamos al participar nuestro compromiso profesional. Mas aún, dado el conocimiento cabal del nuevo contexto físico y social, adquirimos una obligada iniciativa al respecto.
El mantenimiento
El hecho construido adquiere vida propia.Es necesario mantener un funcionamiento apropiado, sobre todo en relación al entorno. La responsabilidad de proyectistas y ejecutores protege al propietario y/o habitante. Y aunque parcialmente la asume con respecto al uso adecuado del bien, nuestra responsabilidad decenal se pone en juego en el mantenimiento y funcionamiento futuro que a su vez afectan la construcción física.
Hacia una normativa nacional de edificación
El informe preliminar elaborado con la participación de nuestros colegas en SAU es un extraordinario avance por la recopilaron y presentación comparada de normas de cada departamento. Concientes de la necesidad de un consenso de las legislaciones departamentales, tentamos al menos avanzar conceptualmente, como se hizo en Montevideo, con positivos resultados normativos en la actualidad.
En ese sentido, la instalada condición maderera del País contradice en las normas la prohibición de estructuras de ese material. Debería en cambio exigir la condición ignífuga del mismo, absolutamente viable con técnicas en uso.
El acondicionamiento térmico de envolventes ya no depende de espesores y densidades de materiales clásico como el ladrillo. Los parámetros exigibles deben referirse a coeficientes de aislación aplicados integralmente al paramento. Análogamente al ejemplo del automóvil, exigir aislación en los muros con aberturas de vidrios simples contradice el espíritu de la norma. Asimismo, la incorporación de madera en estructuras con aislantes y en aberturas aumenta la capacidad de aislación térmica en coincidencia con la actual disposición de este insumo.
Dispositivos simples de utilizar
Siendo el coeficiente K= conductividad de los materiales inversamente proporcional a la resistencia térmica de los mismos cuanto más pequeño resulta, mejor.
Una pared compuesta de materiales clásicos sin ventanas tiene un K = 1.39
La misma pared con ventana de vidrios simples reduce eficiencia K= 4.95
Si contiene vidrios dobles en la misma abertura llega K= 3.25
Pero si se coloca doble ventana se puede bajar (más cerca de1.39) K= 2.55
Es notoria la incidencia que esto tiene en el confort y consumo de energías.
Hacia la Eficiencia energética
La optimización de combustibles, la relación entre el usado y las calorías conseguidas debe ser evaluada en el contexto espacial. Un buen equipo de aire acondicionado es desaprovechado si los vidrios del automóvil no van cerrados. En Uruguay el clásico dispositivo de calefacción es la estufa a leña, cuya utilización para calor por radiación genera un balance negativo al despedir, junto al humo, aire caliente del interior. Estamos en condiciones de instalar sistemas complementarios de distribución del calor, cuyo costo extra inicial redunda en considerables beneficios con el uso.
Algunas Innovaciones a incorporar
1) Determinación de parámetros de aislación en paredes y cubiertas.
2) Incorporar dispositivos de reducción de consumo agua.
3) Incorporar sistema de aguas grises opcional.
4) Incorporar sistema de recolección de pluviales.
5) Determinar grado de eficiencia de aberturas proyectadas
6) Presentar diseños de ventilación natural y mecánica opcionales
7) Integrar la naturaleza (flora interior y exterior) al Proyecto.
8) Presentar proyecciones energía consumida-producida-ahorrada.
9) Esquema de relacionamiento entre el entorno natural y el construido.
Nuestra participación
Hemos cedido espacio frente a las tecnologías, incorporando al quehacer profesional, bajo el paradigma de la división del trabajo, las especialidades. Es hora de renovar nuestro abordaje integral del hábitat humano. Puede que no seamos expertos en algunas técnicas especificas, pero seguimos siendo los más eficientes en el diseño del todo construido y su funcionamiento, el edificio y su entorno al que, dada la creciente incidencia de lo urbano, debemos agregar responsablemente nuestro gran hogar; la tierra.
Arq. Luis Fabre
luisfabre@gmail.com
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