“Se han introducido en el país diversos sistemas y técnicas de construcción que son crecientemente adoptados y cumplen los parámetros establecidos por las ordenanzas vigentes con independencia de algunas especificaciones fijas”.
“El informe preliminar elaborado por nuestros colegas en la Sociedad de Arquitectos del Uruguay es un extraordinario avance en la recopilaron y presentación comparada de normas de cada departamento”.
Nuevos paradigmas
Cuestionada la utilización indiscriminada de la tecnología del confort, basada en consumo de energías con efectos degradantes sobre el medio ambiente y recursos naturales que hoy sabemos finitos, nos proponemos actuar en función de una creciente conciencia ecológica resumida en términos como sustentabilidad. En esa tesitura, desde los gobiernos deben incluirse regulaciones, que en algunos casos lleguen a indicación de dispositivos y alentar la optimización de insumos como el agua y la electricidad. En el caso del agua, para disminuir su consumo y con la electricidad para incluso generarla en instalaciones domésticas. El ideal buscado es conseguir un balance cero entre consumo y producción, una vivienda autosustentable.
La generación de normas
En el ámbito del derecho, las normas devienen de las costumbres y el consenso social. Las normas creadas en función de contextos históricos, con mentalidad y modos de construir devenidos primordialmente de la colonización europea, han perdido razón de ser. Hoy se trata de cómo habitar el espacio privado integrado al espacio público dada la creciente interconexión entre las construcciones singulares con la urbe y el territorio. Las legislaciones (juntas) departamentales han tomado conciencia de la necesidad de nuevas normas acordes al contexto histórico actual, en tanto las falencias y contradicciones de las vigentes, son evidentes. Entre otras, se verifican disparidades entre las exigencias para emprendimientos del Ministerio de Vivienda en todo el país y las respectivas Intendencias departamentales. Es de hacer notar que, paralelamente, también el Ministerio de Industria y la Intendencia de Montevideo están trabajando en estos temas. En tanto el asesoramiento al legislador resulta imprescindible la Academia, sus profesionales y organizaciones afines tienen el derecho y la obligación de participar. Abordando su complejidad, es necesario criterio integrador de los intereses zonales y los propósitos políticos. Las organizaciones profesionales deben agregar a sus objetivos históricos una permanente tarea de seguimiento de estos procesos ayudando a que las Instituciones competentes sobre el territorio fijen parámetros de seguridad, higiene y confort que no impidan al profesional ejercer con independencia de criterio. El conocimiento técnico, adquirido en la Universidad, no debe ser sustituido por especificaciones rígidas. En este sentido son discutibles, en muchos casos cuestionables, las certificaciones externas a la evaluación de proyectos que menguan las competencias profesionales.
En tanto el producto construido vivienda mantiene la esencial condición de ser una articulación del espacio, integrado al medio ambiente, los arquitectos renovamos, al participar, nuestro compromiso. Mas aún, dado el conocimiento cabal del contexto físico y social, mantenemos una obligada iniciativa al respecto.
La vida útil
Una vez construida, la edificación adquiere vida propia y es necesario mantener un funcionamiento apropiado, sobre todo en relación al entorno. En Uruguay, la responsabilidad de proyectistas y ejecutores trasciende su entrega al comitente. Aunque sus propietarios y/o habitantes responden por el uso adecuado del bien, la responsabilidad decenal de arquitectos y constructores se ponen en juego en su funcionamiento y mantenimiento en tanto afectan la condición física de las construcciones.
La necesidad de actualizar
Asimismo, apegada a las apetencias de la sociedad actual, la vivienda adquirió inéditas funcionalidades de confort y seguridad incluyendo servicios y acondicionamientos controlados a distancia. Desde las Instituciones con competencia en la edificación para habitar, nuevas normas deben contemplar estos logros.
Componentes del contexto actual a tener en cuenta
1. Lo urbanístico-territorial
La promoción del turismo exógeno, la localización de mega emprendimientos en algunas zonas y la descentralización de servicios en todo el país, incluyendo el transporte, han producido una creciente urbanización en las ciudades y el simultáneo despoblamiento de otras zonas geográficas.
2. Lo demográfico
La disgregación de la familia nuclear, su disminución de integrantes promedio y la movilidad social impulsada por los atractores reseñados se traducen en demanda de tipologías con menos (y hasta sin) dormitorios y reducción de servicios como el de cocina. Simultáneamente, con el impacto de las tecnologías, se dispone (y de hecho se instalan) una diversidad de nuevos equipamientos para el confort, la alimentación y la seguridad.
3. Materiales y técnicas constructivas
Nuevos materiales, industrialmente creados, imponen a su vez nuevas técnicas y sistemas constructivos.
Se han introducido en el país diversos sistemas y técnicas de construcción que son crecientemente adoptados y cumplen los parámetros establecidos por las ordenanzas vigentes con independencia de algunas especificaciones fijas. Varios de esos sistemas están aprobados a nivel Nacional contradiciendo esa mismas especificaciones.
4. Equipamientos y servicios
Equipamientos de última generación, informatizados y controlados a distancia junto a nuevos servicios impactan al interior de la vivienda sobre las costumbres de relación espacial doméstica.
5. Nuevos paradigmas
La sustentabilidad, crecientemente asumida socialmente por el hábitat, propone una relación integral duradera con el entorno natural y el ya construido.
La función de habitar responsablemente implica ahorro de energías y bienes naturales no-renovables, simultáneamente a la utilización de nuevos servicios y equipamientos. El nuevo concepto es adaptarse al entorno. En Suecia, la calefacción domiciliaria no está siempre a 22º centígrados sino a 10º por encima de la media exterior que en invierno es de 0º. Aunque hay que usar abrigo en el interior, se gasta mucho menos energía. Asimismo, una toma de conciencia de lo patrimonial y la preservación del acervo histórico que promueve una puesta en valor de espacios, lugares y edificaciones.
6. El marco normativo y legal
La diversidad de modalidades de acceso y tenencia para la vivienda. La edificación por parte del estado atendiendo la demanda de sectores de menores ingresos y pasivos. La acciones sobre asentamientos informales. La superposición de competencias entre Intendencias y el MVOTMA. La vigencia de la Ley de alquileres.
Las Proposiciones
1. Un abordaje mediante parámetros del habitar que respeten los anotados y otros Componentes con índices, porcentajes y/o coeficientes de valoración en rangos mínimos y máximos. La flexibilidad en los rangos de cumplimiento podrá contemplar la diversidad de situaciones del contexto, constituyendo opciones de ingreso desde la informalidad a una buscada integración urbana.
2. La combinación compleja de los reseñados componentes constituye una configuración del contexto absolutamente distinta al de la Ley de Vivienda 13728 hace casi cinco décadas. Es necesario modificarla subsumiendo sus definiciones rígidas en los referidos parámetros.
3. Establecer evaluaciones y controles adecuados al contexto actual del habitar por parte de las Intendencias Departamentales en coordinación con el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
Hacia una normativa nacional de edificación
El informe preliminar elaborado por nuestros colegas en la Sociedad de Arquitectos del Uruguay es un extraordinario avance en la recopilaron y presentación comparada de normas de cada departamento. Concientes de la necesidad de un consenso en las legislaciones departamentales, tentamos al menos avanzar conceptualmente, como se hizo en Montevideo trascendiendo a positivos resultados normativos.
Focalizando
a) La irreversible condición maderera en el País contradice las normas de prohibición de estructuras para vivienda con ese insumo. Alcanzaría con exigir la condición ignífuga del mismo, absolutamente viable con las técnicas que ya se utilizan. Asimismo, la incorporación de madera en estructuras con aislantes y en aberturas aumenta la capacidad de aislación térmica en coincidencia con la disposición del insumo anotada.
b) El acondicionamiento térmico de envolventes ya no depende de espesores y densidades de materiales clásico como el ladrillo. Los parámetros exigibles deben referirse a coeficientes de aislación aplicados integralmente al paramento. Un buen equipo de aire acondicionado es desaprovechado si los vidrios del automóvil no van cerrados. Análogamente, exigir aislación en los muros con aberturas de vidrios simples contradice el espíritu de la norma:
Siendo el coeficiente K= conductividad de los materiales inversamente proporcional a la resistencia térmica de los mismos cuanto más pequeño resulta, mejor.
Una pared compuesta de materiales clásicos sin ventanas tiene un K = 1.39
La misma pared con ventana de vidrios simples reduce eficiencia K= 4.95
Si contiene vidrios dobles en la misma abertura desciende a un K= 3.25
Pero si se coloca doble ventana se acerca mucho al 1.39, con un K= 2.55
c) Eficiencia energética. La optimización de combustibles, la relación entre el usado y las calorías conseguidas debe ser evaluada integralmente en la edificación. En Uruguay, el clásico dispositivo de calefacción es la estufa a leña, cuya utilización para calor por radiación genera un balance negativo al despedir, junto al humo, aire caliente del interior. Estamos en condiciones de instalar sistemas complementarios de distribución del calor, cuyo costo extra inicial redunda en considerables beneficios con el uso.
En climas extremos como el de Suecia.
Algunas determinaciones exigibles al proyecto y la edificación
1) Aislación en paredes y cubiertas re relación al entorno
2) Incorporar dispositivos de reducción de consumo agua
3) Incorporar sistema de aguas grises opcional
4) Incorporar sistema de recolección de pluviales
5) Determinar eficiencia de aberturas proyectadas
6) Presentar esquemas de ventilación natural y mecánica
7) Integrar la naturaleza (flora interior y exterior) al Proyecto
8) Presentar proyecciones de energía consumida y ahorrada
9) Esquema de relación física con el entorno natural y construido
Nuestra participación
Este abordaje lleva implícita la revalorización del arquitecto como integrador de mejores condiciones de vida de acuerdo a los actuales paradigmas y demandas de la sociedad contemporánea.
Incorporando las especialidades al quehacer profesional, bajo el paradigma de la división del trabajo, hemos cedido espacio a las tecnologías. Es hora de renovar nuestro abordaje integral del hábitat humano. Puede que no seamos expertos en algunas técnicas específicas, pero seguimos siendo los más eficientes en el diseño del todo construido y su funcionamiento, el edificio y su entorno al que, dada la imparable creciente incidencia de lo urbano, debemos incorporar responsablemente a nuestro gran hogar; la tierra.
Por el Arq. Luis Fabre
luisfabre@gmail.com
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