Consejo de Seguridad ONU
/ Durante una reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU, el representante chino calificó las medidas de Trump contra Haití de «crueles y absurdas», alterando su política tradicional de contención ante hechos internacionales.
“Mientras afirma apoyar al pueblo haitiano, EEUU ha recortado significativamente la ayuda exterior y ha seguido deportando inmigrantes haitianos bajo el pretexto de las prioridades nacionales, justo cuando Haití 
necesita apoyo urgentemente”, dijo Geng Shuang, representante permanente adjunto de China ante las Naciones Unidas (ONU), el lunes 21v por la noche en el Consejo de Seguridad.
“Lo que es aún más impactante es que (…) también extendieron recientemente su llamado arancel básico del 10% a Haití, uno de los países menos desarrollados del mundo”, continuó el embajador chino.
Geng dijo que China está profundamente preocupada por “el agravamiento de la crisis en Haití y la violencia desenfrenada de las pandillas, el casi colapso del Estado y la desesperada situación del pueblo”.
El discurso se produjo durante una sesión especial sobre el país caribeño, donde la representante especial de la Secretaría General para Haití, María Isabel Salvador, presentó un informe sobre el país, que sufre una expansión territorial de grupos armados desde enero.
La imposición de aranceles fue una de las quejas de China contra EEUU en el Consejo de Seguridad. Junto a ella, la representante china criticó el recorte de la ayuda exterior y la deportación de inmigrantes haitianos por parte de la administración Trump.
“Esta exhibición de unilateralismo, proteccionismo y acoso económico no sólo se dirige a los llamados competidores, como China (….) sino que también inflige daño a una nación al borde del colapso, como Haití, donde la población está en graves dificultades”, dijo. “Esto no sólo es cruel y absurdo, sino también profundamente conmovedor”, concluyó Shuang.
Según María Isabel Salvador, entre febrero y marzo murieron 1.086 personas, 383 resultaron heridas y más de 60.000 sufrieron desplazamiento forzoso en los últimos dos meses. Desde diciembre del año pasado, un millón de personas han sido desplazadas.
“La crisis humanitaria en Haití ha alcanzado niveles críticos”, afirmó Salvador, quien también es jefe de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH, en francés).
“Los brotes de cólera y violencia de género, especialmente en lugares de desplazamiento, están generalizados; la inseguridad ha cerrado 39 centros de salud y más de 900 escuelas en Puerto Príncipe”, informó el representante.
Advirtió que Haití se estaba acercando a “un punto sin retorno”. “A medida que la violencia de pandillas continúa extendiéndose a nuevas zonas del país, los haitianos experimentan niveles crecientes de vulnerabilidad y un creciente escepticismo sobre la capacidad del Estado para responder a sus necesidades”, lamentó.
La mayor parte del discurso del representante permanente adjunto de China ante la ONU estuvo dedicada a denunciar la responsabilidad de Estados Unidos en la crisis haitiana. De los tres puntos enumerados por Geng, el último fue que “el instigador de la crisis debe asumir su responsabilidad”, en referencia al país norteamericano.
“Estados Unidos ha sido el mayor factor externo que ha afectado la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de Haití” en la historia del país, dijo Geng. “Durante más de un siglo, ellos [EE.UU.] han movilizado tropas descaradamente, han instalado gobiernos títeres y han manipulado la constitución haitiana, entrometiéndose en los asuntos políticos del país”, denunció el representante chino.
China también denunció que los estadounidenses siempre han sido la “principal fuente de armas para Haití”.
Según el informe 2024 sobre el tráfico ilegal de armas en Haití de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), las pandillas en el país tienen mayor poder de fuego que las fuerzas policiales, con presencia de rifles AR-15 de fabricación estadounidense, rifles de asalto Galil israelíes y AK-47 rusos.
Según el informe, desde 2021 se ha producido un aumento del tráfico de armas cada vez más sofisticadas.
Otra crítica de China fue la limitada contribución de Estados Unidos a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMS) en Haití. En octubre de 2023, lideraron la formación de la misión MMS, prometiendo apoyo financiero. Sin embargo, durante el último año y los siguientes, sus contribuciones reales han sido relativamente limitadas.
En febrero de este año, Trump congeló 13 millones de dólares adicionales con la decisión de pausar toda la ayuda extranjera durante 90 días. En un momento dado, incluso intentaron convertir la misión en una OMP [Operación de Mantenimiento de la Paz de la ONU], alegando falta de fondos, en un aparente intento de trasladar la carga a la ONU y sus estados miembros, tratándolos como poco más que un cajero automático.Esto se debe a que, al no ser una operación de las Naciones Unidas, el MMS depende de contribuciones voluntarias.
El representante chino evaluó críticamente el papel de las Naciones Unidas, que opera en el país desde hace más de tres décadas, pero cuyos resultados “a menudo no han estado a la altura de sus esfuerzos”.
“Es esencial aprender de la experiencia pasada y abordar la causa raíz de la crisis, brindando una asistencia más específica, práctica y orientada a los resultados”, continuó Geng.
También abogó por apoyar a CARICOM y BINUH para que continúen con sus “buenos oficios para acelerar la implementación de un acuerdo transicional alineado con las realidades de Haití y ampliamente reconocido”. Esperamos que Estados Unidos reflexione sobre todo esto”, instó Geng. “El futuro de Haití no debe sacrificarse en aras de que Estados Unidos persiga sus propios intereses estratégicos, ni tampoco debe convertirse ‘estar demasiado cerca de Estados Unidos’ en una maldición para Haití”, concluyó.
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