La “Inserción Internacional”, es desarrollo de empleos y mejoramiento del salario. “En el TISA los mismos que nos habían hecho entrar, nos hicieron salir. El TISA va a volver”

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El pasado viernes 13 de Mayo el canciller Nin Novoa brindo una conferencia en el local del Sindicato de la Federación de la Carne, en el Cerro. El evento fue organizado por La Alianza Progresista (Grupo 738) con el objetivo de definir el rol del Estado, gobierno y partido político. Nin indicó que “Las decisiones que se toman en los ámbitos internacionales, tienen una vinculación muy directa con el bienestar de la gente, con la posibilidad de desarrollo, de empleo, de mejoramiento del salario. El Estado abre la puerta y prende la luz y atrás vienen los otros y ocupan esos lugares. Esto lo digo a consecuencia de que muchos han criticado algún Tratado de Libre Comercio. Uruguay tiene 170 o 175 mercados abiertos que – naturalmente – no les vende a todos a la misma vez. Lo que vende la Zona Franca, sobre todo la de Colonia representan U$S 250 millones por año”. Agregando en otra parte de su conferencia que; “En el TISA los mismos que nos habían hecho entrar, nos hicieron salir. El TISA va a volver…”.

Lo que sigue a continuación es la versión completa de esta conferencia grabada por La ONDA digital. 

URUGUAY TIENE 170 O 175 MERCADOS ABIERTOS
Cuando uno habla de “Inserción Internacional”, piensa que tiene que ver con el mundo de los diplomáticos y es para diplomáticos y embajadores. Y no es tan así. Las decisiones que se toman en los ámbitos internacionales, tienen una vinculación muy directa con el bienestar de la gente, con la posibilidad de desarrollo, de empleo, de mejoramiento del salario. Y son bastante sencillas. En primer lugar, porque las Relaciones Internacionales, la política exterior de un país sirve para representar, defender, promover los intereses nacionales en el exterior del país. Y un país como el Uruguay, necesariamente tiene que mirar hacia el exterior. Y doy la primera razón: este es un país productor de alimentos, somos tres millones trescientos mil habitantes y estamos produciendo alimentos para treinta millones de personas y podemos producir alimentos para cincuenta millones de personas. Por lo cual necesaria y obligatoriamente nuestra mirada tiene que estar hacia fuera. Nosotros nos autoabastecemos y nos sobra.

DIPUTADO ÓSCAR DE LOS SANTOS
La presentación de Nin ante un salón colmado de público lo hizo el Diputado Óscar De los Santos, quien indicó que el evento integra un ciclo de Conferencias y Charlas, que; La Alianza Progresista (Grupo frenteamplista al que también pertenece Nin Novoa) viene realizando sobre distintos temas tratando de ubicarlos en el debate interno del Frente Amplio – de cara a las próximas elecciones internas. De los Santos le manifestó en nombre de la “738” al canciller Novoa; respaldo en la gestión que viene realizando al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores y su total confianza política como frenteamplista. El objetivo de la discusión es la Inserción Internacional, en el marco del cumplimiento de nuestro programa del Frente Amplio, en esta coyuntura tan particular que vive América Latina, hay que definir muy bien el rol del Estado y del gobierno y definir también el rol del partido político, el Frente Amplio. Frente a ello agrego, De los Santos.

Para mirar el mundo así tal cual como es y mirarlo desde el punto de vista de acceso a los mercados, necesariamente tenemos que tener una mirada que comprenda al mundo como es, que veamos lo que sucede en el mundo y que seamos capaces de advertir cuál es la competencia que tenemos para enfrentar esos desafíos. Uruguay tiene 170 o 175 mercados abiertos que – naturalmente – no les vende a todos a la misma vez, pero que estamos en condiciones de hacerlo en la medida que haya demanda y haya precios que sean satisfactorios. El rol del Estado es mejorar el acceso a esos mercados, porque para entrar en muchos de esos mercados hay que pagar. El Uruguay tiene el 66% de sus ventas al exterior en mercados en los que hay que pagar para entrar y eso significa U$S 600 millones por año, que no quedan en el Uruguay y que, por lo tanto, no hay posibilidad de distribuirlos, es decir, que vayan las cadenas productivas hacia atrás y se mejoren los ingresos y los precios.

¿CUÁL ES EL ROL DEL ESTADO?
Cuando uno se posiciona frente a estas cosas, es cuando define el rol del Estado. ¿Cuál es el rol del Estado? El rol del Estado es abrir las puertas de esos mercados, en condiciones de preferencias arancelarias, para no pagar esos impuestos y esos aranceles que cobran y para que los privados hagan los negocios que tengan que hacer. El Estado abre la puerta y prende la luz y atrás vienen los otros y ocupan esos lugares. Esto lo digo a consecuencia de que muchos han criticado algún Tratado de Libre Comercio que tiene Uruguay con México, en virtud que dicen que no sirve porque tenemos una balanza comercial deficitaria con México, cosa que no exactamente la verdad. Porque cuando se mira la balanza comercial con México no se tiene en cuenta el ingreso de la Zona Franca. Lo que vende la Zona Franca, sobre todo la de Colonia – que vende todo el jarabe de Pepsi Cola en México y que representan U$S 250 millones por año y eso inclina la balanza a favor de Uruguay.

Entonces, el rol del Estado, al abrir esos mercados y dejar que los privados entren y empiezan con la posibilidad de la distribución de ese ingreso, tiene que mirar también lo que hacen los demás. Y, ¿qué es lo que hacen los demás competidores nuestros? Porque nosotros somos un país netamente vendedor de alimentos, pero hay otros países que venden alimentos, también, y que tienen condiciones muy favorables para entrar en los mismos mercados que entramos nosotros.

CUATRO GRANDES COMPETIDORES
Yo identifico ahí a cuatro grandes competidores: el mayor exportador de carne del mundo es la India. En la India, donde no comen carne vacuna, matan – sobre todo búfalos – y le venden carne a todos los países de la Asean (Vietnam, Malasia, Indonesia,…) y, además, lo venden con un rito de faena particular, que se llama Halal y que muchos de esos mercados exigen que para vender Halal, los frigoríficos tienen que ser exclusivos. No puede haber otro tipo de faena que no sea ese. EE.UU. es un gran exportador de carne, Australia es un gran exportador de carne y Nueva Zelandia es un gran exportador de carne. Entonces uno tiene que visualizar como compiten esos países con nosotros y en qué condiciones. Nosotros para entrar a China – con cualquier producto – pagamos entre el 16 y el 20% de aranceles. Nueva Zelandia y Australia que tienen un Tratado de Libre Comercio, tienen un tratado de preferencias arancelarias y entran con un arancel 0. Al estar más cerca de China y no pagar aranceles para entrar, la conclusión es bien obvia: ¿a quién le van a comprar, a ellos o a nosotros? A ellos. Y cuando les compran a ellos en detrimento nuestro, ¿qué pasa acá? Hay menos trabajo, hay menos producción, hay menos venta, hay menos trabajo. La crisis en el sector lechero, hoy, en que se está viendo en toda su magnitud y con la particularidad de que el sector lechero, para cerrar, tiene que mandar la vaca al frigorífico, porque no hay manera de dejar de ordeñar la vaca si no puede vender la leche. Y digo que se ve en toda su magnitud, precisamente porque hay otros competidores en el mundo que están posicionándose mejor frente a una crisis de precios muy marcada.

HOY AL MERCOSUR SOLO LE VENDEMOS 22% DE LAS EXPORTACIONES
En primer lugar, obviamente nosotros estamos en el Mercosur, somos parte de él, que nos sentimos integrantes del Mercosur y que el Mercosur tiene que ser nuestra plataforma de lanzamiento. A partir del Mercosur nosotros debemos mejorar nuestras condiciones de acceso – con el Mercosur, en lo posible – en otros mercados. Al Mercosur cuando se creó, le vendíamos la mitad de nuestros bienes, hoy no llegamos a venderle el 22%. Y particularmente le vendemos a Brasil porque Brasil es un gran mercado, pero – además – porque tenemos preferencias arancelarias con Brasil. Si excluimos a Brasil del Mercosur, eso nos cerraría las puertas a ese gran mercado, que con toda la crisis que tiene, en el mes de abril que acaba de culminar, le vendimos U$S 250 millones a Brasil y U$S 180 millones a China, que es nuestro principal comprador de bienes. Entonces, tenemos que mirar esa realidad, viendo qué es lo que le vendemos a Brasil totalizando el 18% de nuestras exportaciones, a Venezuela el 4%, a la Argentina el 4,4%, a Paraguay el 1,5%, a Bolivia el 0,5%. En el año 2014, el 29% de nuestras exportaciones de bienes, tuvieron como destino el Mercosur. Y en el 2015, el 22%. Y, ¿por qué vendemos acá? ¿Por qué le vendemos más a Brasil que a la Argentina, teniendo las mismas preferencias arancelarias? Porque la Argentina tenía restricciones de carácter no arancelario que eran todas las restricciones administrativas, las declaraciones juradas anticipadas de exportación, la cuota de exportación, la no automática, el tipo de cambio, la equivalencia entre la exportación y  importación, un dólar por un dólar. Y todo esto hacía que las ventas – que son casi todas manufacturas del sector industrial – cayeran notoriamente. Y, por lo tanto, cuando uno mira que el 63% de nuestras ventas no se vieron beneficiadas por un acceso preferente, cuando vemos que este porcentaje va hacia fuera del Mercosur… El Mercosur tiene tres TLC vigentes. Ahora entró uno que es con la parte sur de África, donde está Botswana, Zambia, Sudáfrica. Otro que está vigente es el de Palestina, Israel, Egipto. Y esos mercados con los cuales tenemos relaciones preferenciales tienen 98 millones de habitantes.

¿Qué pasa con el resto del mundo? ¿Cómo se está moviendo el resto del mundo? Hay una asociación económica regional que la integran 16 países del sudeste asiático y Oceanía, que tiene el 45% de la producción mundial y el 22% de las importaciones. Está integrada por China, Japón, Corea, India, Australia, Nueva Zelandia y todos los países de la ASEAN, que son 10: Singapur, Tailandia, Indonesia, Malasia, Birmania, Filipinas, Brunei… En esta asociación de países se venden productos sin cobrarse aranceles, se venden libremente. Y ahí está India, está Australia y está Nueva Zelandia, que son competidores directos nuestros. Y después tenemos el Acuerdo Transpacífico, este tan famoso del cual se habla mucho y que son 12 países de la región Asia-Pacífico, que tiene el 11% de la población mundial, el 37% del PBI, el 28% de las importaciones mundiales y el 24% de las exportaciones. Y miren qué países están metidos allí, que es un Acuerdo que está ratificado por los gobiernos y al que le falta la aprobación parlamentaria, nada más. Están: EE.UU., Canadá y Japón, Australia, Nueva Zelandia, México, Perú y Chile, Vietnam, Malasia, Brunei y Singapur. Y cuando veamos después cuáles son los Acuerdos que tienen estos países con el resto del mundo, vamos a ver que el gran ganador de todo esto es Nueva Zelandia. Este Acuerdo Transpacífico no va a dejar entrar a ningún otro país hasta dentro de dos años y hasta que el mismo esté en funcionamiento y que para entrar en ese Acuerdo existe una especie de Comisión de Admisión para tratar las solicitudes de ingreso de los países, ya ha sido estudiado por muchas economías del mundo.

CONSECUENCIA PARA NOSOTROS DEL ACUERDO TRANSPACÍFICO
Nosotros ya hemos estudiado cuáles pueden ser las repercusiones de esto y hemos llegado a algunas conclusiones. Una de ellas es que va a haber un incremento del comercio agrícola entre estos países, que son los productos de los cuales vivimos nosotros: la carne, leche, lana, madera, soja, trigo, girasol, maíz. Y de sus manufacturas. Va a haber un incremento del comercio agrícola del orden de los U$S 8.500 millones y los principales beneficiarios de ese incremento van a ser los EE.UU., Nueva Zelandia y Australia. Va a existir, además, un desvío de comercio de U$S 3.500 millones de productos agrícolas. ¿Qué significa un desvío de comercio? Que van a haber U$S 3.500 millones que se compraban en otros países y que se van a comprar entre ellos. Van a dejar de comprarle a los países que tradicionalmente le compraban, para comprarse entre ellos. El Uruguay le vende a los países del TTP U$S 1.600 millones por año, todo en alimentos. Y el TTP nos vende a nosotros U$S 2.600 millones por año en autos, teléfonos, computadoras, etc.

¿Cuál es uno de los desafíos que tenemos? ¿Por qué el Uruguay no puede romper esa realidad de vendedor de materia prima, con diferencia, con calidad, con inocuidad, con muchas cosas que nos distinguen? ¿Cuál es la diferencia entre un japonés que hace 70 años tenía el país destruido como producto de la guerra y que hoy es la 3ª potencia mundial? ¿Por qué ellos pudieron y nosotros no? Esa es una pregunta que nosotros nos tenemos que hacer. ¿Qué es lo que precisamos? Porque Japón tampoco tiene materias primas para hacer esas cosas. Importan el hierro, importan todo lo que precisan para hacer un Toyota. Y ellos lo pueden hacer y nosotros no. Y ahí hay una dificultad del empresariado nacional que no encontró las condiciones para hacer este cambio tecnológico en grande. Y quizás no las encontró porque el mercado uruguayo tampoco promovió esas cosas. Pero lo concreto, es que por muchos años nosotros vamos a seguir siendo grandes proveedores de alimentos del mundo y ahí es donde vamos a tener que seguir peleando.

TRATADO ENTRE EE.UU. Y EUROPEA
En el Transpacífico, no tendremos ninguna posibilidad de ingresar hasta dentro de muchos años. Y después también está el otro Acuerdo, el Transatlántico de Inversiones entre EE.UU. y la Unión Europea, donde también se van a vender los productos sin aranceles y sin gravámenes, y que constituye el 45,5% del PBI mundial, el 11% de la población mundial, el 45% de las importaciones y el 42% de las exportaciones mundiales. Entonces, lo que es interesante, me parece que es saber qué es lo que están haciendo otros países, en forma bilateral, en materia de Inserción.

URUGUAY VA PARA ATRÁS
Por eso creemos que es importante estar adentro del Mercosur, pero mientras otros países se mueven y cada paso que dan otros países en materia de preferencia de acceso a mercados, el Uruguay va para atrás, aunque no quiera. Miren Chile. Chile es socialista, ¿no? Tiene TLC con la Unión Europea, que son 28 países, con el EFTA, con el NAFTA, con el AELC (Suiza, Noruega, Liechtenstein e Islandia), con el Mercosur, con Centroamérica, con China, con Japón, con India, con Corea, con Malasia, con Turquía, con Australia y con Nueva Zelandia. Tiene 56 TLCs. Tienen una renta per cápita de U$S 55 mil dólares por año y la de nosotros es de U$S 16.000.

Perú tiene con la Unión Europea, con el EFTA, con el NAFTA, con el Mercosur, con China, con Japón, con Corea y con Tailandia. México forma parte del NAFTA, tiene con la Unión Europea, con el EFTA, con el Mercosur y con Japón. Colombia tiene con la Unión Europea, con el EFTA, con el NAFTA, con el Mercosur. Australia tiene con todos los países del ASEAN, con EE.UU., con China, con Japón y con Corea. Ahora está en el TTP y está negociando con India y con los países del Golfo Pérsico y ya pidió el ingreso a la Unión Europea. Ahí si va a ser un competidor directo, porque si nosotros no arreglamos con la Unión Europea, ellos sí van a arreglar. Y Nueva Zelandia, que es uno de los más directos competidores nuestros, tiene con todos los países del ASEAN, con Australia, con Chile, está en el TTP, China, Japón, Rusia e India, países del Golfo Pérsico. Este es el gran ganador del TTP, porque entra en mercados que no tenía. Entra en EE.UU., en México y en Canadá.

¿QUÉ VAMOS A HACER CON NUESTROS TLC’S
Cuando una mira estas cosas, tiene que plantearse: “y nosotros, ¿qué vamos a hacer con nuestros TLC’s que son Egipto, Israel y la Autoridad Palestina? ¿No nos vamos a mover? ¿No vamos a reaccionar?” Si no reaccionamos, quedamos en gravísima desventaja que repercute directamente en el empleo, en el salario. Si hoy pudiéramos colocar 50.000 toneladas de leche en polvo, la Conaprole respira. Y en la Conaprole hay 3.000 lecheros que ordeñan todos los días, que tienen 6.000 trabajadores y 4.000 familiares que trabajan ahí adentro en cada uno de los tambos. Y si no podemos vender más carne, los frigoríficos van a empezar a tener dificultades. Y va a haber seguro de paro y va a haber despidos.

CON LA UE, CARNE Y ETANOL A DETERMINAR
Por eso es que debemos, necesariamente, mirar el mundo como es. Y el mundo como es nos está indicando que tenemos que abrirnos, que tenemos que ir a negociar. Ahora fuimos a negociar con la Unión Europea e hicimos un intercambio de ofertas. Y la Unión Europea nos presenta una oferta en la que están todos los productos agrícolas: leche, granos, carne ovina, carne porcina, carne aviar, ajo, cebolla, todo lo que quieran. Hay carne sin cuota y etanol sin cuota. La carne y el etanol están a determinar. Pero cuando empezaban las negociaciones y presentaban la oferta, pidieron disculpas porque no se habían podido poner de acuerdo. Pero el título de carne está. Lo que hay que hacer es negociar. Nosotros tampoco presentamos una gran oferta. En Europa no se negocia todo el mercado, sino que se negocian cuotas en lo agrícola y, en el resto, desgravación arancelaria. Nosotros presentamos una oferta que no es tampoco una maravilla, como lo he dicho. Porque la verdad es que, presentar el 50% de nuestros bienes transables con Europa para ser desgravados a 15 años, no es un gran TLC, por cierto, ¿no? El valor que tiene esto que pasó el miércoles en Europa, es que pudimos volver a sentarnos a conversar. Y pudimos intercambiar pese a la renuencia y a la resistencia de algunos países agrícolas que no querían negociar y que hicieron todo lo posible para que esto no saliera. Pero aquí empieza la negociación, no es que haya terminado. Todo lo contrario.

Tenemos que tener una capacidad negociadora que no hemos tenido en los últimos años, porque no hemos negociado nada con nadie. Y tenemos que preparar equipos técnicos interministeriales, tenemos que consultar al PIT-CNT, hay que consultar a las Cámaras. Todo esto lo vamos a hacer el jueves 26 de mayo, donde vamos a citar al PIT-CNT, a las Cámaras y a los partidos políticos, para decirles cuál es la situación concreta, que es la primera que lleva adelante Uruguay después de muchos años.

EN EL TISA LOS MISMOS QUE NOS HABÍAN HECHO ENTRAR, NOS HICIERON SALIR
En el TISA no entramas en esta administración. Entramos en la administración anterior porque nos metieron por una decisión de gobierno del presidente Mujica y del canciller Almagro en 2014. Vino la nueva administración, se armó toda aquella discusión sobre el TISA y los mismos que nos habían hecho entrar, nos hicieron salir. Así que quedamos sin la negociación de servicios que son el 30% de nuestras exportaciones, según “Uruguay XXI” y el 20 y algo según el INE, donde lo más importante – como ustedes comprenderán – son el Turismo y el Transporte, sobre todo, el transporte marítimo. Pero, además, están los servicios globales, es decir, aquellos estudios que trabajan en arquitectura, en abogacía, en ingeniería para otros países, en software – que emplea mucha gente – y también en movilidad de personas, que es un elemento que es muy importante en las negaciones. Porque cuando usted va a hacer un contrato, tiene que ir con una visa de turista y a los tres meses tiene que volver. La negociación de servicios incluye la movilidad de personas “modo 4”, que es la posibilidad que con un contrato de trabajo, se pueda ir y venir y no haya limitaciones de tiempo, como ocurre con los permisos o las visas de turista habituales.

EL TISA VA A VOLVER
Por eso ahora está en un impasse. Pero va a volver. Porque los servicios son tan importantes que en agricultura, en minería, en ganadería, en manufacturas, los servicios ocupan entre el 20 y el 30% del total del valor de lo que se exporta. Para vender carne, tiene que transportarla y ahí hay un servicio de transporte. Y tiene que certificarla y eso implica un servicio sanitario. Y así sucede con todas las cosas. Con todos los bienes que se comercializan en el mundo, hay una parte muy importante de servicios incluido y por lo tanto van a estar nuevamente en negociaciones. Y el Uruguay se está dando cuenta de la importancia del comercio. Donde hay comercio se genera riqueza y donde hay riqueza, se crean oportunidades de distribución. Si uno no puede genera riqueza, no puede distribuir nada. Uno puede distribuir – como decían los socialistas españoles – las aceitunas del árbol. Lo que no puede es distribuir el árbol, porque se queda sin aceitunas, después.

LOS OTROS ROLES DE LA INSERCIÓN INTERNACIONAL
Entonces, las Relaciones Internacionales, la Inserción Internacional, está vinculada estrechamente a lo comercial. Y eso no quiere decir que dejemos de lado el resto de las tareas tradicionales en la Inserción Internacional. El Uruguay es un país que siempre ha sido mirado con mucho respeto, por muchos de los valores que ha defendido y cultivado, fundamentalmente el respeto al Derecho Internacional, a la solución pacífica de las controversias, a la no intromisión en los asuntos internos de los países, a la defensa de los Derechos Humanos. Y muchos de estos capítulos, además, entran después en los Tratados de Preferencias Arancelarias, porque dentro de un tiempo nos van a preguntar: “Usted nos quiere vender carne a nosotros, pues bien, ¿cuánto contamina usted para producir una unidad de producción? ¿Cómo trata usted a sus trabajadores?” Hay una discusión sobre estos temas que son los llamados “Acuerdos de 4ª Generación” que cuidan el Medio Ambiente, que cuidan las normas laborales que tienen que, necesariamente, empezar a ser respetadas. Porque no es lo mismo competir contra un producto que alguien lo produce adentro de la bodega de un barco, con un niño esclavo al que le paga un dólar por mes y que le da una cucharada de arroz por día, a alguien que lo hace dentro de las normas de respeto por los derechos de los trabajadores. Y nosotros estamos dispuestos a defender eso a ultranza, por supuesto. El Uruguay no va a bajar un ápice sus standards de defensa de los trabajadores, por un acuerdo de libre comercio.

URUGUAY EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS
Entonces, desde este otro punto de vista, el Uruguay también es un país que está bien considerado en el mundo. No solamente por la calidad de su producción, por la seriedad, por todas estas cosas, sino también porque tiene un rol en el concierto internacional de las naciones que nos lleva – por ejemplo, hoy – a estar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y eso es muy importante para el Uruguay. No solamente porque nos puede dar prestigio y consideración ante otros países, sino porque podemos incidir directamente en las decisiones que se toman y que afectan a gran parte de la humanidad. Hace dos semanas votamos una resolución en contra de los grandes países. Fue un caso exótico para nosotros. Fue una decisión que tomó Marruecos respecto a una Misión de Paz que expulsó de su territorio. Entonces se tomó una decisión impulsada, con poca transparencia entre los grandes países, Rusia y EE.UU. y Francia – que, como ustedes saben, tiene intereses muy fuertes en el norte de África – y Uruguay no votó eso. No sólo por una cuestión de forma, sino también de fondo. La cuestión de forma, porque no se puede tomar una resolución entre tres o cuatro y después ir y meterla a prepo. Hay que consultar y hay que tratar de incorporar las ideas y los puntos de vista que tenga cada uno de los 15 miembros del Consejo de Seguridad. Y por una cuestión de fondo porque, al final, el Consejo de Seguridad avala una resolución tomada por un país que viola una norma que el propio Consejo de Seguridad había dictado, que era la expulsión de gente que estaba levantando minas del Sahara occidental, porque había habido un problema grave con el Sahara occidental con el Frente de Marruecos y el Frente Polisario y la Comunidad Saharaui que quiso independizarse mediante un referéndum y no pudieron.

LA LARGA HISTORIA DE LAS MISIONES DE PAZ Y UN LIBRO
Uruguay tiene un gran prestigio en materia de operaciones de paz y la protección de civiles en zonas de conflicto. Eso crea un gran valor. Primero porque Uruguay está allí, en primer lugar, defendiendo el derecho de los civiles en zonas de conflicto en las Misiones de Paz. Ahí han pasado 44.000 soldados a lo largo de la historia de las Misiones de Paz. Y no es una fuerza de ocupación como dicen algunos. No es ninguna fuerza de ocupación. Yo estuve en dos de los países más importantes donde tenemos desplegadas fuerzas de paz: en Haití y en el Congo. ¿Saben cuántas mujeres se violan en el Congo? ¿Saben cuántas mujeres violadas quisieran haber tenido un casco azul cerca para pedirle ayuda? Porque, además, en esos países de África, la mujer cumple un rol muy importante: es, realmente, el sostén de la familia en toda la extensión de la palabra. Los hombres, prácticamente, no trabajan. Trabajan las mujeres. Las mujeres juntan el agua, juntan la leña, cocinan, crían a los gurises, los limpian, los bañan, los llevan a la escuela. Y cuando la mujer es violada, es inmediatamente estigmatizada. Y la apartan de la sociedad y la echan de la casa y termina en un centro que es casi de reclusión de mujeres violadas, que está lleno. ¿Para qué hacen eso? Para robarle los chiquilines, para que vayan a trabajar en las minas. El Congo es un país muy rico. Hay unas minas de Coltan, que es una mezcla de dos minerales que son la columbita y el tantalio, con el que se hacen los celulares, los misiles, los equipos de computación. Australia, el Congo y Brasil, son los principales productores del mundo. Pero de esa zona del Congo, el principal exportador de Coltan es Ruanda, que no tiene ni una mina de Coltan. Se lo roban todo. Y la inestabilidad está porque las grandes compañías de teléfono, en una acción de franca hipocresía, le pagan a las bandas armadas para que custodien las minas de donde están sacando el Coltan y llevándoselo. Y el Uruguay está ahí. El Uruguay defiende los derechos civiles, defiende la seguridad de los ciudadanos. Y cuando hay un enfrentamiento cerca de un destacamento uruguayo – porque yo lo vi – vienen todos a cobijarse adentro de nuestro destacamento. Y eso nos ha dado un gran prestigio y en esa parte del mundo, que es como es.

EN HAITÍ, TENEMOS UNA SITUACIÓN MUY COMPLEJA
Por eso le digo que ni en Haití ni en el Congo, no son fuerzas de ocupación las fuerzas de paz. Hay que transparentar las decisiones pero no son fuerzas de ocupación. Son pedidas por los gobiernos porque los gobiernos no tienen la capacidad necesaria para llevar adelante un desarrollo sostenible. En Haití hubo elecciones. ¿Sabe cuántos candidatos a presidente hubo? 54 candidatos.

Nosotros, en Haití, tenemos una situación compleja, por cierto. Muy compleja, por la propia inestabilidad del país. Y la misión está llegando a su final. El mandato de Naciones Unidas termina en octubre y Uruguay tiene autorización hasta diciembre para mantener sus tropas allí. Y bajó de 1.000 a 250 e hicimos un convenio de cooperación con los peruanos y atendemos la parte este de la frontera con Dominicana, porque al bajar tanto la cantidad de efectivos uruguayos, le generamos un gran problema a Dominicana. Y hubo una gran controversia el año pasado – ustedes se acordarán – entre el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, y las autoridades dominicanas porque hubo declaraciones que no le gustaron al gobierno dominicano. Porque los haitianos pasan a trabajar a dominicana y la historia dice que los maltratan mucho laboralmente. Yo no lo vi, así que no lo puedo afirmar. Yo comprendo que en las misiones de paz, el Uruguay tiene un prestigio. Es más, en el Congo, hubo un momento en el cual la actividad guerrillera era tan fuerte, que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió que había que formar una brigada de acción rápida para intervenir y pasar del capítulo VI al capítulo VII. El capítulo VI es “mantenimiento de la paz” y el capítulo VII es “imposición de la paz”. Lo primero que decidieron es que los países que integraran esa brigada fueran países africanos y había países africanos que estaban dispuestos. Entonces empezaron a deliberar a ver cómo hacían para organizar esa misión y alguien sugirió ir al Congo y ver in situ qué se podía hacer. El embajador ruso del Consejo de Seguridad dijo que no era necesario ir al Congo y que le preguntaran a los uruguayos, que ellos sabían. Hay un libro muy bueno escrito por el embajador de España que se llama “49 horas en Kinshasa”, que se refiere al salvataje de toda la embajada española por un comando uruguayo, del Coronel Raúl Fernández, que está en Nueva York en estos momentos en una misión de Uruguay.

Estas también son las cosas que tienen que ver con la Inserción Internacional, que tiene que ver con las Relaciones Exteriores y que al Uruguay le hacen mucho bien y se ha ganado un gran prestigio en todas estas cosas. 

EL VOTO DE LOS URUGUAYOS EN EL EXTERIOR
Lo otro que tenemos que tener también como deber – porque hablar de “Inserción Internacional” es, en primer lugar, hablar de insertarnos entre nosotros mismos, entre los uruguayos – es lograr el voto de los uruguayos en el exterior. Ese es un deber y es una materia pendiente que nos queda. Porque además, cuando se propuso la reforma constitucional para impulsar y para sancionar el voto de los uruguayos en el exterior, el Frente Amplio – que lo apoyaba – tuvo más votos que la reforma constitucional. O sea que hubo muchos compatriotas “compañeros” que no quisieron votar eso. Y esos derechos no se pierden. Y, no solo no se pierden, sino que se convierten en una gran injusticia el no arreglarlos. Porque quien puede votar es quien tiene los recursos necesarios para pagarse un pasaje de avión para venirse a Montevideo, para meterse en un hotel o en la casa de un pariente, votar e irse. O sea que los uruguayos en el exterior tienen derecho a votar, pero hay que ayudarlos a que puedan ejercer ese derecho a través del voto consular como primera etapa.

EL PROGRAMA DEL FRENTE AMPLIO VAMOS A PUBLICARLO Y DISTRIBUIR EN TODO EL PAÍS
Estas son las consideraciones que yo quería hacer en esta materia. El programa del Frente Amplio está debidamente custodiado y respetado en la acción de este ministerio. Nosotros lo leímos el otro día en la Agrupación Nacional de Gobierno la página 139 y 140, donde se habla de estas definiciones y vamos a hacer una publicación que la vamos a distribuir en todo el país para se sepa precisa y exactamente que es lo que estamos haciendo y como lo que estamos haciendo y que está dentro del programa que el Frente Amplio aprobó en el año 2013, cuando ni siquiera se estaba hablando de un acuerdo tan benéfico. Esto es algo nuevo y habla de la necesidad de la adaptación que debemos tener frente a los problemas que se van planteando en el mundo día a día.

ALGUNA DE LAS PREGUNTA DE LOS PRESENTES

¿Qué problemas existen con el CIADI?
Con el CIADI tenemos algunos problemas, es verdad. Uno de los problemas que tenemos es la cantidad de Acuerdos de Protección de Inversiones y les voy a contar un caso que está sucediendo hoy en el puerto de Montevideo. En el puerto de Montevideo hay dos empresas grandes: una es ULTRAMAR y la otra KATOEN NATIE. Ultramar está pidiendo ciertas actividades y, si no se las damos, nos va a denunciar en el CIADI por la Protección de Inversiones. Y Katoen Natie está tratando de impedir que Ultramar tenga esas actividades y, si no lo impedimos, nos va a iniciar una demanda en el CIADI en virtud del Tratado de Protección de Inversiones que tenemos con Bélgica. Lo que nosotros estamos ahora trabajando al arrimarnos a la Alianza del Pacífico, porque con todos los países del Pacífico y Sudamérica tenemos acuerdos de complementación económica a través del marco de la ALADI, es que las controversias se resuelvan en tribunales donde un árbitro lo pone la parte demandante, el otro lo pone la parte demandada y un tercero se ponen de acuerdo entre los dos. Estamos tratando de salir del CIADI, porque el CIADI implica contratar un estudio de abogados que te cobran muchos miles de millones de dólares, como nos pasó con la demanda que nos puso Phillip Morris por la demanda que nos hizo a raíz del tema de la Ley Antitabaco.

¿Por qué Europa tiene objeciones con los productos uruguayos?
Europa le hace objeciones a los productos uruguayos porque tiene temor, no a los uruguayos, sino a todo el Mercosur. Porque somos más eficientes que ellos en materia de producción alimenticia y, en consecuencia, no quieren competir con nosotros. Pero los brasileros tampoco quieren competir con la industria automotriz de ellos porque es más eficiente y esa es parte de la negociación que nosotros estamos haciendo. Quiero decir que todos los productos uruguayos que pusimos están en la negociación y lo único que tiene una salvedad en materia de cuota o volumen, es la carne y el etanol. Pero la carne y el etanol están y dice: “carne y etanol serán consideradas en su oportunidad”.

Si salimos del Mercosur, ¿no dejamos a los otros miembros en libertad de acción, a Brasil y Argentina?
Nosotros no estamos pidiendo para salir del Mercosur, sino para firmar Acuerdos Marco – como firmamos con México – y después que firmemos el acuerdo marco en donde todos podemos entrar, que cada uno marche a la velocidad que pueda o que necesite. Nosotros, el acuerdo con México, lo hicimos así. Hicimos el Acuerdo Marco Mercosur-México y los uruguayos fuimos y lo apuramos, lo concretamos, lo firmamos y lo ratificamos en el parlamento. Ahora fue Brasil, va a ir Argentina, Paraguay lo está tratando y nadie se fue del Mercosur. Nosotros no estamos proponiendo irnos del Mercosur, no estamos proponiendo cortarnos solos, porque sabemos que somos un mercado pequeño y que el costo grande de la apertura de mercado lo va a pagar Brasil, obviamente. Y, a cualquier bloque de países, le interesa hacer un acuerdo con el Mercosur entero. El Uruguay también tiene sus ventajas porque es un país serio, que da prestigio, que es cumplidor. Pero nadie está planteando irse del Mercosur ni cortarse solo. Tiene que haber un acuerdo entre los países para decir: “vamos a negociar con este bloque de países, ¿si o no? No, bueno, no negociamos. Si, bueno, ¿podemos negociar a diferentes velocidades? Si, podemos”.

¿Qué nos dejan las Zonas Francas? ¿Sólo el canon?
El canon y mano de obra y mucha mano de obra, ¡mucho empleo! Hoy les dije que exportamos 250 millones de dólares de la zona franca de Colonia a México en productos de todo tipo.

¿Qué condiciones nos pondrán? ¿Farmacéuticas, patentes? Las contradicciones en derecho, ¿quién y dónde se definirán? ¿Los países o las empresas transnacionales?
No, los países. ¡Por supuesto que los países! Nosotros no vamos a negociar nada que signifique pérdida de soberanía para el Uruguay. Nadie va a negociar nada, nadie va a firmar nada. Y, si lo firmáramos, yo creo que el parlamento lo rebotaría. Por lo tanto, desde ese punto de vista, tienen que estar tranquilos todos. Nosotros vamos a hacer todos los esfuerzos posibles para abrir los mercados. Si las condiciones que nos ponen son inllevables, no lo haremos y si a la mayoría del parlamento le parece que son inllevables, no las votarán. Porque, además, en los tratados en Uruguay se vota por SI o por NO, no hay posibilidad de cambiarlos.

 

Por el Canciller Rodolfo Nin Novoa

Tema vinculante: Documento completo entregado al canciller Nin Novoa, sobre; “Inserción internacional del Uruguay”

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