La declaración del Consejo Permanente de la OEA, casi simultáneamente a la puesta en marcha por Luis Almagro de la Carta Democrática, intenta una variante más conciliadora y dialogante con el gobierno de Maduro. Aparentemente Almagro queda en una posición de confrontación aguda con el gobierno venezolano, aunque se debe recordar que la iniciativa del Secretario de la OEA conmina al Consejo Permanente a reunirse entre el 10 y 20 de junio para decidir si activa o no los mecanismos que prevé la Carta.
El gobierno uruguayo tomo distancia de un apoyo incondicional a Almagro, optando según manifestó a la prensa el Canciller Nin Novoa; “Nosotros lo que estamos haciendo es ayudar a una sociedad altamente polarizada, como es la venezolana”, a examinar “una solución amigable a los problemas que están teniendo”. El canciller uruguayo igualmente le tendió la mano al secretario de la OEA diciendo que; “se está teniendo una mirada distorsionada de lo que hace el secretario general, que pide juntarse y ver la situación” de ese país y no “echar a Venezuela” de la OEA.
El Consejo Permanente finalmente resolvió una declaración que dice “Que la Carta de la Organización de los Estados Americanos reconoce que la democracia representativa es condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región, que uno de los propósitos de la OEA es promover y consolidar la democracia dentro del respeto del principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados y que todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga». Esta iniciativa inicialmente propuesta por Argentina recibe el apoyo expreso de 21 países y la opinión en contra de Nicaragua, Dominica, Ecuador y Bolivia.
La oferta del Consejo Permanente en 4 puntos
1- Su fraternal ofrecimiento a la hermana República Bolivariana de Venezuela a fin de identificar, de común acuerdo, algún curso de acción que coadyuve a la búsqueda de soluciones a su situación mediante un dialogo abierto e incluyente entre el Gobierno, otras autoridades constitucionales y todos los actores políticos y sociales de esa nación para preservar la paz y la seguridad en Venezuela, con pleno respeto a su soberanía.
2- Su respaldo a la iniciativa de los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de la República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, para la reapertura de un diálogo efectivo entre el Gobierno y la Oposición, con el fin de encontrar alternativas para favorecer la estabilidad política, el desarrollo social y la recuperación económica de la República Bolivariana de Venezuela.
3- Su respaldo a las diferentes iniciativas de diálogo nacional que conduzcan, con apego a la Constitución y el pleno respeto de los derechos humanos, de manera oportuna, pronta y efectiva a la solución de las diferencias y la consolidación de la democracia representativa.
4- Su apoyo a todos los esfuerzos de entendimiento, diálogo y a los procedimientos constitucionales.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez resaltó la propuesta argentina que propone actuar en la crisis venezolana de forma alternativa a la Carta Democrática, invocada por el secretario general, Luis Almagro, a quien acuso de ser un activista y querer derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. «Venezuela logró victoria en la OEA» sentenció Rodríguez en la redes.
Por Francisco Montiel
Periodista
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