Brasil: La memoria del pueblo*

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Hay un motivo para que Lula siga liderando todas las encuestas acerca de la elección presidencial incluso con los grandes medios masacrándolo diariamente hace años: la memoria del pueblo. 

Quien pasaba hambre y comenzó a desayunar, almorzar y cenar no olvida.

Quien vio a los hijos formándose en la escuela después de generaciones obligadas a largar el estudio para trabajar no olvida.

Quien pasó a ser la primera persona de su familia en frecuentar la facultad no olvida.

Quien finalmente pasó a vivir en una casa propia no olvida.

Quien pasó a tener electricidad después de décadas en la oscuridad no olvida.

Quien vio que la sed pasó a ser una pesadilla del siglo pasado gracias a la construcción de cisternas en el Nordeste no olvida.

Quien conquistó la posibilidad de cambiar horas en la carretera en omnibuses incómodos por la rapidez del avión no olvida.

Quien vio a un hijo pasar a ser el primer miembro de la familia en tener la chance de hacer un curso en el exterior no olvida.

Es por eso que la derecha brasileña, asociada a los grandes medios corporativos, intenta gobernó Lula es negativo. Pero no hay caso: hasta hoy, nunca hubo alguien capaz de decir que su vida empeoró durante los años en los que Lula ocupó la presidencia.

No hay titular falso que cambie eso.

Y no, no creo que Lula sea culpado de los crímenes que Moro le atribuye. ¿Ingenuidad?

No, sentido común. Es absolutamente increíble que alguien señalado como el líder del «mayor esquema de corrupción de la Historia» haya ganado por eso un apartamento en Guarujá y un sitio en Atibaia – además, NI ESO Moro consiguió probar que él recibió, habiendo sido desmoralizado por una colega de toga que tomó el tríplex DE LA OAS (comprobando que el inmueble pertenecía a esta) para el pago de deudas.

Ahora, si Bolsonaro aumentó su patrimonio de 1 para 15 millones en apenas 7 años (algo que sus seguidores consideran legítimo), ¿cómo es posible que el líder del mayor esquema de corrupción del planeta haya recibido dos propiedades que nada valen ante lo que fue supuestamente robado?

¿Cómo es posible que hayan surgido grabaciones, documentos, comprobantes de depósitos y cuentas en el exterior de prácticamente todos aquellos que defendieron el golpe, pero nada de ello haya surgido contra Lula?

Entonces no, no creo que Lula sea culpado. Pero no EN SERIO.

Por otro lado, tengo la certeza de que su condena por parte de Moro será reafirmada pelo TRF4, ya que hasta los medios internacionales ya se dieron cuenta que el Poder Judicial brasileño pasó a desempeñar un papel meramente político con el objetivo de destruir a la izquierda del país y, claro, a aquel que se pasó a ser su líder más célebre.

Mi confianza en la dignidad y en .la sinceridad de esa gente desapareció hace tiempo.
Lo que no significa que no debamos seguir luchando. Al contrario: esto se vuelve cada vez más fundamental.

Por Pablo Villaça, escritor brasileño.

*Nota sin título subida a su sitio personal en Facebook el 24 de enero de 2018.

Traducido por Héctor Valle para La Onda Digital

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