Israel y el Partido Republicano

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Noam Chomsky hace poco estuvo en Montevideo y dio una conferencia magistral en el salón azul de la IMM. Es profesor emérito del Departamento de Lingüística y filosofía del MIT. Se le atribuye el haber revolucionado el campo de la lingüística moderna. Es así mismo autor de numerosas obras políticas de gran éxito, entre ellas el best sellers mundial “Hegemonía o supervivencia”, que Hugo Chaves mostró en la sede de la ONU en N. York, el día que dijo: “hay olor a azufre, ayer estuvo el diablo aquí”.

Está fresquita la provocación con olor azufre del actual mandamás de EE.UU y del Partido Republicano, Donald Trump; al fijar Jerusalén como capital de Israel, contrariando la mayoritaria opinión mundial.

El mes de diciembre de 2016 se imprimió en Uruguay su último libro. “¿Quién domina el mundo?”, que viene como anillo al dedo. Porque es más norteamericano que Trump, es judío y liberal progresista. Fuera de cualquier sospecha.
Paso a citar lo que dice este hombre tan informado que vive en las entrañas del monstruo.

Haciendo referencia al conflicto Israel-Palestina dice: “En enero de 2006, se celebraron elecciones en Palestina y los observadores internacionales dijeron que habían sido libres y justas. La reacción instantánea de Estados Unidos fue imponer duras sanciones a los palestinos por equivocarse con su voto; por supuesto, fue también la postura de Israel y Europa siguió los mismos pasos.

No es una novedad. (…): Washington apoya la democracia si, y solo sí, los resultados concuerdan con sus objetivos estratégicos y económicos”.

“(…), durante cuarenta años Estados Unidos ha encabezado el bando negacionista respecto al asunto Israel-Palestina y ha bloqueado el consenso internacional que exigía un acuerdo político con condiciones tan bien conocidas que no falta reproducirlas.”

Sigue Chomsky: “Estados Unidos e Israel exigen condiciones estrictas que, además, están pensadas para garantizar que las negociaciones conducirán o bien a la capitulación de Palestina en cuestiones claves o a ninguna parte.”

Con la resolución de Trump sobre Jerusalén se ha profundizado lo anterior, porque los yanquis se sacaron la careta del todo. Lo único bueno que tiene, es que EE.UU no puede mediar más en el conflicto.

Sigue el profesor del MIT: “El primer requisito es que las negociaciones deben ser supervisadas por Washington, lo cual tiene tanto sentido como exigir que Irán supervise la negociación de los conflictos entre suníes y chiíes en Irak.”

“(…) Esas negociaciones buscarán resolver los conflictos entre los dos antagonistas: Estados Unidos e Israel por un lado, la mayor parte del mundo por otro.”

Actualmente los dos antagonistas que van juntos EE.UU e Israel, lograron el pequeño apoyo de un grupito de países alcahuetes.

Sigue el escritor norteamericano: “El segundo requisito es que Israel debe tener libertad para expandir sus asentamientos ilegales en Cisjordania. En teoría, Estados Unidos se opone a esas acciones, pero lo hace sin firmeza alguna, mientras continúa proporcionando apoyo económico, diplomático y militar a Israel.”

Todo este tema se agrava aún más con el apoyo explícito de Trump. Que en realidad empuja a la región hacia la guerra. Representa al complejo militar-industrial que no sabe de bajar la tasa de ganancia. Ya están goteando los muertos palestinos. La valiente actitud de AHED TAMIMI (joven que cumple el 31 de enero de 2018 17 años estando en prisión) tomado a golpes de puño al ejército invasor, es ilustrativa de la disparidad de fuerzas entre el estado de Israel y Palestina. Ya ni siquiera piedras contra tanques de ocupación, ahora son los puños.

La ocupación ilegal de tierras palestinas continúa con total impunidad. Ahora se va a profundizar.

“Por lo tanto, cuando los representantes de Israel y Palestina se prepararon para reunirse en Jordania en enero de 2011, Israel anunció nuevas construcciones en Pisgat Zeev y Har Homa, zonas de Cisjordania que ha declarado pertenecientes a la muy ampliada zona de Jerusalén, ya anexionado, colonizado y urbanizado como capital de Israel, todo lo cual viola las órdenes directas del Consejo de Seguridad.”

Desde ahora la pasada por el forro es descarada. Estaban por fuera de la ley internacional. Ahora Trump le dice a la ONU: ¡¿es ilegal, y qué?! No se recuerda algo parecido desde la crisis de la Sociedad de Naciones en los años treinta. La respuesta inmediata del Papa Francisco sobre el tema está fuera de discusión.

La postura provocativa de Trump acelera el proyecto de separar los enclaves de Cisjordania que siguen en manos de la Administración Palestina del centro cultural, comercial y político de la vida palestina en el antiguo Jerusalén.

Como dice el profesor Chomsky:”Es comprensible que los derechos de los palestinos se marginen en la política y el discurso de Estados Unidos. Los palestinos no tienen riqueza ni poder.”

En cambio, “Israel por el contrario, es una sociedad rica con una industria sofisticada y de alta tecnología, militarizada en gran medida. Durante décadas, ha sido un aliado militar y estratégico…” (…) “De hecho, las industrias de alta tecnología, en particular las militares, de los dos países están estrechamente relacionadas.”

Por el Prof. Gonzalo Alsina

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