Leé y entendé el portfolio

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Bajo el árbol de la tregua no querés que pase el rato.
Arcángeles, ángeles y demonios ofrecen sus vidas
a los sueños que saben que nunca pueden alcanzar.
Sus anhelos suplican liviandad y ligereza
así son más fáciles y efímeros de vivir.

Quieren amar pero no pueden tocar.
Quieren odiar pero no pueden pegar.
Quieren vivir pero no pueden respirar.
Quieren morir pero no tienen la enfermedad.
Quieren ilusionar pero no tienen la creatividad.

En sus vacíos no se entienden.
Tampoco se incomodan por no alcanzarse así mismos.
No saben soportar y venden toda su dignidad solo para sentirse bien.
Sus revoluciones son ruidos de estrellas, anestesias y bambis de la Luna a Marte.
A falta de ideas ¡estupidéz!.
Se puede ser feliz sin ser estúpido.
Se puede ser crudo y amor con la verdad sin necesidad de falsear.
En la deriva no solo alcanza con pedir perdón y suplicar.

Leé y entendé el portfolio alguna vez.
No solo correr ciego al sol con la baba colgando y con los brazos abiertos.
Cuando reces sabé bien a qué es lo que le prometés.
Está repleto de marquesinas que promueven moscas blancas.
No te distraigas que el camino hace rato se le terminó el asfalto.

Viste al Presidente “más pobre del mundo”.
Viste al Candidato ser bandera.
Ves ahora al Presidente soldadito de Goma.
A falta de ideas ¡estupidéz!.

No te distraigas que en marzo las hormigas no votan osos hormigueros.
Por eso votamos SÍ.

¡Feliz año!.

 

 

Por Andrés Legnani

 

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