Dieciséis voces que proclaman sus verdades, explícitas definiciones, reflexiones, certezas o bien meras contradicciones constituyen el corpus literario de “Orientales en la vida”, el libro de entrevistas del periodista Mauricio Cavallo, recientemente publicado por Editorial Arca.
Este trabajo de campo, que es presentado en uno de los formatos más explícitos y elocuentes de la actividad periodística, aporta ciertamente a la construcción o la reconstrucción de la memoria colectiva contemporánea, desde diversos ámbitos, miradas y dimensiones sociales, políticas y culturales.
Acorde a la necesidad de hurgar en sensibilidades y variopintas visiones de una realidad siempre mutable, tanto del pasado como del presente, el colega transforma los coloquios en auténticas interpelaciones, que extraen el máximo provecho de los entrevistados.
Por razones estratégicos, Cavallo divide a su libro en varios bloques temáticos bien diferenciados, que devienen, a la sazón, en poderosos núcleos de interés y de atracción para un vasto y diverso espectro de lectores.
De algún modo, todos los reporteados, por diferentes motivos, son o fueron en tiempos recientes actores destacados de la sociedad, la política, la cultura, el deporte, el mundo empresarial, el ámbito gremial y también la religión.
Aunque las reflexiones pueden generar coincidencias o disidencias, enojos, adhesiones, admiración o rechazo, en todos los casos contribuyen al debate público, desde variados ángulos de observación y miradas naturalmente subjetivas.
El primer entrevistado, que tal vez es el más relevante por su indudable proyección pública, es el ex presidente de la República José Mujica, un personaje sin dudas singular por su potente imagen, su alta popularidad y su fuerte predicamento en vastos sectores de la población.
Durante el encuentro, quien es tal vez la figura política más carismática e influyente del presente, desbroza sus reflexiones en torno a su rol de gobernante y de militante político.
Empero, también afloran sus ideales, sus utopías y sus más arraigadas convicciones humanistas, que sintonizan perfectamente con su estilo de vida sencillo, despojado y de talante emancipado.
Por supuesto, es muy jugosa la entrevista al ministro de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Pérez Manrique, quien aborda, entre, otros temas, la controversia en torno a la propuesta y fracasa reforma constitucional promovida por el bloque conservador para bajar la edad de imputabilidad penal.
La entrevista al diputado blanco Jorge Gandini trasunta -en buena medida- el sentimiento de frustración de un avezado político que fue borrado, por su propia colectividad, de la candidatura a la Intendencia de Montevideo integrando la flamante Concertación.
Cavallo aterriza en la polémica cuando entrevista al ex Presidente del Banco Central del Uruguay, Julio de Brun, quien demuestra haber aprendido poco de la devastadora crisis del 2002 que lo tuvo como co-protagonista durante el gobierno de Jorge Batlle.
Obviamente, sus apreciaciones generan aún un considerable margen para la controversia, a trece años de la debacle económica y financiera que azotó a nuestro país.
Si bien todos los capítulos son altamente disfrutables por el interés que concitan las reflexiones de los personajes interrogados, vale la pena detenerse particularmente en las entrevistas realizadas al historiador Carlos Demasi y al excepcional narrador Mario Delgado Aparaín.
Por diversos motivos, ambos articulan sus reflexiones en clave histórica, con el docente e investigador analizando las causas y consecuencias de la dictadura liberticida y el célebre escritor explicando las diversas motivaciones de su compulsiva vocación de escritor, que en su caso está indisolublemente ligada a la reconstrucción de la memoria.
“Orientales en la vida” es un trabajo altamente profesional, que retrata la diversidad de las personalidades abordadas desde una perspectiva que mixtura la información con la reflexión.
Es, asimismo, un trabajo de plausible valor periodístico, que transforma a los reportajes más que en meros coloquios, en auténticas confesiones.
No en vano la obra demandó un considerable tiempo de elaboración, que incluyó la realización de los reportajes, su posterior procesamiento, su edición y su ordenamiento temático.
Este libro, que puede ser leído total o parcialmente y sin un orden predeterminado, confirma la intrínseca vigencia del periodismo literario como formato susceptible de ser consumido por un público ávido por conocer a los personajes, más allá de la efímera presentación mediática y, en algunos casos, de la polémica alimentada por la subjetividad.
Por Hugo Acevedo
Periodista y crítico literario
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